Parroquia

San Nicolás

Son varias las poblaciones navarras de las que tenemos constancia que han celebrado actos y aún en algunas continúan haciéndolo, en honor a San Nicolás Obispo cada 6 de diciembre. Concretamente: Burgui, Garinoain, Barasoain, Lanz, Larraona, Muruzabal y Enériz.

En Lezáun (Navarra) el día 6 de diciembre, festividad de San Nicolás, los auroros (cuadrillas de hombres que salían al amanecer cantando loas y rezando oraciones) recorrían las calles entonando:

Hoy celebra la Iglesia la fiesta
de San Nicolás, obispo ejemplar,
fue en la Iglesia astro luminoso
y el mejor modelo de la santidad;
a tan grande bondad
y milagros acudimos todos
como fuente clara de amor y piedad.


En Burgi (Navarra) los niños van de casa en casa cantando en cada una lo siguiente:

Hoy es el día de San Nicolás,
todos los niños de fiesta están,
en esta casa todos esperan
la limosnita que nos alegra,
el señor Obispo nos las bendecirá.

Vengan, vengan los huevos,
las churras y los cuartos
y alguna otra cosita,
que si no, nos vamos.

Si nos dan o no nos dan,
Las gallinas camparán.

La patronal de esta casa
es una santa mujer,
pero más santa sería
si nos dieran de beber.

Compadézcanse señores
de estos pobres estudiantes,
que celebramos la fiesta,
muy contentos y galantes.


Tras el canto, el Obispo bendice la casa con esta fórmula:

La bendición de Dios Padre,
la bendición de Dios Hijo,
la bendición del Espíritu Santo.

Que Dios descienda sobre esta casa
Y la bendiga por los siglos de los siglos.

Amén.

En las casas deshabitadas, permanente o circunstancialmente, no se canta pero sí se bendice.

Tradicionalmente, con los alimentos colectados se preparaba una comida en casa del niño que hacía de Obispo.

En Álava, a San Nicolás aún lo celebran los niños de Salvatierra-Agurain y San Vicente de Arana-Done Bikendi Harana.

Resurrección María de Azkue cuenta que en Otxandio (Bizkaia) al más distinguido alumno de la escuela se le cubría con una mitra de papel y marchaba por las calles precedido de una veintena de sus compañeros provistos de palos que, al cantar, golpeaban en el suelo.

Gipuzkoa es, junto con Navarra, el territorio donde mejor pervive el rito de San Nicolás. Así lo atestigua el que hayamos obtenido datos en bastantes poblaciones, unos relacionados con el pasado y otros de actualidad.

Hasta 1956 ó 57, en el barrio de Nuarbe de Azpeitia en el día de San Nicolás salían al terminar las clases cuadrillas de estudiantes (generalmente compuestas por 8 a 10 niños), vestidos normalmente y con palos en las manos. Postulaban por los caseríos y por el casco urbano del barrio hasta el anochecer, cantando la típica canción. Recogían en esta postulación solamente dinero que al concluir la ronda repartían equitativamente.

En la década de los setenta se perdió la tradición de las rondas de San Nicolás en Zumarraga. Eran los monaguillos de la iglesia parroquial los que, durante dos o tres días antes de la festividad del santo, recorrían los caseríos de la villa, muchas veces bajo una intensa lluvia o bajo el granizo. Los parroquianos obsequiaban a sus visitantes con frutas, huevos, etc., y en uno de los caseríos se detenía la comitiva a comer, lo que se consideraba un honor para los moradores. El 6 de diciembre, fiesta del santo, realizaban la postulación en el casco urbano.

En la población de Astigarraga de la mano de su ikastola Arantzazuko Ama B.H.I. durante algunos años estuvieron saliendo los niños la víspera de la festividad con un escolar vestido de obispo con su elegante capa y la mitra a lomos de un caballo. Desde puertas y ventanas les lanzaban chucherías, frutos secos y caramelos. Actualmente ya no se celebra esta fiesta.

También Resurrección Maria de Azkue recogió en Ataun, de boca de N. Arruebarrena, una canción propia de la cuestación de San Nicolás.

En una obra de Juan Garmendia Larrañaga se recoge una anotación del concejo de Legorreta de 1775 informando de que en esas fechas los chicos de la escuela salían "de San Nicolás" durante dos días recogiendo limosnas .

Al parecer, también se hacía en Olaberria.

En Mondragón se ha perdido la figura del obispillo y la cuestación. Quedan como únicos vestigios del viejo rito la canción y el donativo que corre a cargo del Ayuntamiento. Hacia las 11 de la mañana del 6 de diciembre, los chavales se colocan bajo el balcón del edificio consistorial, y con toda la fuerza de sus pulmones entonan la canción conocida por ellos como Bolo-bolo, en demanda de la tradicional lluvia de caramelos y frutos secos, juguetitos e incluso algún balón que siempre cae.

En cambio, en Lazkao el rito se conserva intacto. Los niños, con su obispillo, pasan el día de caserío en caserío, y por la tarde se congregan en Lazkaomendi para repartir los beneficios o prepararse una buena merienda.

Legazpi es otro de los pueblos guipuzcoanos que conserva la tradicional ronda de San Nicolás. Los vecinos de más edad recuerdan que desde su niñez, 6 ó 7 niños elegidos por el maestro salían a cantar durante dos o tres días a través de los caseríos de la comarca. La ronda concluía el 6 de diciembre, día de San Nicolás, cuando todos se reunían, presididos por uno vestido de San Nicolás Obispo, para entonar las estrofas en su honor por el casco del pueblo.

En los inicios del siglo XXI participan en la fiesta los alumnos de Haztegi Ikastola y los de Domingo Agirre Ikastetxe Publikoa, acompañados por una trikitixa y los alumnos de la Musika Eskola. Con el dinero recogido se compran cacahuetes y se los reparten. Antiguamente eran castañas pero, según explican, "¡era un lío asarlas!".

Respecto a las canciones, es digno de señalar la supervivencia hasta hoy de una jerga que es mixtura de euskera y castellano. Algunas de estas estrofas atestiguan la antigua implantación del español en poblaciones vascoparlantes, de modo que los chavales entonaban letras que aun sin entender repetían como loros, dando como resultado auténticos trabalenguas.

Pero donde San Nicolás conoce mayor fuerza y solemnidad es en Segura. De antiguo, la figura de San Nicolás recorría la villa en forma de un niño a caballo enjaezado con una preciosa alabarda que se trajo de "las Indias".

La tradición se perdió hasta que la ikastola de la villa la retomó con diversas variantes. Por ejemplo, la melodía actual se recogió hace una década en Orio, y se juzgó oportuna para la eskea (cuestación) de Segura. La plaza de obispillo sale a sorteo entre los alumnos de la ikastola de entre 5 y 6 años. Según dicen los seguratarras, al niño obispo "se le trata tal que si fuera el mismo San Nicolás". El día de su fiesta sale el obispillo montado en una pottoka (pequeño caballo autóctono) o un pony, acompañados de los niños del pueblo que van cantando y recogiendo lo que se les regala desde los balcones.

Tras la guerra se prohibió el uso del euskera y ello obligó a cambiar la canción. Ya en los años setenta se recuperó una partitura que combina euskera con castellano.

Antaño, el maestro designaba al que haría de San Nicolás, un niño al que revestían como obispo hasta en los menores detalles. Debía el elegido tener cumplidos los 10 años, pero no haber hecho aún la Primera Comunión o Comunión Solemne. A este personaje acompañaban los 20 primeros niños de clase (según el ordenamiento tradicional, es decir, por su saber y su conducta) vestidos normalmente pero portando en las manos algunos palos. Anótese que en la cercana Navarra los ayuntamientos antiguamente los regía "la veintena" esto es, una reunión de 20 vecinos. La cuestación de San Nicolás en Zegama a cargo de una veintena de niños supone una simbolización semejante.

Ese día el obispillo comía con el párroco, los sacerdotes y el maestro, presidiendo la mesa, tal como si fuera el propio San Nicolás obispo en carne y hueso.

Nuestro informante Martín Azurmendi, ex-txistulari de la villa y nacido el año 1920, aprendió desde muy niño a cantar la canción de San Nicolás. He aquí la letra tal y como su padre (nacido en 1886) se la enseñó:

"San Nicolás coronado
Arzobispo muy honrado
amén, amén, aleluya.

Los pastores han venido,
los señores soberanos.

Si no nos déis
no nos déis,
aquí no nos detengáis
por el amor San Nicolás.

San Nicolás kirikolas.

Matar gallinas
comer castañas
un par de reales
para el Obispo
Una limosnita
por el amor de Dios.

Aquí estamos veinte,
cantaremos dos.

Angelitos somos,
del cielo bajamos,
aquí suspiramos.

Si no nos déis
no nos déis.

iGuarda pollos como están!".

(Variante del último verso:
"¡comeremos las castañas del sacristán!").

Hoy la fiesta de San Nicolás de Zegama lo organiza Aitxuri Herri Eskola de Zegama. Salen postulando en compañía de su correspondiente "obispillo" los escolares de Zegama de entre 3 y 6 años.

También hay chavales que forman sus cuadrillas y se organizan entre ellos, por lo que no es de extrañar el ver ese día tres obispillos con sus correspondientes amigos postulando por caseríos y calles de Zegama.

El obispillo viste a modo de tal, pero con ropas confeccionadas en sus casas.

Cantan:

Nikolas deuna ospean,
gabiltza pozez betean,
ohitura hala delarik,
atetik ate eskean.

Gazte gaztetandik
xoli maitatua,
lur zabalarentzat pakean,
gure obispo santua,
santua eta gorastua.

Oin arinka goaz,
kiskitina joaz,
pozaz bezain letsaz
santuaren onraz.

Bai esan, ez esan,
sartu gaitzala kalizan.

Diruz urri gabiltza,
ez daukagu deus:
ZUEN ZAIN DAUKATZUN
JAUN ANDREOK. EUP!

San Nikolas santua,
Udalatxen sortua,
Anboto madarikatua.

San Nikolas coronado
artzobispo Mari Andres.

Egizu, egizu, piloa.

A la una noche y día
etxeko andra noblea.

Egizu, egizu, piloa.

San Nikolas triskilistras
damela, damela,
gaztaña, no quiero más.


San Nikolas coronado,
arzobispo muy honrado.

Amen, amen, aleluia.

Los pastores han venido,
los señores soberanos.

San Nikolas kirikolas,
mata gallinas, come castañas.

Un par de reales para el obispo.

Aquí estamos veinte, cantaremos dos,
una limosnita por amor de Dios.

Angelitos somos, del cielo bajamos,
a ti suspiramos.

Si nos dan, no nos dan,
las gallinas del sacristán...

pagarán.