Concepto

Vascos en la Segunda Guerra Mundial

Durante la ocupación alemana en Francia fueron numerosos los vascos peninsulares que, habiéndose quedado en territorio francés como refugiados, colaboraron en la Resistencia y en el maquis. Un gran número de ellos lucharon en el seno de la UNE (Unión Nacional Española), organización frentista del PCE. Este, una vez liberada la zona pirenaica fronteriza, agrupa a las unidades guerrilleras con la finalidad de prepararse para invadir la España franquista, esperando que la insurrección contra el tirano se extenderá como la pólvora.

Entre los mandos guerrilleros de la UNE se encuentra el guipuzcoano Victorio Vicuña, alias comandante "Julio" y "Oria", natural de Lasarte, y comandante de la X Brigada de Guerrilleros Españoles integrados en la UNE, que se encuentra acantonada cerca de la frontera vasca. Vicuña comienza a reunir a combatientes vascos con la finalidad de crear grupos guerrilleros que actúen en los montes de Euskadi. Para ello entra en contacto con el irunés Pedro Ordoki, antiguo gudari, que ha actuado ya en la Resistencia, a quien le encarga la formación del grupo. Pero Ordoki, en contacto con el PNV, recibe la orden -a finales del 44- de abandonar los campamentos de la UNE y de desligarse de los guerrilleros españoles.

Leizaola ha negociado con el Ejército francés el traslado de los guerrilleros vascos a Burdeos donde se incorporan -unos 250 hombres- al "8.° Regimiento Mixto Marroquís Extranjeros", formando el "Batallón Gernika". Algo después son trasladados a la región del Médoc, en la costa atlántica, donde los alemanes se han hecho fuertes, construyendo gran número de fortines y estableciendo una sólida defensa. Aunque cercados por tierra son abastecidos por mar. El reducido frente de Montalivet/Pointe-de-Grave que cuenta con unos 25 km. de extensión por 20 km. de profundidad está protegido, además, por cerca de 800.000 minas. Durante mucho tiempo el frente apenas tiene movimiento y las fuerzas que rodean a los nazis son grupos guerrilleros mal organizados y con escaso armamento. Las autoridades vascas, que ven próximo el fin de la guerra, han organizado el Batallón "Gernika" pensando contribuir a la derrota nazi en colaboración con el Ejército francés, con vistas a lo que se considera la próxima e inevitable caída del franquismo. El Batallón servirá además, como embrión de la futura policía vasca que se encargará de mantener el orden en el momento del cambio. Se sigue así la política comenzada por Irujo en Londres y que, a otros niveles, ha llevado a cabo Aguirre en América. Por fin, el 14 de abril de 1945, menos de un mes antes de que la guerra acabe, tras la rendición incondicional de los nazis, se desencadena la ofensiva que tiene como finalidad acabar con los reductos nazis de Royan y la Pointe-de-Grave. Comienza con un bombardeo masivo de la aviación aliada, de la artillería y, desde el mar, de los barcos de la "French Naval Task Force". Junto al Batallón "Gernika" se encuentra el "Libertad", formado fundamentalmente por libertarios. Se trata de avanzar por la parte cubierta entre la vía férrea y la carretera de Vendays-Montalivet a Soulac-sur-Mer. La Zona es pantanosa y está plagada de minas. El primer día de la ofensiva, el Regimiento del comandante Chodzko, al que pertenece el Batallón "Gernika" se aproxima a Montalivet. Al día siguiente, el domingo 15 de abril, el "Regimiento Mixto Marroquís-Extranjeros" ocupa la famosa cota 40 a la entrada de Montalivet. El día 16 los bombardeos contra los blockhaus nazis se suceden con violencia y, por fin, el Batallón vasco al mando del comandante Ordoki, llega al mar. Desde allí avanzan en dirección a Soulac, última población antes del reducto nazi de la Pointe-de-Grave. En el camino se topan con el fortín Y-34, que resiste tenazmente. El Batallón participa en el asalto. El oficial nazi que lo manda se suicida y sus hombres se rinden. El teniente del Batallón, Carlos Iguiñiz, arría la bandera nazi y planta la ikurriña en su lugar. Es el último combate en el que interviene el Batallón. El día 20 caen las fortificaciones del final de la Pointe-de-Grave. Las tropas francesas han tenido 400 muertos y mil heridos. Unos 600 alemanes han caído en los combates. Los vascos, por su parte, tendrán cinco bajas: el sargento Juan José Jausoro, vizcaíno, del PSOE; el antiguo oficial del Batallón "Larrañaga" huido, poco antes de incorporarse al Batallón, de la cárcel donostiarra de Ondarreta, el renteriano Félix Iglesias, y los gudaris Antxón Lizarralde, durangués, de ANV; Prudencio Orbiz, guipuzcoano, del PNV, y el tolosano y también del PNV, Antón Múgica. El Presidente Aguirre que acababa de llegar -el 19 de abril- a París procedente de los Estados Unidos, se desplazó hasta la Zona para visitar y rendir homenaje a sus compatriotas. De Gaulle pasaría revista a las tropas que habían combatido en una de las últimas batallas desarrolladas en suelo francés. Ver Marina