Kontzejuak

CORDOVILLA

Urbanismo y construcciones civiles

Pocos pueblos navarros pueden representar mejor que Cordovilla la destrucción del patrimonio tradicional por causa de la edificación de nuevas urbanizaciones, espoleada por la cercanía de Pamplona. Podemos afirmar que, a día de hoy, nada queda de la pequeña aldea tradicional que todavía en 1802 agrupaba a 42 almas, habiendo sido totalmente reemplazado por una amalgama de construcciones unifamiliares y adosadas. De los dos palacios que en su día tuvo, uno perteneciente a los condes de Guenduláin y otro a los de los condes de la Rosa, ninguno de ellos figuró en las nóminas de palacios de cabo de armería. En la actualidad, de aquellos dos antiguos palacios tan sólo quedan los restos fosilizados del último citado, muy transformado para su adaptación a local de hostelería. Así, parecen adivinarse los restos de un palacio fuerte con planta en "L", con un semipatio hoy incorporado al restaurante. Los muros son de sillarejo muy someramente escuadrado, con dos alturas. Uno de los hastíales presenta en planta baja una sucesión de saeteras ensanchadas para su reutilización como tragaluces, y se abre mediante un portalón apuntado de gran formato, con nueve dovelas muy desarrolladas, que pueden llevar su datación hasta el siglo XV. En la clave hay un escudo gótico, en muy mal estado de conservación, en el que todavía se distingue un campo partido, con fajas horizontales y fajas entadas, similares a las que lucen los escudos de palacios de cabo de armería como los de Uriz o Solchaga. Encima de esta puerta hay una ventana adintelada y con parteluz, similar a otras encontradas en palacios señoriales navarros, como los de Arce, Mugueta, Góngora o Larrángoz. Estos vanos se consideran como del periodo de transición de la ventana geminada medieval al vano recto renacentista, y son compatibles con una datación dentro del siglo XV. En el mismo paño, a tan sólo unos metros de distancia, observamos otra ventana idéntica. Tres ménsulas de piedra situadas sobre la puerta pudieron servir para sustentar el antepecho de la ventana mencionada, o bien pudieran ser los restos de una pequeña buharda defensiva, dispuesta sobre la puerta como aún vemos en el palacio de Echarren de Guirguillano.

Parroquia de San Cosme y San Damián

Se trata de un templo al parecer románico en origen, aunque muy alterado en intervenciones posteriores. En los años 70 el culto se trasladó a la nueva parroquia del Sagrado Corazón. En la actualidad el viejo templo se encuentra en una pequeña zona ajardinada, rodeado de nuevas construcciones. La planta consta de una única nave, dividida en tres tramos de diferente longitud, de los cuales uno ejerce como cabecera, rematada en testero recto. A ambos lados del segundo tramo se adosan sendas capillas, algo más profunda la del lado de la Epístola, que hacen las veces de transepto. El acceso se practica por el muro meridional, buscando las mejores condiciones climáticas, y por el mismo lado se adosa la sacristía, que es una estancia de planta rectangular, abierta a la altura de la cabecera.

Los muros son de sillería, irregularmente aparejada, y acusan los habituales cambios de material en altura, correspondientes a otras tantas intervenciones. Al exterior se distingue un importante recrecimiento, realizado en ladrillo, mientras que al interior las paredes van enlucidas, imitando el despiece de sillares. El coro es alto, moderno y levantado en obra.

Recibe este conjunto varios sistemas de cubrición. El primer tramo de la nave lleva una moderna bóveda de cañón con falsos lunetos, que se corresponde con el recrecimiento en ladrillo que se observa al exterior y que ya hemos mencionado. El segundo tramo recibe una bóveda de terceletes de tradición gótica, propia del XVI, y las capillas del transepto lucen crucerías simples. La cabecera lleva una bóveda nervada estrellada. Los nervios apean en ménsulas circulares encastradas en el muro, y culminan con claves decoradas con crucecitas. La sacristía se cubre también con bóveda nervada.

Al exterior apreciamos una espadaña que se levanta sobre el muro de los pies, con remate circular y pirámides con bolas, del tipo escurialense. La puerta propiamente dicha es un sencillo arco de medio punto de reducido tamaño, con siete dovelas radiales y clave que lleva un crismón trinitario labrado en relieve.

Al interior, el presbiterio va ocupado por un retablo barroco, bajo la advocación de los santos Cosme y Damián. La traza consta de banco que alberga el sagrario, un cuerpo y ático entre aletones y rematado por un escudo heráldico rodeado de decoración vegetal. Se articula mediante estípites y columnas de capitel compuesto. En cuanto a la escultura, admiramos el grupo de Santa Ana con la Virgen, barroco, así como la talla de San Cosme y San Damián, del XVI, que ocupaban la caja central antes de su traslado a la nueva parroquia. Cerca vemos una talla de San Antonio con el Niño, barroca del siglo XVII. En la sacristía se custodian varias piezas de orfebrería.

Parroquia del Sagrado Corazón

Se construyó en el siglo XX, en el nuevo barrio surgido junto a la carretera Pamplona-Zaragoza, para responder a las nuevas necesidades derivadas del crecimiento demográfico y del polígono industrial ubicado en esta zona. En su interior se conservan algunas obras de arte trasladadas desde la vieja iglesia, como la pila bautismal románica, que consta de corto fuste ochavado y taza cónica decorada con gallones y una cenefa de florecitas inscritas en círculos.

En la sacristía se encuentran las tallas de San Cosme y San Damián, antes citadas, así como un Crucificado renacentista, del XVI, o una talla de San José, datable como del siglo XVIII y ejecutada aún en lenguaje barroco.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)