Compositores

Sarasate Navascués, Pablo Martín Melitón

El Catálogo de obras sarasatianas se compone de 54 títulos, muchos de ellos basados en el folklore de diversos países, cuyas fechas discurren entre 1856 y 1908. Son las siguientes:

  1. Opus 1, Fantasía sobre La forza del destino
  2. Opus 2, Homenaje a Rossini
  3. Opus 3, Fantasía sobre la Dame Blanche
  4. Opus 4, Réveri
  5. Opus 5, sobre Romeo y Julieta
  6. Opus 6, Capricho sobre Mireille. Hommage á Charles Gounod
  7. Opus 7, Confidences.
  8. Opus 8, Souvenir de Domont
  9. Opus 9, Les adieux
  10. Opus 10, Serenata andaluza
  11. Opus 11, Sommeil
  12. Opus 12, Moscovienne
  13. Opus 13, Souvenirs de Fausta
  14. Opus 14, Fantasía sobre Freischütz
  15. Opus 15, Mosaigue de Zampa
  16. Opus 16, Mignon, Gavotte
  17. Opus 17, Priére et berceuse
  18. Opus 18, Aires españoles
  19. Opus 19, Fantasía sobre Martha
  20. Opus 20, Aires bohemios
  21. Opus 21, Danzas españolas. Primer cuaderno: Malagueña y Habanera
  22. Opus 22, Danzas españolas. Segundo cuaderno, Playera, Zapateado
  23. Opus 24, Capricho vasco
  24. Opus 25, Fantasía de concierto sobre Carmen
  25. Opus 26, Vito, Habanera
  26. Opus 27, Jota Aragonesa.Opus 28, Serenata andaluza
  27. Opus 29, El canto del ruiseñor
  28. Opus 30, Bolero
  29. Opus 31, Balada
  30. Opus 32, Muñeira
  31. Opus 33, Navarra. Jota para dos violines y piano (título primero, San Fermín)
  32. Opus 34, Aires escoceses.Opus 35, Peteneras
  33. Opus 36, Jota de San Fermín
  34. Opus 37, Danza española. Adiós montañas mías. Célebre zortzico de Joaquín Larregla
  35. Opus 38, Viva Sevilla
  36. Opus 39, Zortzico de Iparraguirre
  37. Opus 40, Introducción y fandango
  38. Opus 41, Introducción y capricho, Jota
  39. Opus 42, Miramar (Zortzico)
  40. Opus 43, Introducción y tarantela.Opus 44, La caza
  41. Opus 45, Nocturno. Serenata
  42. Opus 46, Gondoliera veneciana
  43. Opus 47, Melodía rumana.Opus 51 Fantasía sobre Don Juan de Mozart
  44. Opus 52, Jota de Pablo
  45. Opus 53, Le réve
  46. Opus 54, Fantasía sobre La flauta mágica de Mozart

Algunas piezas las dedicó a músicos conocidos, otras a diversas personalidades entre las cuales a Marie Lefébvre, que parece haber sido el gran amor, no correspondido, de su vida. A su vez, músicos célebres como Broch, Lalo o Saint-Saéns compusieron para él piezas -un Concierto Bruch, la Sinfonía española Lalo, dos Conciertos y el Rondó caprichoso Saint-Saéns- en las que puede percibirse su impronta. Publicó, asimismo, Les vieux maitres français du violon au XVIII éme siécle con sonatas de Senaille, Guignon y otros. Fuera de su Catálogo existen piecillas que no apreciaba, acompañamientos para piano, orquestaciones, esbozos, etc.

Todas sus obras fueron pensadas para ser tocadas por él mismo y de acuerdo con sus criterios musicales. Como tales, abundan los pasajes de bravura, erizados de dificultades y que dieron a algunas de sus obras enorme popularidad. Su obra es más bien homogénea estilística y cronológicamente, y es por ello más fácil de ser agrupada por temas. En general, las melodías se adaptan y combinan enriqueciéndose con toda la batería de recursos propios del instrumento y, como en este caso, del intérprete virtuoso, reduciendo casi a mero trámite el papel de la orquesta. De este modo, Iberni distingue entre las que están basadas en melodías de óperas, algo muy común en la época, las que lo están en melodías populares de su tiempo, y que a nuestros ojos emparentan a Sarasate con la música nacionalista, o mejor protonacionalista, entre las que cabe destacar su Jota de San Fermín o el famoso Zapateado, y por último las series de variaciones sobre un sólo tema (a veces, todo hay que decirlo, también de extracción operística o popular), a la que pertenece quizás la obra más interpretada hoy en día de todo su repertorio, Aires bohemios.

AAA