Militares

Ursúa Díez de Armendariz, Pedro de

El día 26 de setiembre de 1560 unas 300 embarcaciones -piraguas, chatas, balsas y dos bergantines- sueltan amarras en las orillas del río Huallaga. El embarque del ganado fue un desastre ya que las naves se desfondaban y uno de los bergantines se quebró en pedazos; sólo embarcaron 27 caballos. Tres meses y cuatro días le quedaban de vida. El cronista y expedicionario Francisco Vázquez expone los condicionantes que iban a desencadenar la tragedia:

"Iba mal quisto (Ursúa) con la mayor parte del campo que eran ruines y mal intencionados, porque no les dejaba robar y atar indios, rachearles y matarles a diestro y siniestro"... "y quisieron decir que (Dª Inés) le había hecho mudar de condición y aunque le había hechizado, porque de muy afable y conversable que solía ser con todos, se había vuelto grave y desabrido y enemigo de toda conversación".

Muchos de los alistados lo habían hecho por huir de la justicia.

"Otros porque públicamente se había anunciado que juntaba gente, no para la Jornada, sino para alzarse y volver al Perú"... "pero, al descubrir la real intención de Pedro de Ursúa, querían abandonar por su incapacidad para ser capitanes a quien la gente obedeciera".