Lexikoa

AIZKOLARIS

La prueba.

Las apuestas, concursos y campeonatos se conciertan a cortar un número determinado de troncos, proclamándose vencedor quien lo hiciere empleando menos tiempo. Sobre esta regla general caben gran número de variantes tendentes a igualar en lo posible a los participantes para que la lucha sea más competida. A diferencia de lo que sucede en los concursos de Australia y Canadá, la prueba de hachas nuestra es más una competición de resistencia que de velocidad. Rara vez es inferior a la media hora de duración y muchas veces excede de 60 minutos. Aparte, naturalmente, la calidad del aizkolari, el tiempo empleado depende de tres factores: de la calidad de la madera, del grosor de los troncos y del número de éstos. Tradicionalmente, el grueso de los troncos se mide en pulgadas de circunferencia. Las medidas varían entre un mínimo de 36 pulgadas y un máximo de 72 pulgadas. De vez en cuando aparecen piezas por encima de esta medida. El «record» en troncos de 108 pulgadas (kana) aún lo tiene Santa Agueda, que cortó dos en 28 minutos. Las pruebas de hachas se disputan tradicionalmente en el País Vasco con los troncos colocados en posición horizontal. El tronco se coloca en piezas de unos 90 centímetros de ancho. Cada aizkolari debe cortar todos los troncos, pasando, una vez terminada su hilera, a la del contrincante. Con ello se pretende igualar las posibilidades evitando que la calidad de la madera en los lotes respectivos influya en el resultado. En los Campeonatos y Concursos cada aizkolari se mantiene en su hilera pues la Organización selecciona cuidadosamente el material de forma que los lotes sean prácticamente iguales en cuanto a su dureza. Dos personajes que toman activa parte en la apuesta de hachas son el botillero y el enseñador. La misión del botillero es la de suministrar al aizkolari-la bebida, hachas o toalla cuando aquél lo solicite. La del enseñador, hacer cuantas indicaciones considere convenientes, tales como señalar el lugar del tronco donde debe descargar el hachazo, marcar el ritmo de la prueba o separar las astillas. Las modalidades y condiciones de las pruebas son variadísimas. Aparte el número de troncos a cortar pueden ser las apuestas con o sin botillero, de un aizkolari contra una pareja, de una pareja contra otra, bien en «chanda» o turno libre, bien con cambio a la terminación de cada tronco. Todas estas peculiaridades tienen como fin procurar igualar a los contendientes en beneficio de la espectacularidad de la prueba.