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ORBEA, SOCIEDAD COOPERATIVA

Tradicional empresa eibarresa inicialmente dedicada a la fabricación de armas y posteriormente, entre otros productos, a máquinas-herramienta y coches de niño, para pasar a especializarse en la producción de bicicletas y ciclomotores.

Julio Lazurtegui en 1915 manifiesta que "…la casa Orbea fue fundada en 1840"…, siendo posteriormente, varias las denominaciones y formas jurídicas utilizadas: Orbea Hnos. (1860-1895), Orbea y Cia. Sociedad comanditaria (1895-1924), para pasar en los siguientes años a ser sociedad anónima y en 1971, ante la difícil situación de la entidad, los trabajadores optaron por crear una cooperativa industrial, que se hizo cargo de la empresa en marcha, con lo que la entidad dejó de estar controlada por la familia Orbea como había ocurrido desde sus inicios. Poco después (27/12/1971), la nueva sociedad se integró en lo que hoy es Mondragón Corporación Cooperativa (MCC).

Orbea desde casi sus inicios ocupó un lugar destacado en la industria armera vasca. Basta señalar, como recuerda Julio Lazurtegui que en 1914 su plantilla se elevaba a más de 400 trabajadores. Hay que señalar como hechos diferenciadores de Orbea fabricante de armas, por un lado su tamaño, muy superior al de los numerosos talleres de la zona dedicados a esta actividad y por otro su carácter cada vez más integral de la producción cuando lo habitual era la fabricación de las distintas partes de las armas por especialistas en sus propios talleres, como había sido tradicional en los gremios, siendo en el caso de la armería los cuatro principales los cañonistas, cajeros/kaxaginak, basculeros/llaveros y aparejeros. Pero Orbea también se diferenciaba por el carácter innovador (por mejoras propias o compradas en el exterior), tanto de los productos, como de los procedimientos para su fabricación. Es destacable que la empresa para abastecer sus necesidades de electricidad llegó a contar con tres centrales hidroeléctricas, dos en Elgoibar y una en Placencia de las Armas, luego Soraluze.

También hay que señalar la puesta en marcha en 1907 de un taller para producir cartuchos en Buenos Aires (Argentina) y años más tarde una parte de la familia estableció una fábrica de cartucheria en Vitoria (Álava).

La fabricación de armas estaba sujeta a grandes fluctuaciones de la demanda, consecuencia de las políticas arancelarias de cada país, más o menos permisivas, con las importaciones de armas, lo que repercutía en la actividad de Orbea, al igual que en las restantes empresas del sector.

Estas circunstancias hicieron que lograr la diversificación de la producción de armas fuera constante entre los empresarios y autoridades eibarresas. Orbea lo intentó con variados resultados al fabricar en 1919 máquinas-herramienta para el trabajo de los metales principalmente tornos y fresadoras. Al quebrar en 1923 Construcciones Mecánicas Ramón Illarramendi de Rentaría, un destacado fabricante de estos bienes, compró todos sus medios productivos, lo que le permitió fabricar también prensas. Esta actividad se abandonó hacia 1950. También abordaron la producción de coches de niño y hasta objetos de nácar, principalmente botones y gemelos, y llegaron a tener importancia las ventas de fundición a terceros.

Pero fue a mediados de los años veinte del siglo XX cuando con la ayuda de técnicos franceses se inició la fabricación de bicicletas, lo que supuso una gran novedad, al exigir el dominio de tecnologías, en buena medida, desconocidas y por lo que suponía de ruptura en muchos casos, de los hábitos tradicionales. Es obligado destacar la buena preparación y destreza de los trabajadores eibarreses, que supieron adaptar una buena parte de los medios productivos disponibles, a la fabricación de las nuevas y complejas piezas.

Orbea, desde los años sesenta del siglo XX, también produjo ciclomotores "Velosolex" con licencia de la sociedad francesa "Sacem", actividad que se abandonó dos décadas después. Actualmente la fabricación y venta de bicicletas es la actividad básica de la empresa que tiene su principal planta productiva en Mallabia (Bizkaia). Su actividad internacional es también importante.

La plantilla de Orbea ha registrado históricamente grandes fluctuaciones desde el entorno de 400 trabajadores a más de 700 a finales de los años sesenta del siglo XX. Actualmente cuenta con 270 de los que cerca del 70% está en Mallabia y el resto en diversas delegaciones .

Carmelo URDANGARIN ALTUNA (2006)