Monarkia eta noblezia

Velasco, Pedro

Conde de Haro. Entró en mayo de 1469 junto con el conde Sarmiento, en Vizcaya con poderes del Rey, a pedimento de los mercaderes de Burgos, del corregidor Juan García de Santo Domingo y de Lope García de Salazar, para poner coto a los robos y atentados de los de Muxica, Abendaño, Salcedo, Murga y Marroquines y de los propios hijos de Lope García de Salazar, quien puntualiza en las Bienandanzas que el conde de Haro fue recibido por todos, mayores o menores:

"e empozó a Ochoa de Murga en Bilbao, por sus fechos, e colgó a otros algunos e desterró a Juan Alonso e a Pedro de Abendaño e a otros algunos de Vizcaya. Pero ni de como tornaron a Vizcaya en ese año mesmo los dichos Juan Alonso e Pedro de Abendaño, ni de la venida de la condesa de Haro, ni de los condes de Haro y de Treviño, ni de sus poderes e fechos" .... "yo no quise aquí facer mención, porque los fechos que acaescieron entre tales Señores pertenecen a los cronistas que escribieron los fechos de los Reyes e grandes Señores de los Reynos de Castilla e de León".

Cuéntase entre estos al guipuzcoano Garibay, según cuya versión el conde de Treviño, que en este tiempo estaba muy a mal con el de Haro, prometió favor y ayuda a Juan Alonso de Muxica y Pedro de Abendaño, por venir a rompimiento con aquél; porque sabía cuánta parte eran estos dos caballeros en Vizcaya, si volviesen a ella, como lo hicieron con brevedad; y, acudiendo allí lo mismo el conde de Treviño, les hizo entender que el de Haro traía ya a su favor la donación del Señorío, lo que les indignó de tal modo, creyendo que el Rey les había enajenado o quería enajenar de la Corona, que, muy determinados de morir en defensa de su nativa libertad, vinieron a batalla los unos y los otros cerca de Munguía, el sábado 27 de abril de 1470. El conde de Haro fue vencido por la Infantería vizcaína, que peleó animosamente contra su caballería, que valió poco en esta tierra montuosa, y escápose a uña del caballo que le dio Pedro Abad de Barroeta, el cual le envió después por mar en una pinaza desde Bermeo a Asturias, diciéndose entonces:

"Esta es Vizcaya Don Conde de Haro. Esta es Vizcaya, que no Belorado".