Fábrica de estearina, bujías, jabón, oleína y glicerina, de los Sres. Lizariturry y Rezola en San Sebastián (Gipuzkoa). Antigua empresa, descrita a fines del s. XIX, así: «Esta fábrica, construida en el año 1864, ha sido reedificada después de dos incendios que la han destruido, y en estos últimos años ha tenido tal desarrollo que se la puede considerar como la más importante en su género en España. La primera materia, que es el sebo, la traen de Buenos Aires, de Australia y parte de París, Burdeos y algo de España; la primera operación que con el sebo se hace es la saponificación, en un magnífico aparato de 3.000 litros de cabida, que indudablemente es de lo mejor que en su clase se conoce, montado en el año 1888. El sebo en fusión sube a la parte superior del aparato a presión de vapor de 8 a 10 atmósferas, y por un sistema de tubos va a grandes recipientes dispuestos convenientemente en el primer piso, y allí se separa la glicerina. Separada la glicerina incolora y azucarada, queda el sebo en el estado calcáreo, que pasa a otros recipientes de plomo, para verificar la descomposición precipitando la cal, que se convierte en sulfato de cal, y quedando al estado de ácido graso. Este mismo ácido graso, después de sufrir dos baños de ácido sulfúrico y de agua, corre a unos platos moldes, que con el enfriamiento se convierte en panales sólidos. Estos se envuelven en sacos de lana y se someten a una potente presión hidráulica, que tiene por objeto separar el ácido oleico. Pasa luego al departamento de las prensas. Por medio de estas prensas, primero en las que trabajan al frío y luego en las que trabajan con el calor del vapor, se termina de extraer a la estearina las cantidades que en la primera operación quedaron de la oleína, quedando de este modo la estearina en su mayor pureza en forma de ladrillo, de una blancura extremada. En las cubas se cuece la estearina con ácido sulfúrico, cuya acción la desembaraza de todos los cuerpos extraños que aún pueda contener. Separadas de estas primeras cubas hay otras destinadas a un segundo lavado y a la clarificación. La estearina así preparada es enfriada por medio de una corriente de aire frío, pasa a una pequeña máquina cortadora que iguala sus extremidades. Esta fábrica entrega el mercado español, 600.000 kilogramos de bujías al año, que con las nuevas máquinas que están preparando llegará a 1.000.000 de kilogramos, y 3.000.000 de kilogramos de jabón, empleando más de 160 obreros, de los que la mayoría viven en las inmediaciones de la fábrica, en las casas económicas construidas para ese objeto por los Sres. Lizariturry y Rezola, quienes tienen constituida una caja de Socorros». Ref. «La industria guipuzcoana a fines de siglo», 1894, p. 13.