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Erro, Martín de

Pedagogo y escritor, uno de los primeros preceptores con que contó la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País para su establecimiento de enseñanza de Bergara (Gipuzkoa).

En 1769 aparece como catedrático de latín en la villa de Andoain (Gipuzkoa), y allí debía de continuar todavía hacia 1773 -contra lo que parece indicar Antonio Pérez de Goyena en su Ensayo de Bibliografía Navarra (t. IV, Diputación Foral Navarra 1951, p. 308)-, pues en los Extractos de Juntas Generales de la Bascongada de ese año, pp. 97 s. aparece como profesor de la villa de Andoain, presentando, junto con D. Ignacio Xavier de Balzola, un Rudimentos de latinidad, "precedidos de un discurso dirigido a reivindicar a la nación española del poco decoro con que la tratan las extranjeras en punto a literatura".

Hacia 1775 debió de pasar a Bergara (Gipuzkoa), ya que los Extractos de Juntas de ese año, pp. 108s. nos lo muestran ofreciendo a los Amigos de la Bascongada "el plan de un curso de Buenas Letras", según el cual se ofrecía a enseñar la retórica, poesía, dialéctica, geografía y elementos de historia, prometiendo observar, por lo que hacía a la enseñanza de la dialéctica, "el método, estilo y gusto con que están escritos los tratados impresos de esta parte de las buenas letras con título de Lógica moderna o Arte de pensar". Al mismo tiempo presentó Erro un "plan de una casa de pensión", cuyo objeto era "el proporcionar a los alumnos de la Real Sociedad Bascongada, y a los demás jóvenes, cuyos padres o tíos de quienes dependan sean socios subscribientes, un recurso interino hasta el establecimiento del seminario proyectado". En su plan Erro especificaba por menudo los aspectos que habría de desarrollar el nuevo establecimiento, pasando incluso a fijar las cuotas de pensionados (Ibid., pp. 109-111). Por lo que nos dan a entender los Extractos de ese mismo año 1775, la Junta de Amigos acordó, al fin, el establecimiento del curso de Buenas Letras, propuesto por Erro, asegurándole a éste una dotación de 400 ducados, y, ante la imposibilidad de llevar a buen término por el momento el plan de Escuela Patriótica aprobado por las Juntas de 1774, "permitió" a Erro establecer en el Real Colegio de Bergara la casa de pensionado que había propuesto (Ibid., pp. 2s. 8).

No sabemos cómo se desenvolvió Erro en la gestión de su casa de pensionado ni hasta qué punto pudieron aprovecharse los alumnos de la Bascongada del "conocido talento" que ésta le reconocía. Lo que parece deducirse de la lectura de la Noticia de la Escuela Provisional que la Real Sociedad Bascongada ha determinado establecer por acuerdo de su Junta General del día 20 de setiembre de 1776 (impreso de un folio + 12 pp., s/l y s/a), es que la salida de Erro de Bergara al siguiente año debió de producirse en circunstancias no del todo normales, cogiéndole a la Sociedad de sorpresa la determinación del profesor de pasarse a Pamplona en calidad de maestro de Retórica y Poesía de aquella ciudad. En 1778 continuaba todavía en Pamplona, según nos lo da a saber Pérez de Goyena en su obra citada, y es probable que continuase allí hasta 1785, en que Valentín de Foronda nos lo muestra nuevamente en Bergara, desempeñando esta vez en el Seminario Patriótico las funciones del enseñante sabio y adornado con todas las luces de la moderna ciencia pedagógica (ver el elogio que hace de él en su Carta escrita al censor sobre el Seminario de Vergara, en Miscelánea o colección de varios discursos en que se tratan los asuntos siguientes. Madrid 1787, pp. 10s.). Continuaba todavía en Bergara hacia 1790, pues en el Elogio histórico de Carlos III, fundador y protector de la Real Sociedad Bascongada (Vitoria 1790), que se le debe, continúa figurando como profesor de Humanidad en el Real Seminario Patriótico.

Seguramente, la ruina del Seminario vergarés a raíz de la Guerra de la Convención fue el motivo que lo ahuyentó definitivamente de la villa guipuzcoana, pues en 1798 lo vemos establecido en Madrid y pasando de allí a Pamplona para ser catedrático principal de las aulas de gramática, humanidades y retórica de la vieja capital pirenaica. Siguió ejerciendo así hasta 1815 ó 1816, en que debió de morir.

Fue autor de diferentes escritos en prosa y verso, alguno en latín, cuya relación cabe hallar en el Cuerpo C, Bibliografía, de esta enciclopedia, artículo Erro, Martín de. Hemos de añadir, con todo, que en la reseña de Jon Bilbao falta el Elogio histórico de Carlos III, ya citado, y que entre los papeles relativos a la Real Sociedad Bascongada que reunió Julio de Urquijo y obran actualmente en el archivo de la Biblioteca de la Diputación de Gipuzkoa figura una composición poética de Erro en elogio del Sr. conde de Peñaflorida, manuscrita y caracterizada con la signatura 12.328.