En el museo de la Cámara de Comptos de Pamplona se conserva una ara de piedra con inscripción latina hallada en la ermita de Unzizu de esta localidad. B. Taracena y L. Vázquez la traducen de la siguiente manera: «Oh Apenino, Amparador de mi inocencia, los votos que suplicante, con ánimo agitado, te había hecho cuando me dirigía hacia la excelsa Roma, te los dedico ahora victorioso y alegre (yo), Flavo Mag. Tú, es lo único que te pido, recibe propiciamente lo que te dedicamos: altar, palma y víctima». s. XI: Su Señorío corresponde a la familia de Ramírez de Arellano. 1511: Las pechas de este pueblo se reducían a 5 cahices, un robo y un cuartal de trigo. 1782: Pleito de D. Joaquín Ramírez de Arellano, vecino de la villa de Puente La Reina, poseedor del palacio y mayorazgo de Arellano, contra los lugares de Ichaso y Beruete, por la propiedad y restitución de los montes llamados Amagui, sitos en el Valle de Basaburúa, pertenecientes al referido mayorazgo. En el s. XIX es señora de la villa la duquesa de Alba.