Hombre público guipuzcoano, nacido en Oñati en 1723 y muerto en Santiago de Chile en 1782. Marcha muy pronto a Chile con su familia donde comienza a hacer carrera en los negocios. Ocupó diversos puestos como Juez de Abastos y de Aguas de la capital chilena. Hombre rico y respetado, en 1762 el Gobernador Antonio de Guill le nombra Corregidor y Justicia Mayor de Santiago, cargo en el que se destacó por su dureza e inflexibilidad en las amplias atribuciones del mismo, tanto en la misión de policía como judicial. Su fama es leyenda en Chile, donde no pocas anécdotas, más o menos reales, ensalzan el valor del corregidor y lo duro de su justicia y persecución del crimen y la injusticia, si bien fueron también famosas sus arbitrariedades y excesos. Como dice Laborde Durones, diseñó un plan de obras públicas con la mano de obra de reos: traída del agua potable, alzar nuevos tajamares y levantar el nuevo puente que se llamó de Calicanto sobre el río Mapocho. Tal fue su lucha contra la corrupción que llegó a enclaustrar en un convento de su fundación a sus dos hijas de 11 y 9 años de edad.
Bernardo ESTORNÉS LASA