Se ha dicho, aunque sin sólido fundamento, que García Jiménez, rey de Navarra, tuvo antes de su elección el señorío de Abárzuza. En 1193 una bula del Papa Celestino II confirmó la donación hecha al monasterio de Iranzu de las villas de Abárzuza e Ibiricu. En 1198 pertenecía en parte al rey de Navarra D. Sancho, y en parte a la iglesia de Pamplona, a quien aquél cedió sus derechos, reservándose únicamente el de acudir sus vecinos a la guerra. En 1451 fue preso en los fosos de la fortaleza de Abárzuza, el conde de Lerín. 1722. Hecho ajustado del pleito criminal que en la Real Corte se litiga entre el Real Monasterio de Iranzu, acusante, y los vecinos y jurados del lugar de Abárzuza sobre cortes de árboles y goce de hierbas y aguas.
Batalla de Abárzuza
1874. Se dio los días 25, 26 y 27 de junio entre carlistas y liberales. También se le llama de Montemuro. Los carlistas disponían de 25 batallones y de tres baterías; los liberales, unos 50.000 hombres con 80 cañones, de los cuales concentraron más de la mitad entre Abárzuza y Murugarren. El día 25 dos cuerpos de ejército liberal avanzaron desde Larraga y Lerín sobre Lorca y Cirauqui y pernoctaron en Alloz y Lácar, uno de ellos, y en Oteiza y Murillo, el otro. Una división se situó enfrente de los carlistas que ocupaban la Solana. El segundo día atacaron Abárzuza, Zabal, Murugarren y Montemuro las tropas de Martínez Campos apoyadas por las de Echagüe (republicanas) y tomaron Abárzuza, Zabal, Zurucain y Murillo. Los carlistas defendían Grocin, Montemuro y Murugarren, mandados por el brigadier Alavarez y el coronel Montoya. La intención del general Concha (del lado republicano) era tomar definitivamente Estella, rompiendo la línea entre Montemuru y Eraul. Dorregaray (carlista) comprendió las intenciones de su enemigo. El general Concha se puso al frente de sus tropas y atacó la colina de Montemuro, donde cayó mortalmente herido al atardecer del día 27. Trasladado a Abárzuza, murió a los pocos instantes. Dorregaray cuenta en sus memorias que aquel mismo día emprendieron (los republicanos) la retirada, circunstancia que no supo hasta por la mañana, por falta de vigilancia de la extrema izquierda. Echagüe tomó el mando de las fuerzas y se retiró con ellas a la línea del Ebro. Dorregaray se limitó a lanzar una rimbombante alocución contra sus adversarios. Ref. Oyarzun.
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Lugar del Valle de Yerri, merindad de Estella, reino de Navarra. Siglo XIX: la justicia ordinaria se administraba por turno de casas.
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