En una extensa y maravillosa autobiografía, con una tirada cuidadosamente editada y restringida a quinientos cincuenta ejemplares numerados en 1978, Luis de Castresana dice refiriéndose a su oficio de pintor "Me gusta, sobre todo, pintar. Pintar. ¡Ay, el gozo de la pintura! No conozco nada que dé más plenitud a mi vida. Subo a mi estudio, en una buhardilla del Casco Viejo, me coloco ante el caballete, empiezo a pintar, y la vida deja de dolerme".
Si bien, es más conocida su faceta de escritor, como el mismo describe su vida ha estado "a caballo entre pinceles y cuartillas, pintores y escritores, librerías y museos. Siendo muchacho, en mis iniciaciones literarias, viví tan estrechamente el mundillo de los pintores como el de los escritores." Desde muy joven entra en contacto con José Barceló en el estudio que tenía en la calle Concha. En su primer viaje a Madrid, visita a los pintores Pancho Cossío y Vázquez Díaz.
Antes de haber sido uno de los fundadores del Nuevo Ateneo de Bilbao, fue quien hizo posible que los escritores se afiliaran con los pintores en la Asociación Artística Vizcaína. Escribió entonces para el Boletín de la Asociación un artículo explosivo y desmesurado que despertó la indignación de algunos pintores. Este incidente crea una tensión que hace que él y los demás escritores abandonen la asociación, reincorporándose seis o siete años después.
Dibuja y realiza algunas acuarelas en su viaje por Holanda y luego en París, Londres y Madrid. Más tarde, en 1973, impulsado por su amigo, el editor José María Martín de Retana, comienza a pintar al óleo. "Y con el óleo me fui enamorando absoluta y totalmente de la pintura, convirtiéndola para siempre en mi otra mitad expresiva. Lo que había comenzado como un hobby se convirtió en pasión, en disciplina, en fervor. Me enamoré de la pintura: así de sencillo."
En el mismo año en que comienza a pintar al óleo, presenta su primera exposición en la Galería Windsor de Bilbao "... es algo que jamás olvidaré. Miguel Sáenz vino a mi casa a ver los cuadros y me dijo: "Te los expongo". Y dije: Vale. Era una pintura literaria, totalmente falta de técnica, ingenua, torpe, quizá con el único atractivo de la espontaneidad y la anécdota". Esta exposición le hace reflexionar mucho acerca de lo que quiere hacer. Pregunta a todos los pintores que pasan por allí acerca de sus defectos con el afán de mejorar "Y opinaron García Barrena, y Barceló, y Largacha, y Párraga, y Bilbao Unanue, y Waldo Aguiar, y Olaortúa, y qué se yo quién".
En febrero de 1974, hace su segunda exposición en Galería de Arte Vasco Gavar, en Madrid. "Era una pintura más madura, mas técnica, más pintura-pintura, que cayó muy bien y que tuvo, quizá, una repercusión excesiva para mis pocos méritos pictóricos. Aprende entonces de las críticas de Luis Otero, José Hierro y Campoy. A comienzos de 1975, expone en la Mitre Gallery de Barcelona, año en que muere su mujer, Carmenchu y el artista regala todos los cuadros que aún tenía, a las amigas que habían ido a casa a visitarla durante su enfermedad. Luego, según sus palabras "la Pintura me fue redescubriendo el sentido de vivir. Gracias al pintor Gonzalo Román, alquiló una buhardilla en el Casco Viejo donde pintaba durante horas sin parar. Participa en algunas colectivas y rechaza ofertas para exponer individualmente en Bilbao, Madrid, Biarritz y París. En mayo de 1978 muestra su cuarta exposición en la Galería Arteta de Bilbao. El artista declara en esta época: "Escribo y pinto, pinto y escribo, porque es algo consustancial a mi naturaleza. Como el respirar. Pintar es para mí, además de una necesidad, una honda y feliz plenitud. Lo que me hace pintar, lo que me da hambre de pintar, no es el deseo de contar una historia en color. No. Es el gozo y el amor de la pintura".
En 1980 publica el libro Pintura y pintores de Vizcaya editado por la Caja de Ahorros Vizcaína en su serie Azul. Arte y literatura. Una visión personal, entrañable y clara del arte y los artistas que le rodean y con los que convive. A partir de entonces colabora en numerosas publicaciones referidas al arte vasco, entre otros, escribe varios de los prólogos de Pintores y Escultores Vascos de Ayer, Hoy y Mañana de la Editorial La Gran Enciclopedia Vasca.
SRP
- Castresana, Luis de: Pintura. Editorial Vizcaína, S.A. 1978.