La galerna de 1924.
El miércoles 9 de enero de 1924 Biarritz experimentó los efectos de una salvaje galerna que barrió el establecimiento de baños, las instalaciones del Puerto Viejo, la playa grande, los cafés playeros, los muelles, jardines, bulevares, el dique de la Roca de la Virgen, el parapeto de la playa llamada de Los Vascos, etc., en unos segundos de viento y agua desatados.