Prosopografía de la emigración vasca. Sacerdote vizcaíno, carmelita descalzo exclaustrado, nació en Bilbao en el primer tercio del siglo XIX.
Obligado a abandonar su condición de religioso por las leyes exclaustradoras españolas de 1837, no sabemos si es uno de los varios sacerdotes vascos que acabaron exiliándose en tierras americanas, tras la derrota carlista en la Primera Guerra, por su apoyo al pretendiente.
La primera mención que tenemos de él en Uruguay, país en el que se afincaría definitivamente, data de abril de 1843. En esa fecha desempeña las funciones de párroco interino en Rocha, donde era teniente cura. A principios de 1844 recibe el título de párroco de Dolores (Soriano), cargo que ejercerá durante cerca de cuarenta años junto. En varias ocasiones colaboró con el párroco de la vecina localidad de Soriano. Sólo estará alejado de su parroquia entre 1852 y 1855, purgado por el nuevo vicario apostólico de Montevideo a causa de haber apoyado al partido blanco en la guerra civil entonces recién terminada.
Abandonó la parroquia de Dolores el 10 de septiembre de 1887, retirándose al Hospital de Caridad de Montevideo, donde ejerció de capellán y permaneció asilado hasta su muerte, producida hacia 1893.
Óscar ÁLVAREZ GILA
Profesor de Historia de América. UPV-EHU
Obligado a abandonar su condición de religioso por las leyes exclaustradoras españolas de 1837, no sabemos si es uno de los varios sacerdotes vascos que acabaron exiliándose en tierras americanas, tras la derrota carlista en la Primera Guerra, por su apoyo al pretendiente.
La primera mención que tenemos de él en Uruguay, país en el que se afincaría definitivamente, data de abril de 1843. En esa fecha desempeña las funciones de párroco interino en Rocha, donde era teniente cura. A principios de 1844 recibe el título de párroco de Dolores (Soriano), cargo que ejercerá durante cerca de cuarenta años junto. En varias ocasiones colaboró con el párroco de la vecina localidad de Soriano. Sólo estará alejado de su parroquia entre 1852 y 1855, purgado por el nuevo vicario apostólico de Montevideo a causa de haber apoyado al partido blanco en la guerra civil entonces recién terminada.
Abandonó la parroquia de Dolores el 10 de septiembre de 1887, retirándose al Hospital de Caridad de Montevideo, donde ejerció de capellán y permaneció asilado hasta su muerte, producida hacia 1893.
Óscar ÁLVAREZ GILA
Profesor de Historia de América. UPV-EHU