Politikariak eta Kargu publikoak

Zugazagoitia Mendieta, Julián

Escritor y dirigente socialista nacido en Bilbao en 1898, hijo de Fermín y Juana. Farmacéutico.

Dirigía las Juventudes Socialistas de su villa natal cuando acaeció la escisión comunista que él no secundó. En agosto de 1923 fue juzgado por injurias, multado y desterrado, juicios y penas que volvieron a repetirse en 1926 y 1931. Una lectura de sus artículos y de su producción literaria revela a un hombre de exquisita sensibilidad, buen escritor y perfecto conocedor de la narrativa de su época, en especial de la rusa que analiza en uno de sus ensayos. Su visión de la sociedad siempre se mantuvo dentro del socialismo moderado por lo que llegó a ser calificado de "alter ego" de Prieto. Colaboró desde joven en el órgano del PSOE-UGT La Lucha de Clases, que llegó a dirigir, y en El Liberal de Prieto. En 1925 apareció su Pablo Iglesias; su vida y trabajo de un obrero socialista. Le siguió la trilogía Una vida heroica, Una vida anónima y Una vida humilde (1927), biografía de su gran amigo Tomás Meabe cuyas Fábulas y Parábolas había prologado, y El botín (1929) que junto con El paraíso viejo y la serpiente joven y El Asalto (1930), ofrece un interesante testimonio sobre la vida de la clase obrera en la Vizcaya de comienzos del siglo XX. Completa este fresco Pedernales. (Itinerario de colonia escolar) (1929), estremecida prosa dedicada a la infancia de los pobres y explotados, con dibujos de Ricardo Arrue y dedicatoria a Garrón, personaje de Corazón de Edmundo d'Amicis.

En abril de 1931 resultó elegido concejal en las históricas elecciones que trajeron a la II República y formó parte del Comité ejecutivo del Bloque republicano-socialista de Vizcaya. Sin embargo, en las elecciones generales de junio no sacó los suficientes votos y fue elegido diputado socialista por Badajoz. En 1932 publica en Madrid Rusia al día. Al año siguiente vuelve a presentarse por Bilbao pero no alcanza el escaño. Siendo ya director de El Socialista de Madrid fue procesado en agosto de 1934 por desobediencia grave a la autoridad al no denunciar a los informadores que le proporcionaron los datos sobre un complot contra el Jefe del Estado, complot que fue descubierto en las páginas de su periódico. En 1936 se presenta nuevamente por Bilbao obteniendo el acta. Desde la dirección de El Socialista criticó con dureza el asalto de la Cárcel Modelo:

"o... nos declaramos enemigos de toda acción violenta, en las personas y en las cosas, cualquiera que sea el designio con que se corneta. Para juzgar a cuantos hayan delinquido, disponemos de la ley. Mientras dispongamos de ella, necesitarnos acatarla. Con ella, todo es lícito; sin ella, nada... Sólo conformando nuestra pasión con los dictámenes de la ley podemos sacar indemne, de las actuales vicisitudes, aquella victoria moral que nos es indispensable para seguir disfrutando de la ayuda valiosa de la conciencia universal. La conducta de los rebeldes, cualquiera que sea la sevicia en que la inspiren, no puede servirnos de ejemplo ni disculpa. ¿Acaso no estamos en el deber de probar que somos distintos? El derecho a la victoria tenemos que conquistarlo no con palabras, sino con actos. Y ninguno tan eficaz como el de manifestar la serenidad de nuestro ánimo con el respeto de las vidas de nuestros rehenes y los prisioneros. No invocamos, al recordar el deber, razón alguna de conveniencia. Las hay, y abundantes. Recordemos que también los rebeldes tienen rehenes y prisioneros. Estimular en el adversario el odio equivale a dictar condenas de bárbara muerte contra familias enteras de trabajadores. Mejor que esa imprudencia, de la que nada bueno vale prometerse, es intentar, aun cuando el propósito no se logre, ejemplarizarlo con un proceder humano, respetuoso y sereno. Que la ley se cumpla en tantos casos como deba cumplirse; pero fuera de la ley -dicho queda con nuestra responsabilidad-, que nadie se autorice licencia alguna, si es que no busca deliberadamente causar víctimas del otro lado de la línea de fuego".

El 12 de mayo de 1937 visita Bilbao para asegurarse de que el Partido Nacionalista Vasco no aceptará la propuesta vaticana para una paz separada. El 17 se le nombra Ministro de Gobernación al constituirse un nuevo gabinete republicano presidido por Negrín. Desde su alto cargo intentó infructuosamente salvar la vida de Andrés Nin durante los sucesos de Barcelona de ese mes y año y la de personalidades de la derecha presas en zona roja tales como Raimundo Fernández Cuesta, Rafael Sánchez Mazas, Wenceslao Fernández Flores y otros, cosa que consigue.

Posteriormente, tras su dimisión, fue Secretario general del Ministerio de Defensa, exiliándose al acabar la guerra. En Francia escribió unas memorias extraordinarias a las que tituló Historia de la Guerra de España que se publicarían en 1940 en Buenos Aires y que, al ser reeditadas, tomarían el nombre de Guerra y vicisitudes de los españoles. La Gestapo lo detuvo en París entregándolo a las autoridades franquistas. Juzgado por un Tribunal Militar fue fusilado en los fosos del Montjuich el 5 de noviembre de 1940. La noticia de su muerte fue comunicada a sus familiares que se hallaban en Poitiers por Fidel de Rotaetxe, del Partido Nacionalista Vasco.