Industriak

TABACOS, Fábrica de

Antigua empresa de San Sebastián (Gipuzkoa), descrita por Bustinduy a fines del s. XIX, así: "Esta fábrica no cuenta más que dieciséis años de existencia, pues principió a funcionar el día 17 de octubre de 1878, a consecuencia de haber sido estancado el tabaco en esta región, y con el principal objeto de que pudieran ocuparse en ella los operarios de las suprimidas tabaquerías. Se halla instalada en el edificio que fue construido por la Provincia para almacén de depósito, en la calle de Garibay, y mide una área de 805 metros cuadrados. Aun cuando en la actualidad ocupa la fábrica todo el edificio y la mayor parte de los sótanos del Instituto Provincial de 2.º enseñanza, esta área es muchísimo menor de la que mide cada una de las otras diez fábricas nacionales. La planta baja y la de sótanos están destinadas a almacenes de tabacos en rama, de escogido y distribución, y otros productos; y la principal y la segunda, aunque algún tanto aguardillada ésta, así como la de la cubierta, se hallan ocupadas con las oficinas, almacenes de productos elaborados, de papel de liar y de empaques; taller de picado a brazo, departamento de oreo, y en su mayor parte, con los talleres de cigarros, cigarrillos y devanado de la hoja. Ocho máquinas de picas a brazo; una de vapor de diez caballos de fuerza; otra máquina de picar a vapor; la limpia para la picadura y el monta cargas, son todos los elementos mecánicos de que dispone esta fábrica por no consentir otra cosa la deficiencia del local, no porque el Sr. Tarancón, Director de la misma, deje de desear la instalación de muchos auxiliares que considera imprescindibles. La producción de esta fábrica, a pesar de la estrechez con que se lucha para poder efectuar las operaciones y maniobras necesarias, ha ido siempre en aumento en los últimos años, y ha llegado a alcanzar en 1890 una cantidad representada en valor por 3.607.900 pesetas. El número de operarios, hace dos años, alcanzó la cifra de l.200. Las cantidades que este establecimiento ha satisfecho en la localidad durante el expresado año son por haberes del personal, la de 516.017,59 pesetas; por envases y otros suministros, 34.067,99 pesetas, que forman un total durante el año 1890 de pesetas 550.085,58. Mirando a esta cifra; considerando el bien que ella reporta a una población de la importancia y condiciones de San Sebastián, y considerando también la mejora que en diversos aspectos ha sufrido este establecimiento, gracias a los esfuerzos que con tanta perseverancia viene desplegando su actual Director, se llegará también a comprender con mucha facilidad el gran interés que ha demostrado nuestro Municipio para que se llevase a cabo la construcción de una nueva fábrica de mejores condiciones; pues si de esta manera ha venido a disiparse la amenaza de la desaparición de la actual, por carecer de las necesarias, también vendrá a conseguirse una mayor suma de beneficios para la localidad. Atendiendo a estas razones, el Ayuntamiento de esta ciudad, apoyándose en la Ley de 31 de diciembre de 1885, solicitó del Gobierno de S. M. la construcción de un edificio de nueva planta con destino a fábrica de tabacos, con todos los adelantos modernos, quedando de cuenta de la Hacienda la habilitación de máquinas y útiles de trabajo. La idea del municipio fue aceptada, y por R. O. de 7 de enero de 1886, se fijaron las bases del convenio entre él y la Hacienda pública, quedando el Municipio en la obligación de contribuir con una cantidad para la construcción. Emplazada la fábrica entre la Estación del ferrocarril y paseo de Atocha, al lado de la Plaza de Toros, va a tener un muelle de carga y descarga y vías de servicio en toda la fachada posterior. El solar tiene una área de 13.250 metros cuadrados, y el edificio, que va a estar constituido por el piso de sótanos, bajo, principal, segundo, y hasta tercero por la parte del atrio, medirá 8.717 metros cuadrados. Se instalarán en esta fábrica nueve grandes talleres para la elaboración a mano y mecánicamente, y un motor de vapor de 125 caballos de fuerza. De lo cual se deduce que esta fábrica va a tener una importancia mayor de la que ordinariamente se le atribuía y del interés que esta importancia revele por parte de la Compañía Arrendataria de Tabacos y de la garantía que nos prestan nuestros queridos compañeros D. Mauro Serret y D. José Tarancón, para asegurar que la obra va a ser llevada a cabo con condiciones tales que hagan crecer y no decrecer el interés de la Compañía, fundamos la confianza de que han de ser muy provechosos para San Sebastián los sacrificios que se ha impuesto el Municipio". Ref. "La industria guipuzcoana de fines de siglo", 1894, pp. 36-38.