Zerbitzuak

CAJA DE AHORROS Y MONTE DE PIEDAD MUNICIPAL DE PAMPLONA (1872-1999)

El Monte de Piedad.

El Monte de Piedad de Navarra comenzó su actividad el 2 de diciembre de 1872. Como todas las instituciones de este tipo tuvo un carácter marcadamente benéfico. Los Montes, surgidos a mediados del siglo XV para luchar contra la usura, fueron impulsados por la Iglesia y se consideraron durante muchos años una obra de caridad. Sin embargo, para su supervivencia tuvieron que optar por introducir los préstamos prendarios y cobrar un interés, aunque fuera mínimo, que garantizasen su futuro. El ejemplo del primitivo Monte de Piedad de Madrid era la mejor prueba. Esta obra caritativa del padre Piquer, que no exigía el empeño de prendas ni intereses y que tan sólo solicitaba la voluntaria limosna del beneficiario, malvivió desde el siglo XVIII, y no se afianzó hasta su unión con la Caja de Ahorros bajo otros principios menos generosos. Este Monte evidenció la necesidad de utilizar los mismos planteamientos que los prestamistas profesionales, pero cobrando un interés razonable que no llevara a la ruina a sus potenciales clientes. El buen funcionamiento de un Monte de Piedad requería conjugar armoniosamente la .piedad. con la rentabilidad, o al menos con la menor pérdida posible, porque nunca fueron negocio para las Cajas que los tenían asociados y siempre fueron considerados una obra benéfico social.

La situación económica en la que se encontraban amplias capas de las poblaciones urbanas del siglo XIX fue otra de las razones para la puesta en marcha de los Montes. Seguía siendo necesario terminar con los usureros que llevaban a la ruina a muchas familias cuando necesitaban un préstamo monetario para salir de una crisis económica (enfermedad, paro, viudedad...). Tal vez nos demos cuenta lo que pudo significar si sabemos que, en sus primeros momentos, el Monte de Piedad navarro llegó a admitir como garantía productos alimenticios (cacao, azúcar, café). Posteriormente, se limitó a ropas, colchones, alhajas, etc. y en los últimos años tan sólo se aceptaron joyas y objetos de arte o singularmente valiosos. Si el ahorro en esta Caja se mantuvo durante muchos años en unos límites modestos, lo mismo ocurrió con los préstamos concedidos por el Monte. En 1927, alcanzaron un importe de 47.325 pesetas; en 1950, se efectuaron 2.710 préstamos por un valor de 162.538 pesetas, se habían cancelado 2.846 por un importe de 161.758 pesetas y el balance total era de 239.845 pesetas; en 1960, en una situación económica muy diferente, el importe de los préstamos había disminuido, 99.547 pesetas.

Las subastas que se realizaban anualmente con las prendas no desempeñadas nos indican que las dificultades de quienes acudían al Monte eran a veces insalvables. Estas subastas se han mantenido a lo largo de toda la historia de esta Caja. En 1990 se realizaron cuatro subastas por un importe de salida de 9 millones de pesetas y con un remate final de 12 millones. La última de las realizadas tuvo lugar en 1996. Caja Navarra, la entidad surgida de la fusión de esta Caja y de la Caja de Ahorros de Navarra, mantiene el tradicional Monte de Piedad que, naturalmente, tiene unas características muy diferentes al originario (véase CAJA DE AHORROS DE NAVARRA y CAJA NAVARRA).