Udalak

CORTES

El entramado urbanístico de la localidad de Cortes de Navarra, se asienta sobre una colina en la que sobresalen una calle principal y varias perpendiculares a ésta. En el cerro de la Cruz del citado municipio, se halla uno de los poblados de la Edad del Hierro más importantes de la Península Ibérica. Los restos útiles de estas primeras civilizaciones del territorio, se encuentran en la actualidad en el Museo de Navarra. Se conservan entre ellos; fíbulas de hueso, molinos de piedra y numerosas piezas de cerámica bien decoradas o sin motivo alguno como por ejemplo numerosos idolillos de origen divino. Posee la villa, varios restos de arquitectura entre los que destaca su castillo. Las primeras fechas que se manejan sobre la ejecución del mismo, lo sitúan en plena reconquista durante el siglo XII. Los orígenes del castillo son medievales, si bien sufrirá numerosas alteraciones constructivas en los siglos posteriores. El conjunto del castillo está formado por un perímetro amurallado en forma rectangular, cuyo núcleo central es el Patio de Armas. Del periodo medieval, solamente se conservan algunas dependencias inferiores así como los cimientos en piedra de una torre. Sin embargo, desde el siglo XVI, se efectuaron continuas reformas en el mismo, tomando el aspecto de una casa palaciana defensiva. En plena Edad Moderna, se reconstruyeron en ladrillo y mampostería, dos pequeños torreones con remate geométrico sobre arco de entrada así como parte del perímetro de la muralla. No obstante, el aspecto definitivo del castillo y que todavía hoy se puede apreciar, pertenece al siglo XIX, época en que se le otorgó al conjunto un aspecto de estilo neogótico. El castillo de Cortes de Navarra, alberga en su interior, una importante serie de pinturas de distintos periodos que oscilan desde el siglo XVI, hasta mediados del siglo XIX. El óleo más importante de esta colección, es una tela perteneciente al siglo XVI, correspondiente a un retrato del Duque de Vilahermosa realizado por el pintor flamenco Rolán de Mois. Además, la villa conserva como edificios de arquitectura civil, dos palacios de los siglos XVII y XVIII respectivamente, situados en la Plaza de la Iglesia. El primero de ellos, se localiza en el número 13 de dicha plaza y corresponde con una construcción en ladrillo de dos cuerpos, rematada mediante arquillos de medio punto. De la segunda mitad del siglo XVIII, corresponde el palacio situado en el número 4 de la mencionada plaza. Su alzado es también en dos cuerpos de ladrillo y un remate a manera de arcos dobles. En el segundo piso cuenta con balcones, sobre los que se asienta de manera decorativa un escudo perteneciente al estilo rococó. En cuanto a la arquitectura religiosa, se supo que en la villa existieron en la antigüedad las ermitas de San Miguel y Santa Ana, de las que en la actualidad no queda en pie, resto alguno. Sin embargo, el núcleo urbano de Cortes de Navarra, además de estar presidido por el Castillo, posee como centro monumental la Parroquia de San Juan Bautista. El origen del presente templo hay que situarlo en la segunda mitad del siglo XVI, dentro de las coordenadas de un estilo gótico renacentista. De este periodo, se conservan la nave central y la cubierta de la misma, en forma de tracería mixtilínea, así como la cubierta del presbiterio en forma de bóveda estrellada. El templo quedó dividido en cuatro tramos de una sola nave. En los siglos XVIII y XIX, se realizarán diversas reformas en el mismo, consistentes en el añadido de diversas dependencias tales como la Capilla del Cristo. El resultado externo de la Parroquia de San Juan Bautista, es el de un edificio construido en ladrillo en el que sobresale la aparente torre del siglo XVII, realizada en el mismo material. En la zona del Presbiterio de la Parroquia, se aloja el retablo de San Juan Bautista, perteneciente al maestro Francisco de Çoco de principios del siglo XVII. La traza inicial de este retablo fue totalmente recompuesta a inicios del siglo XX, si bien, su aspecto original estaba formado por un banco sobre el que se situaban dos cuerpos divididos en dos calles, con columnas de los órdenes jónico y corintio. El retablo está decorado con pinturas sobre tabla de influencia italiana de los siglos XVI y XVII. En la capilla del Santo Cristo, dentro del lado del Evangelio, se localiza una imagen de San Bautista de mediados del siglo XVII; es una talla de claro estilo barroco con gestos humanistas de rotunda expresividad. Otra pieza de importancia ubicada en el templo como es la virgen del Pilar de estilo flamenco de mediados del siglo XV, que se halla en la sacristía y que todavía conserva el aspecto de su iconografía original. También en el coro se aloja la Virgen de la Merced perteneciente al siglo XVII, y de estilo barroco. En otras dependencias de la parroquia, se encuentran diferentes motivos de imaginería religiosa de también diversos periodos; un Cristo Crucificado de estilo romanista del siglo XVI, una imagen de San Juan del XVII y otras barrocas del siglo XVIII.