Monarquía y Nobleza

Sancho VI Garcés

La minoría de edad de Alfonso VIII de Castilla favorecía las actuaciones políticas del rey de Navarra y, mientras durase esta situación, Sancho VI podía mantener fuera de peligro la integridad territorial del reino. En octubre del año 1167 los reyes de Castilla y de Navarra firmaron en Fitero una tregua por diez años, tregua que finalmente distendió las relaciones entre ambos reinos por un periodo de seis. Su ruptura sobrevino en 1173, cuando el monarca castellano, ya mayor de edad, quiso recuperar la Rioja con ayuda del rey aragonés.

El 19 de diciembre del año 1168 Sancho VI y Alfonso II de Aragón firmaban un tratado en San Adrián de Sangüesa o Vadoluengo por el que ambos monarcas establecían una paz por 20 años, pero este tratado también tenía como objeto las tierras de los dominios del rey Lope de Murcia. Sólo un mes y medio antes el aragonés había firmado una tregua con Lope. Se encontraba entonces en el señorío de Albarracín, dominio que anteriormente había dependido de Lope, Pedro Ruiz de Azagra, señor de Estella y de Valtierra. Bajo el reinado de García Ramírez este personaje había acudido a prestar colaboración por parte de Pamplona al rey castellano en la campaña de Almería. Ya en el reinado de Sancho VI había entablado buenas relaciones con el rey Lope; el rey de Murcia pagaba las soldadas cristianas e incluso permitía a Ruiz de Azagra instalar colonias cristianas en determinados lugares estratégicos. Llegó a cederle la iglesia de Santa María de Albarracín y permitió el establecimiento de una colonia formada principalmente de navarros. El tratado firmado entre el Sancho VI de Navarra y Alfonso II de Aragón, desde la perspectiva navarra servía para legitimar las posesiones que Ruiz de Azagra iba adquiriendo en tierras de Lope. Estas adquisiciones a su vez supondrían un punto de enfrentamiento con el rey aragonés, el cual tenía como objetivo de sus conquistas a Santa María de Albarracín.