Delegado de la North American Basque Organizations en Gooding, Idaho, de 1989 a 1995. Nació el 4 de Julio de 1929.
Su padre era José Maria Arriaga y su madre Manuela Gandiaga, los dos de Bolivar, Bizkaia, él del caserío Arlaban y ella del Onaindia.
Recuerda lo difícil que era la vida durante la Guerra de 1936-1939, el hambre que pasaban, el bombardeo de Gernika, la represión del euskera en la posguerra. El hermano de Anastacio emigró a Argentina. Trabajó en el caserío, al no poder estudiar, como deseaba, por falta de medios hasta los 16 años. Su hermana se casó con un agricultor de Ondarroa y Anastacio se fue a trabajar para ellos durante dos años. Posteriomente marchó a Eibar para aprender en una fábrica de escopetas. A los 21 años entró en el ejército y sirvió durante 18 meses en Navarra. Después trabajó durante 13 años en una empresa de armas eibarresa.
Anastacio conoció a Miren Arriaga, del caserío Armola Torre de Bolivar, y se casaron en 1958. Tras quedar en paro, Anastacio, que tenía parientes en Boise, pensó en emigrar a los Estados Unidos, cosa que hizo en 1968. Su mujer y dos hijas, Ana e Idoia, emigraron más tarde. Trabajó para el rancho de Bennett durante dos años hasta que consiguió la carta verde de inmigración. Durante una breve temporada trabajó para la J.R. Simplot Company en Grandview, Idaho. Tras recibir clases de construcción fue contratado por Miller Construction Company, construyendo puentes y carreteras.
Trabajó para el Magic Valley Meat Packing DE Gooding como carnicero durante 13 años hasta que la cerraron. Miren y Anastacio intentaron sacar adelante el Restaurante Arriaga, pero era muy difícil y Anastacio comenzó a trabajar como chófer de autobús en la escuela del estado para sordos y ciegos, la Idaho State School for the Deaf and Blind. Trabajó para esta escuela durante 14 años hasta que se retiró.
Durante su tiempo libre frecuentaba los medios vascos. Sus hijas se adaptaron rápidamente a Estados Unidos. Mantuvieron la casa en Bolivar pensando en que algún día volverían, pero Miren murió en 1990. Anastacio y sus hijas van muy a menudo a Vasconia y son conscientes de las mejoras que el país ha conseguido, pero a pesar de todo están contentos en América.
Es miembro de la Asociación Vasca de Gooding.