Zerbitzuak

CAJA DE AHORROS PROVINCIAL DE GUIPÚZCOA (1896-1990)

Obra Social 1896-1910.

Para Balbás, las Cajas no eran "simples instrumentos pasivos, destinados a favorecer la formación de un nuevo capital", sino "organismos activos de la vida económica, utilizando, en la misma región que los ha producido, los capitales embrionarios que las Cajas han centralizado" (Martínez, 1996: p. 224) y eso le llevó a apoyar todo tipo de instituciones benéficas y sociales de iniciativa pública o privada.

Sus primeras obras sociales estuvieron relacionadas con el fomento y la ayuda a la agricultura y la ganadería. La compra de la finca "Fraisoro" (1898), que la Diputación de Gipuzkoa tenía en arriendo, fue el punto de arranque de la labor de la Caja hasta 1910. Allí se instaló una granja escuela con ganado, terrenos de cultivo de la región y experimentales, en la que se enseñaban a los hijos de los campesinos actividades agropecuarias. También subvencionó la participación en los concursos agrícolas y ganaderos -provinciales, regionales y nacionales-; la introducción de nuevas razas vacunas; el establecimiento de la Caja Provincial de Reaseguros para el ganado; la propaganda y apoyo a los Sindicatos Agrícolas y a las Cajas Rurales.

La producción de leche en Fraisoro y la introducción de las técnicas de pasteurización y maternización de la misma, cuyo proceso había estudiado en Francia su director, a cargo de la Caja (1901), permitieron la puesta en marcha de dos importantes instituciones benéficas: la "Casa Central de Expósitos" y "La Gota de Leche" (Martínez, 1996: pp. 70-94). La C.A.P. costeó los gastos de instalación, mantenimiento y mejora de la Casa Central de Expósitos, instalada en terrenos de la Granja, mientras que la Diputación, que tenía el deber legal de cuidar de esas criaturas, sufragaba su asistencia y los gastos diarios del establecimiento. Fue una institución modélica que rebajó de manera notable el índice de mortalidad de los niños y niñas allí acogidos.

Además de la Casa Central de Expósitos, había un torno para la recogida de criaturas abandonadas en el Asilo de San José de Donostia-San Sebastián, al que también se llevaba leche maternizada de Fraisoro para su alimentación cuando no se disponía de suficientes amas de cría. Ese fue el punto de arranque de La Gota de Leche de San Sebastián, encargada de proporcionar leche maternizada a recién nacidos y bebés. Las dos Cajas de Ahorros guipuzcoanas contribuyeron a su sostenimiento a partes iguales, fue ésta una institución de larga vida (1902-1985) que, naturalmente, evolucionó e introdujo otros servicios (atención médica, vacunación...) conforme fue necesario.

Además de estas instituciones, estaban las subvenciones y ayudas periódicas o extraordinarias a muy diversas entidades benéficas: Asilo de San José, Hermanitas de los Pobres, Oblatas, Asociación Guipuzcoana de Caridad...; los créditos en condiciones muy especiales a este tipo deinstituciones; los premios a las nodrizas de expósitos; ayudas a los soldados heridos en Cuba (1989) y a las familias de los allí fallecidos.