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BERMEO

Arte religioso. Dos realidades articulan el espacio urbanístico del municipio de Bermeo; por una parte el mar, que sería el destacado protagonista de la historia de la villa en su núcleo central, y el entorno rural agropecuario definidor de la mayoría de las nueve barriadas que componen el territorio municipal (Agarre, Almike, Ander Deuna, Arene, Arronategi, Artike, Demiku, Mañu y Mikel Deuna), en donde en gran medida predomina el caserío como forma de poblamiento. Con respecto a la villa es de reseñar su entramado urbano, fruto del paso de los siglos por un municipio vinculado siempre a la pesca. Su zona antigua es una trama de calles estrechas y cantones como dicta el urbanismo de origen medieval que en este caso se adaptan al terreno empinado desembocando en el puerto, elemento centralizador del conjunto.

Patrimonio Religioso

Tras la desaparición de Santa María de la Atalaya, la iglesia de Santa Eufemia se quedó sola en la representación parroquial de tradición medieval en el centro urbano de Bermeo. Si bien se puede documentar al menos desde 1375, la fábrica actual es de estilo gótico de fines del siglo XV y fruto de una restauración tras el incendio que sufrió en 1504. Otro arreglo en las últimas décadas del XVIII aportó la torre-campanario y la fachada principal actuales. Para saber más visite el artículo dedicado a este templo en la enciclopedia.

La iglesia de Santa María vino a sustituir a la arruinada Santa María de la Atalaya, pero en una situación más próxima al centro urbano de lo que se encontraba la anterior. Ante todo llama la atención su amplio volumen, siendo una de las iglesias más grandes de Bizkaia. Más información en el artículo dedicado a este templo en la enciclopedia

Además de las iglesias situadas en el casco urbano existen otras dos fábricas con entidad eclesiástica. En Alboniga, Santa María de Alboniga y en Mañu Nuestra Señora del Carmen. La primera, aunque tiene origen plenomedieval, es de estilo renacentista fruto de la reconstrucción por un incendio a mediados del siglo XVI y con restos de siguientes actuaciones como la realizada a finales del XIX. Nuestra Señora del Carmen, por su parte, es un edificio terminado en 1887 con aire rural y poco interés artístico.

El convento de San Francisco, inmerso en el casco antiguo bermeano, es uno de los edificios más significativos de todo el municipio, no en vano es uno de los pocos conventos medievales con claustro que se conservan en Bizkaia. Compuesto por la iglesia, el claustro y las dependencias monacales, son los dos primeros los elementos más destacados. El templo, gótico de estilo Reyes Católicos y construido en las primeras décadas del siglo XVI, es deudor de un género tardomedieval que inmerso en un momento de nuevas formas en los territorios periféricos a las vanguardias de la época todavía sigue desarrollando trazas imbuidas en el pasado. Es de una sola nave y siete tramos cubiertos con crucería y tiene varias capillas laterales inmersas entre los contrafuertes que recorren la iglesia interiormente.

El otro componente a resaltar del convento es el claustro, algo anterior en su construcción a la iglesia, ya que estaría fechado entre la segunda mitad del siglo XV y principios del XVI. Es de planta cuadrada y arquerías en arcos apuntados sobre pilares fasciculados con capiteles geométricos. Dentro de la galería cada ángulo se articula en arcos escarzanos apoyados sobre ménsulas historiadas de temática diversa.

Existió en Bermeo otro edificio conventual, el convento de Santa María, en la Isla de Izaro, del cual actualmente sólo quedan ruinas. Data de 1422 y fue abandonado en 1719 para trasladarse la comunidad eclesiástica a Forua. Aún se pueden distinguir sus estructuras básicas (iglesia, patio, dependencias, etc.), y en los alrededores se conservan restos de la antigua ermita de La Magdalena. Tuvo interesante arte mueble que está disperso por la provincia, destacando una tabla del pintor flamenco Quentin Massys de transición entre los siglos XV y XVI.

Cinco ermitas sobreviven en pie en todo el territorio, siendo solamente una la que se encuentra en pleno núcleo, La Cruz y Santa Marina, el resto dispersas por las diferentes anteiglesias y barriadas. Estas serían, San Juan de Gaztelugatxe, en el islote del mismo nombre y de importancia histórica y etnográfica indudable en Bizkaia; Nuestra Señora de la Purificación, en Demiku, de reciente construcción; San Miguel, en Mikel Deuna , documentada en el siglo XI; y el Ángel de la Guarda en Alboniga que se podría clasificar tipológicamente como humilladero.

La Cruz y Santa Marina es un templo urbano de pequeñas dimensiones, con planta rectangular y de mampostería. De estilo neogótico, presenta acceso apuntado bajo dos vanos de igual arco y espadaña siguiendo estilismo. Destaca además de las imágenes que alberga (Cristo, San Juan, Santa Lucía, San Antonio, San Blas, Virgen del Carmen, San Antonio de Padua, San Antonio Abad, Corazón de María, Dolorosa y un crucifijo gótico del siglo XIV de características excepcionales), su histórica localización, albergando varios templos desde el siglo XIV y una necrópolis, conocida como Necrópolis de Kurtzio.

Cabría hablar en el patrimonio de tipo religioso del Cementerio de Mendiluz, de principios del siglo XX y con dos elementos destacados, el acceso y la capilla. La entrada es en arco apuntado con cruz en su zona alta, flanqueada por dos cuerpos adelantados en forma troncopiramidal y rematados con pináculos de estilo neogótico. La capilla, más clasicista y de tipo palladiano, se abre en arco de medio punto bajo frontón clásico y enmarcado entre pilastras y sobre columnas toscanas. El panteón Telletxea-Ayo destaca por encima del resto de sepulturas.