Concepto

Turismo, perspectiva histórica

Los factores que determinan la competitividad del sector turístico radican en las ventajas comparativas de una región que vienen dadas por los propios recursos, ya sean naturales, climatológicos o culturales y, sobre todo, por las ventajas competitivas de otros elementos incorporados que aportan valor añadido a ese destino como pueden ser el tipo y calidad de las infraestructuras, la variedad de la oferta turística... o lo que es lo mismo, la habilidad o capacidad de emplear los recursos disponibles de una manera eficaz. Las actuaciones llevadas a cabo por el Gobierno Vasco en las últimas décadas apuntan hacia un incremento paulatino del peso del sector turístico que sin duda se ha ido consolidando como una de las actividades fundamentales de la economía vasca.

El turismo tuvo y tiene una considerable capacidad de arrastre de otros sectores. Genera una demanda de transporte, construcción (carreteras, aeropuertos, hoteles...), servicios (propaganda y promoción, agencias de viajes, personal vinculado a hostelería, bares y restaurantes...) y alimentación (agricultura y ganadería; importación); produce beneficios fiscales, muchas veces inmediatos (impuestos indirectos sobre el consumo, sobre las gasolinas...); y contribuye de forma notable a cubrir déficits de la balanza de pagos. El turismo afecta por tanto, al sector de la construcción y al químico (cemento), al agroalimentario y a un amplio abanico de actividades terciarias, en las que genera empleo a veces de baja cualificación (camareros, limpiadores, guías...) y otras altamente cualificado (pilotos, cierto personal de los museos, restauradores...). Como en sus orígenes, su dependencia de factores naturales (clima...) sigue siendo muy elevada, incluso cuando se trata de un turismo cultural (prioridad del verano frente a otras estaciones).

Los países más desarrollados son los que al mismo tiempo emiten y reciben más turistas, aunque no por las mismas razones. Su oferta turística tiene un elevado componente cultural (museos, exposiciones, urbanismo, edificios emblemáticos, gastronomía...) que atrae un determinado tipo de viajero; sin embargo, los turistas que salen del país demandan en buena medida sol y playa. El hecho de que países desarrollados con un pasado cultural importante (paisaje, pinacotecas, monumentos...) estén entre los principales destinos escogidos por cierto tipo de turista, ha estimulado a otros países de renta elevada, pero con un patrimonio cultural no tan importante, a potenciar un turismo vinculado a actividades culturales.

El sector turístico vasco no ha escapado a esta tendencia y de hecho se consolida como un sector estratégico con gran potencial. La actividad turística en el primer decenio del siglo XXI representa en España alrededor del 11% del PIB y asciende a un nada desdeñable 4% del PIB en la CAPV. Esta Comunidad se va consolidando como un destino turístico, en particular urbano, en el que ejemplos como el del museo Guggenheim de Bilbao han actuado como catalizadores. A continuación se analizan los antecedentes históricos y la evolución del sector turístico en la CAPV a lo largo de los siglos XIX y XX, para comprender su proyección futura en el siglo XXI.