(1784-1800). En 1784, a causa del gran consumo de carbón de los dos hornos de la Real Fábrica de Eugui, se piensa en la creación de un nuevo establecimiento en Orbaiceta, lugar también de tradición siderúrgica y de excelentes condiciones. En 1785 visita el lugar el Conde de Lacy y se efectúan nombramientos para la dirección de las obras de la nueva fábrica que avanzan una vez emprendidas entre 1786 y 1788. El coste total de "los dos hornos de fundición montados y corrientes con todas sus máquinas, presa, canales, carbonera, oficinas de moldear y refinería, taller de carpintería y cerrajería, habitaciones para laborantes, operarios, oficiales del Real Cuerpo de Artillería y demás dependientes, con capilla para celebrar el Santo Sacrificio de la Misa, y un pequeño cuerpo de guardia para el resguardo del establecimiento" se calculó en 32.000 pesos "sencillos", mas otros 8.000 previstos para los enseres y efectos de ambos hornos y otros gastos. Fue hecha la puesta en fuego de los segundos hornos y tuvo lugar el restablecimiento de la fábrica después de la invasión de la Convención francesa entre 1794 y 1800. La Real Fábrica de Orbaiceta se plantea como ampliación de la experiencia adquirida en la empresa de Eugui. v. EUGI; ORBAITZETA. Ref. Rabanal Yuste, A.: Las reales fábricas de Eugui y Orbaiceta, Pamplona, 1987.