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DICASTILLO

Castillo que hubo en la villa del mismo nombre (Deicastellum) del que en 1191 ya hay noticias. Hoy en ruinas, quedan sólo vestigios. Su destrucción se debe a las luchas de agramonteses y beamonteses. Antiguo monasterio de San Pedro Gazaga, donado por Teobaldo II al Monasterio de Iratxe, y hoy desaparecido. Queda la nave de la iglesia monasterial con gruesos contrafuertes. Ermitas de Nuestra Sra. de Nieva y de San Isidro. Parroquia de los Santos Emeterio y Celedonio, con gran torre cuadrada, remate renacentista y balaustradas. Pórticos de la misma época. Contiene una buena colección de esculturas, destacando las tallas en madera de la sacristía. El retablo, del siglo XVI, procede del Monasterio de Iratxe; de la misma época es la fuente renacentista octogonal, de la plaza. Las sillas del coro de la parroquia, de Pedro de Troas, de las que se sabe fueron renacentistas a la moda plateresca, desaparecieron en un incendio durante las guerras carlistas. Arqueta tallada atribuida a Pedro de Troas. Datada en 1583, y que hasta el siglo XVIII contuvo las reliquias de San Veremundo, abad de Irache. Seis pilastras llenas de tallas de geniecillos con capiteles corintios sostienen la cornisa. Entre ellas, seis escenas de las que cuatro representan milagros del santo, así como otras dos en los laterales de la tapa, de forma troncopiramidal. Los otros dos de la tapa representan a San Martín partiendo la capa y a Santiago Matamoros, alusión a las virtudes (caridad y afán guerrero) de San Veremundo. El plano superior, liso, seguramente para añadirle algo de lo que hoy carece. Talla de Nuestra Sra. de Iratxe, en madera oscura, forrada de plata. Lleva la inscripción en caracteres góticos: PUER NATUS EST NOBIS VENITE ADOREMUS. EGO SUM ALPHA ET OMEGA PRIMUS ET NOVISSIMUS DOMINUS. La tradición quiere que Sancho Garcés haya orado ante la imagen antes de la batalla por la conquista del castillo de Deyo, en Monjardín, pero la talla no puede ser anterior al siglo XII o principios del siglo XIII incluso. Mide 1 m., y han desaparecido las chapas de cara y manos, cubriéndose la madera burdamente con una pintura rosada. Corona y aureola son del siglo XVIII. El Niño se inclina hacia atrás en el brazo izquierdo de su Madre, que tiene en la mano una manzana. Túnicas largas con mangas y calzado puntiagudo. De construcción moderna, el palacio de la condesa de la Vega del Pozo.

Presenta la villa un sinuoso entramado urbanístico de origen medieval. Las diferentes alturas sobre las que se asientan lo fragmentan en tres barrios comunicados entre sí por medio de escaleras. En Dicastillo se localizan numerosas viviendas que pertenecen a un periodo cronológico que abarca desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. La tipología constructiva responde a edificaciones de piedra o sillarejo con una fachada dividida en dos cuerpos más ático. En el cuerpo inferior se abre la portada de ingreso que bien puede ser adintelada o de medio punto con robustas dovelas. En el cuerpo superior se abren ventanas adinteladas y balcones que en algunos de los casos conservan la forja de la época. En el ático, y de forma simétrica a las del cuerpo que le precede, aparecen pequeñas ventanas adinteladas. Abundan escudos barrocos. Responden a esta estructura algunas de las viviendas situadas en torno a la calle Mayor y a la Plaza de los Fueros. En la calle Matadero se halla una noble construcción del siglo XVI que combina la piedra de sillería con el sillarejo. Otra construcción de similar trazado es el número 12 de la calle Mediodía.

Uno de los edificios más singulares de la localidad es el palacio de la Condesa de La Vega del Pozo, ubicado en la calle Mayor. De estilo neogótico de finales del siglo XIX presenta una planta en "U" con una fachada de tres cuerpos en los que se suceden de forma alterna ventanas rebajadas, apuntadas y conopiales. El cuerpo superior se remata mediante series de almenas. En uno de los lados se alza una torre de doble cuerpo y planta hexagonal. Del castillo medieval que da nombre a la localidad no queda resto alguno.

Parroquia de San Emeterio y Celedonio. Pertenece a la primera mitad del siglo XVI y al estilo Reyes Católicos, aunque sufrió numerosas reformas barrocas en época dieciochesca. Presenta planta de cruz latina con una nave de doble tramo, crucero de brazos largos y cabecera pentagonal. Mientras los tramos de la nave se solucionan con bóvedas estrelladas, en el crucero se dispone una bóveda de terceletes y ligaduras y en la cabecera una bóveda con gallones.

Externamente se diferencian los dos procesos constructivos de los siglos XVI y XVIII. Destacan los contrafuertes del siglo XVI que delimitan la zona del ábside. Del siglo XVIII destaca el pórtico de ingreso configurado mediante cinco arcos de medio punto sobre los que se alza la torre parroquial del mismo periodo. Presenta la torre tres cuerpos de sección cúbica. Sobre el último de ellos se eleva un tambor octogonal que hace las funciones de campanario. La torre se remata con una cúpula de sección cilíndrica.

Retablo Mayor. Se trata de una obra del siglo XVII de estilo romanista procedente del monasterio de Irache y atribuida a Bernabé Imberto. Presenta estructura dos cuerpos de tres calles en las que se suceden columnas de fuste entorchado de estilo jónico y corintio. El conjunto se remata mediante un frontón curvo entre volutas. Ocupan la estructura del retablo excelentes relieves de Imberto dedicados a la vida de la Virgen. En la hornacina central del primer cuerpo del retablo se venera una talla de Santa María la Real de Irache. Se trata de una extraordinaria imagen románica del siglo XII. Presenta una estructura habitual de Virgen con el Niño sentado sobre su rodilla izquierda. En 1700 se le añaden a la escultura coronas de plata.

Del siglo XVII se conservan en la parroquia los retablos de estilo manierista dedicados a la Virgen del Rosario, a Cristo Crucificado y a la Virgen del Carmen. Los dos primeros también proceden de Irache. Completa el inventario retablístico un conjunto rococó dedicado a la Virgen de la Inmaculada. Arqueta renacentista de San Veremundo. Ubicada en el retablo de la Virgen del Rosario, se trata de una obra encargada en 1598 por el Abad de Irache al escultor Pedro de Troas. En su interior se guardan las reliquias del santo. La arqueta rectangular presenta en sus frentes varios relieves que narran la vida de San Veremundo. Se trata de escenas renacentistas en las que se adivinan figuras en movimiento muy expresivas.

Monasterio de San Pedro de Gazaga. De estilo gótico data del siglo XIII. De su primitiva estructura únicamente se conserva la iglesia. Presenta una sencilla planta rectangular dividida en tres tramos y cabecera recta. El alzado de los muros se realiza mediante medias columnas con capiteles vegetales e historiados que soportan el peso de tres bóvedas de crucería. En las claves de dichas bóvedas aparecen representaciones del Cordero Místico y de la Virgen con el Niño.

Externamente se presenta como bloque de sillería con series de contrafuertes que delimitan los muros. Dos rosetones góticos proporcionan la iluminación al interior. A los pies y en el lado de la Epístola se sitúan sendas portadas apuntadas que se abocinan mediante varias arquivoltas. En el muro de la Epístola discurre una hilera de canes lisos. Una línea de imposta lisa recorre a media altura el perímetro de los muros.

Ermita de la Virgen de Nieva. Se trata de una construcción de estilo renacentista del siglo XVI, muy reformada en el XVIII. Presenta planta de cruz latina con nave dividida en tres tramos, crucero y cabecera pentagonal. La cubierta se efectúa durante el siglo XVIII. Para los tramos de la nave se disponen bóvedas de arista con lunetos, mientras que la cabecera se soluciona mediante una bóveda de estilo gallonado. En el crucero se levanta una cúpula rebajada que parte de un robusto tambor. Externamente se presenta la ermita como una sencilla construcción de sillarejo con refuerzos de sillar en las esquinas.

Fernando GARCÍA NIETO