Udalak

BASTIDA ARBEROA

Fundación en el siglo XIV. Se atribuye su origen fabuloso a una colonia de ochocientas personas venida bajo la dirección de la dama Claire de Rabastens (Bigorre), como consecuencia de una de las disensiones o guerras tan frecuentes en la época feudal. Se dice que Claire, de sangre real navarra, abandonó su casa y su país en 1310 o 1311 para dirigirse hacia las montañas. Obtuvo del rey de Navarra un lugar de refugio a los pies del monte Baïgura, entre los municipios de Ossés y de Irissarry. Después de residir durante algún tiempo, en vista de la oposición de los habitantes de estas comunas, la colonia se trasladó al lugar en que se eleva hoy la villa, en un país desierto y cubierto de bosques, terreno propio y hereditario del rey de Navarra, en la tierra de Arberoue, en la parroquia de St-Pierre de Ayherre. La nueva Bastida habría tomado el nombre de Clairence por el del jefe de la colonia. En resumen, esta villa fue fundada por los reyes de Navarra con los fueros de los Rabastens. No cabe duda de que su emplazamiento en una zona estratégica del límite del reino de Navarra obedeció a razones de defensa nacional. Una averiguación hecha en el mes de octubre de 1347 para tratar un litigio entre la autoridad real y la episcopal sobre el derecho de patronato de la iglesia de Labastide Clairence, nos da a conocer que en el lugar en que fue edificada dicha iglesia, el rey Luis Hutín poseía un pequeño castillo o fortín guardado por un alcaide (Miguel Gascón). Representando el dominio real, este último recibía los gajes por la custodia de dicho castillo y de los lugares vacantes que le rodeaban; a su vez, condenaba a pagar multas a los que sin su permiso cortaban leña en los bosques del rey. En 1312 el rey Luis Hutín confirmó a "Labastida nueva de Clarenza" los privilegios que le había dado su padre cuando tenía el condado de Bigorra, excepto en cuanto al tráfico de la sal, en cuyas compras y ventas deberían observar los habitantes lo mismo que los de otros pueblos de la senescalía de Bigorra; que pudiesen vender libremente sus bienes, excepto a las iglesias, eclesiásticos y caballeros; que sus hijos pudieran ser promovidos al clericato; que no fuesen embargados sus bienes, queriendo estar a derecho, si no fuese por muerte o herida mortal u otro delito por el que su cuerpo o bienes debiesen ser confiscados; que los oficiales del rey no pudiesen demandar a los habitantes sino por negocios propios del rey y no de particulares; que ningún habitante fuese juzgado ni satisfaciese a demanda fuera del pueblo; que los que entrasen en huertos, viñas o prados, pagasen 12 dineros tolosanos a los cónsules de la villa; por cada bestia dos dineros, por cada puerco un dinero, por cada oveja, cabrón o cabrito, un óbolo y además el daño; los pasajeros que ignorasen la pena escarian al juicio del baile; que por los falsos pesos y medidas se pagasen 60 sueldos; que los carniceros vendiesen buena carne y de lo contrario se aplicase a los pobres por el bailen y cónsules; que las panaderas ganasen en cada sestario de trigo 4 dineros y el salvado, y si ganasen más perdiesen el pan y se aplicase a los pobres; que los comestibles no se vendiesen a los revendedores antes de llevarlos a la plaza; que valiesen los testamentos hechos en presencia de testigos, aunque no tuviesen las solemnidades de derecho; que si alguno muriese sin heredero, los cónsules guardasen los bienes, año y día, con inventario; y que si alguno se casare y recibiere con la mujer 1 .000 sueldos de dote, el novio debería dotarla con 500. En 1321 los habitantes de Labastida estaban en guerra con los de Arberoa, sobre diferencias de términos que llegaron a transigir: mediante sentencia dictada el 26 de junio por el gobernador de Navarra Ponz de Morentaina. El litigio fue por los yermos y términos del bosque Garrareguia.

Quema de brujas. En 1329, Arnaud Sanz de Acha, lugarteniente de Labastide-Clairence, tiende una emboscada a una pobre leprosa llamada Juana, a la que se acusa de nigromante y entendida en bebedizos. Para ello se emplea a 17 hombres armados, más el lugarteniente. Ese mismo año las autoridades erigen en Labastide una hoguera en la que perecen 5 mujeres: Juana la Leprosa, Peyrona de Posac, Dominica de Burban, Amauda de Bosc y Juana Fillola.

Fuero de Rabastens. En 1338 los jurados de la villa hacen una consulta escrita a los jueces de Rabastens de la Bigorra sobre la interpretación de ciertos aspectos del fuero de Labastide-Clairence que, como ya se ha dicho, es el de Rabastens. El texto de la consulta se halla en el manuscrito Glanages de Larcher (1731) y la respuesta en la obra de Lagrèze La Navarre. Française (1881 ), t. I, p. 373.

Bajo el poder de los Agramont. En 1350, Carlos "El Malo" hace ricombre a Arnaud-Raymond de Gramont y le cede las rentas de la villa a cambio de mantenimiento de seis caballeros. En 1365 Don Carlos perdonó a los vecinos de Labastida, a perpetuo, todo lo que le debían por las plazas, casaletes y fornajes, según su privilegio de fundación, que era por cada plaza 6 dineros, por cada casalet dos y por cada fornaje 6 en cada año, y además les concedió que pudiesen sacar sus vinos fuera del reino francamente siempre que quisiesen. Estos nuevos privilegios fueron acordados para evitar que Labastide Clairence siguiera despoblándose debido a los impuestos que pesaban sobre sus habitantes.

Vuelve al realengo. Arnalt Remón, señor de Agramont, la permutó con el rey Don Carlos II recibiendo aquél en cambio los molinos de la villa de San Juan de Pie de Puerto, llamados del mercado y del base, para sí y sus sucesores. En 1420 Don Carlos III mandaba que los de Labastida fuesen mantenidos perpetuamente en su franquicia, fueros y libertad de peajes, en todo el reino, en razón a los puercos, ganados y otras mercadurías que trajesen y llevasen, por estar aforados al fuero de Rabanstens.

Establecimiento de los judíos. La vida de la colonia y sus descendientes fue bastante atormentada. Después de las discordias ocasionadas por el derecho de diezo, patronato, etc., llegaron los problemas de una nueva colonia; los judíos, expulsados de España, Navarra y Portugal en el siglo XVI, se aposentaron en la villa.

Nueva persecución de brujas. Durante el proceso de las brujas de Laburdi, numerosas localidades de la Baja Navarra contribuyeron para la persecución de los acusados de hechicería. Labastide contrajo incluso deudas. El 6 de enero de 1647, en una asamblea general en la que, entre otros, figuraban los nobles Saubat de Colomots y Jean d'Arrieux, se votó un empréstito de 1.800 libras y se nombró a dos síndicos para continuar las diligencias comenzadas contra cinco mujeres y un hombre encarcelados por delito de supuesta hechicería.

El sacerdocio de Leizarraga. Durante el siglo XVI y XVII, Labastide-Clairence fue una de las excepciones en el panorama de guerras religiosas que azotaron a Navarra al mismo tiempo que al resto de Europa. En esta villa, era ministro del culto en 1582 Joannes de Leizarraga de Briscous. Se celebraban en la iglesia los oficios, tanto a la manera católica como a la hugonote. Bajo las órdenes de Juana de Albret y respondiendo a las reiteradas solicitaciones de M. M. de Belsunce y de Méharin, Leizarraga llevó a cabo la primera traducción al vasco del Nuevo Testamento, así como de un catecismo y de las oraciones vigentes en Ginebra.

Vida material en el siglo XVIII y XIX. En 1722 se celebra una sesión en el ayuntamiento a fin de solucionar los conflictos que oponían a los comerciantes de esta villa y a los de Espelette debido a celebrarse ferias en esta última los mismos días que en Labastide. La población ascendía en 1725 a 2.000 comulgantes; en 1820 posee 2.073 habitantes. Estos se dedicaban a la fabricación de clavos y sombreros, industrias aportadas por los primeros colonos. Estas industrias, después de haber constituido, si no la fortuna, por lo menos el bienestar de Labastide, comenzaron a decaer en el siglo XVIII y en el siglo siguiente se hallaban casi completamente extinguidas.

Revolución y guerra. Al estallar la revolución era párroco de la villa, Joseph-Emmanuel-Edouard Lartigue de Bayona que no prestó el juramento constitucional, siendo reemplazado por el sacerdote juramentado Bernard Bergeyre. El 4 de enero de 1814, 4 soldados del ejército francés a caballo que iban a Labastide-Clairence mataron en el camino a un chico joven sin ningún motivo. A finales del mismo mes la división española de Morillo llegó a los máximos excesos en esta localidad: robó hasta el último trozo de pan, ropa, muebles, ganado, incluso hubo españoles que a la gente que encontraban en el campo le robaban la ropa y los zapatos; los portugueses que les reemplazaron en este sector hicieron enormes requisiciones pero pagaron.

II Guerra Mundial. Quedó, en virtud del armisticio del 22 de junio de 1940, al O. de la demarkationslinie, por tanto en la zona directamente administrada por la Werchmatch alemana.