Militarrak

Ader, Prosper-Jean-Pierre

Caballero de la Legión de Honor, Oficial primero de Administración del Servicio de Hospitales. Nacido en Baiona el 16 de enero de 1814 y muerto en China el 24 de septiembre de 1860.

Ingresó en el servicio el 31 de octubre de 1834, como brigada de segunda, fue primero empleado en Francia y pronto encargado de varias gestiones en Argelia, de 1840 a 1850. Su buena conducta durante un difícil asunto en Beni-Mered, en 1842, dio lugar a un informe especial por parte del coronel comandante superior de Bouffarik, que decía en 1850 "que no había encontrado nunca en el transcurso de su carrera, un oficial de Administración más capaz y más meritorio que M. Ader". La expedición de China, donde este valiente oficial debía encontrar la muerte, justificó este hermoso testimonio. Jefe del Servicio de los Hospitales y de las ambulancias de la expedición, había recibido la orden, el 18 de septiembre de 1860, del Intendente Militar Dubat, de abandonar la ciudad de Tang-Tchéou, de retroceder a la población fortificada de Kiang-Kia Van, ante la que debía acampar la colonia francesa.

Iba acompañado de tres soldados cuando, a medio camino de Tang-Tchéou en Kiang-Kia Van, fueron envueltos de repente por masas de tártaros que, durante la noche, habían venido a colocarse entre los campos de las tropas aliadas y la dudad de Tang-Tchéou. Su encarnizamiento era tanto mayor ya que el coche contenía, independientemente de los efectos de los oficiales, su dinero y el de la administración. En el momento en que estos tres desafortunados se defendían valientemente, un coronel inglés, acompañado de dos enfermos, acertó a pasar por allí. Ader, apercibiéndose que iba muy bien montado, le gritó que saliera al galope y fuera a prevenir a los generales. El coronel volvió las riendas y, siempre galopando, se volvió, varias veces pudiendo ver a Ader, cubierto de sangre pistola en mano, y utilizando su sable. Su caballo fue derribado y los tártaros se apoderaron de él para atarlo. A pesar de sus heridas y de las horribles torturas que tuvo que soportar, Ader sobrevivió seis días de sufrimientos, si hay que dar crédito a la inscripción china colocada sobre su tumba, y que decía con su nombre:

"Muerto el décimo día de la octava luna del presente año".

Lo cual se tradujo por el 24 de septiembre de 1860. Esta defensa está considerada como uno de los episodios más destacados de la expedición, y causó la admiración de los dos ejércitos. El coronel Walter, por un momento actor en este drama, del que le había salvado la velocidad de su caballo, no pudo menos que decir, al llegar ante el general-jefe:

"Si hubiera millones de cruces, habría que dárselas todas a estos valientes".

Caballero de la Legión de Honor desde 1853, Ader iba a ser nombrado Oficial cuando pereció tan desgraciadamente y en el momento mismo en el que las hostilidades parecían terminadas.

Ref. Edouard Duceré: Dictionnaire historique de Bayonne, 2 vols, Bayonne, 1911-1915.