Ikastolas

Ikastola Salbatore Mitxelena. Zarautz

Los primeros pasos para la creación de la Ikastola de Zarautz se dieron en la década de los 60. En 1964 un grupo de vecinos se reunieron con el objetivo de educar a sus hijos en euskara. Viendo que la única manera de conseguirlo era crear una Ikastola, comenzó a fraguarse ese proyecto. El primer paso consistió en dirigirse a la Ikastola de Hernani y siguiendo sus consejos, a continuación hablaron con los Padres Franciscanos. Estos cedieron un precioso loca situado en el primer piso de la casa "Antoniana Txikia" y así en septiembre de 1965 echó a andar la Ikastola de Zarautz. Le pusieron el nombre de Salbatore Mitxelena, en homenaje al famoso franciscano, poeta y escritor en euskara.

En lo referente a los profesores, en un principio sólo contaba dos maestras, Begoña y Miren Josune (ambas de la asociación ARAMI de San Sebastián), pero al acudir más alumnos de los esperados, tomaron como colaboradora a una mujer del propio Zarautz, Maria Sales, que trabajó gratis como colaboradora. La creación y el desarrollo posterior de la Ikastola se debio en gran medida a la iniciativa popular, tanto de vecinos como de instituciones de Zarautz. Así, por ejemplo, Muebles Arruti cedió el mobiliario a coste cero. El local enseguida se quedó pequeño y solicitaron la cesión del local que estaba en la parte inferior dedicado a la "Juventud Femenina Antoniana". En un principio nombraron al Padre Ezkurdia de los Franciscanos como máximo responsable de la Ikastola y entre padres y colaboradores formaron la primera comisión directiva. En esos primeros años esta comisión se reunía semanalmente en la parte trasera del Bar Txoko.

En 1966 contaba con 160 alumnos y era la escuela de preescolar más grande de Zarautz. En aquellos años, la influencia de los vecinos de Zarautz dentro del movimiento de la Ikastola era muy grande: actuaron como asesores en la creación de las Ikastolas de Azpeitia, Zestoa y Getaria, y se involucraron en la formación de la (Federación) Asociación de las Ikastolas de Gipuzkoa.

El camino a recorrer no fue fácil, cada año tenían que buscar nuevas aulas y adecuarlas, porque el número de alumnos iba en aumento. Dichas aulas quedaban diseminadas: en los Franciscanos, Santa Clara, alfa, Garraztasun, Ongi-Etorri, Villaverde, Txurruka-enea, Pilartxo-enea. La situación era grave: las aulas distribuidas a lo largo y ancho del pueblo, pocos alumnos, casi sin dinero y sin libros, y sin el visto bueno del Ministerio de Educación. Los primeros ocho años dos o tres veces dieron la orden de cerrar la Ikastola pero la Comisión, encabezada por Sabin Unzurrunzaga, hizo caso omiso de esas amenzas y la Ikastola siguió adelante, cada vez con más fuerza. En 1972, siendo Imanol Murua presidente de la comisión, se obtuvo la legalización. El siguiente paso era el de construir una nueva Ikastola.

En el momento de levantar el nuevo centro, la respuesta de los vecinos fue excelente, mostrando claramente que se trataba de un movimiento arraigado en la propia esencia del pueblo. Adquirieron un solar junto al prado de Iñurriza por valor de 7 millones de pesetas y procedieron a la construcción del nuevo edificio (contaba con presupuesto de 35 millones). Al final, el coste final alcanzó los 48 millones.

En 1975 la nueva Ikastola abrió sus puertas y el 4 de octubre de 1987 se celebró con gran éxito el Kilometroak. El dinero recaudado gracias a esta iniciativa sirvió para paliar las deudas.

En su fase inicial la Ikastola superó dos épocas difíciles. En primer lugar, tuvo que hacerse un sitio propio y solventar los problemas que acarreaba su crecimiento. En segundo lugar, debía obtener la legalización y construir la nueva Ikastola. Cabe mencionar que el primer titular de la Ikastola era la Iglesia, hasta que en 1972 se convirtió en sociedad anónima, bajo el nombre de Salbatore Mitxelena SA, si bien estaba sin legalizar. En 1975 se creó la sociedad cooperativa.

El 19 de febrero de 1993 el Parlamento Vasco aprobó el Proyecto de Ley sobre la Escuela Pública Vasca. Está ley originó cierta controversia en el pueblo y en la Ikastola. La Asamblea de la cooperativa decidió no integrarse en la red pública. En 1995 se produjo la implementación de la ESO y la ampliación del edificio de la Ikastola.

Otro momento importante se dio en 2002, ya que dicho año, la Ikastoal de Orio junto con el colegio de los Antonianos, pusieron en marcha el Liceo Politécnico Oteitza. En 2004 se celebró por segunda vez el Kilometroak en Zarautz, la Fiesta de las Ikastolas de Gipuzkoa. Al organizar esta iniciativa contó con la colaboración de la Ikastola de Orio y con el Liceo Oteitza.

2005ean Ikastola Herri Onurako Erakundea izendatu zen. 2011n Ikastolak Kalitatezko Kudeaketaren Zilarrezko Q saria jaso zuen Gasteizen Euskalit Kalitatearen Euskal Erakundearen eskutik.

En 2005, la Ikastola fue declarada de Utilidad Pública. En 2011 la Ikastola recibió el premio Q de Plata de Calidad en Vitoria de mano de Euskalit, Fundación Vasca para la Excelencia.