Udalak

ANTOÑANA

Fue recinto murado y plaza de bastante importancia. Su rey Sancho el Sabio de Nav. le concedió el fuero en Tudela, el año 1182, en donde se delimitaba su extensión, mucho mayor que la actual. Se le señalaban como términos «hasta la cruz de San Román y hasta Azascaeta, Anzargaray, San Vicente de Galguitu, la iglesia de San Saturnino, la Cruz de Osanar y hasta la carretera de Maines y hasta los árboles de la cruz de Maoteyo y hasta la carretera de Sancho Pierdola», concediendo a sus pobladores los lugares de Osátegui y Lonia (Laño de Treviño). En dicho fuero se prohibían terminantemente las pruebas del fuego y del agua en los litigios así como el desafío o batalla campal, y se establecía la inmunidad eclesiástica. El año 1200, al apoderarse D. Alfonso VIII del valle de Campezo, pasó Antoñana a pertenecer a la corona de Castilla y fue de realengo hasta 1367, en que Enrique II la cedió a Rui Díaz de Rojas y luego al Conde de Orgaz. Por real cédula de 1563 se concedió a Juan de Mendoza, conde de Orgaz, a que no obligase al concejo de Antoñana a ir a pedirle la confirmación de sus oficios, siempre que él se hallase a más de ocho leguas de distancia de su término, y que ni él ni sus sucesores pudiesen demandarlos fuera de la villa, y que el alcalde y el merino necesitasen confirmación alguna para ejercer su cargo. En 1588 se condenó al Conde de Orgaz a que no pudiese tener otro derecho sobre la villa, más que el de tomar residencia en caso de encontrarse personalmente en ella. En 1635 tanto Antoñana como Santa Cruz de Campezo lograron librarse de la jurisdicción del conde mediante pago a la corona, «para tener y gozar perpetuamente la jurisdicción civil y criminal, que no tocó ni toca a dicho conde, y de que habéis usado y usáis, así por cartas ejecutorias, como en otra cualquier manera a mí perteneciente, sin tocar ni innovar en la jurisdicción de dicho conde por el domicilio de la dicha villa».