Islas

RE

Isla de la costa occidental de Francia, departamento de Charente Inferior, distrito de La Rochelle, separada de tierra firme por el brazo de mar Pertuis Breton, y de la isla Oléron por medio del Pertuis d'Antioche. En su monasterio se supone fue enterrado el duque de Vasconia y Aquitania Eudón el Grande muerto el año 735 según Regino, Prumiensis abbas, Chron, donde se dice: Anno 20 regni sui iterum cum valida manu Vasconiam, ingressus est, et Eudeonem regno simul et vita privavit. «En el año 20 de su reinado (Carlos Martel) volvió a entrar con fuertes contingentes en Vasconia, y privó a Eudón de su Reino al par que de su vida». No hay noticias de la época que nos hablen de la abadía de Santa María donde se suponen enterrados los restos del duque Eudón. Según la carta falsa de Alaon, cuya falsedad está totalmente probada, Eudón, habría fundado en la isla de Ré el citado convento de Santa María. Esto, que se dice en un documento falso, puede, sin embargo, ser cierto. No todo lo que se dice en esa clase de documentos ha de ser forzosamente falso. Al contrario; el falsario, para conseguir sus objetivos, procura averiguar noticias ciertas que den aire de veracidad a su documento. Y decimos esto porque los «Anales Metenses», documento serio y de la época, atestiguan que Hunaldo, hijo de Eudón, al dimitir en sus funciones ducales se retiró a un convento, precisamente, de la isla de Ré. Evidentemente bajo la advocación de Santa María, u otra, existió una abadía en los tiempos de Eudón en dicha isla. Y el dato anterior sobre Hunaldo confirma, en cierto modo, la veracidad de la noticia sobre la sepultura de Eudón. En Ré existió una abadía de Santa María, al sur de la isla, en los bordes del brazo de mar conocido con el nombre Pertuis-Breton, que separa Ré de Oléron. El primer abad conocido de ese monasterio es Juan I, que vivía en 1190. Según la «Gall, chist.», fue destruido en el s. XVI.
Tumba y corona de Eudón. Nada se sabía de la tumba de Eudón en la Isla de Ré hasta 1730. Ese año, con motivo de hacer los cimientos para la Casa de Gobierno, se descubrió una tumba y una corona en lugar muy cercano al claustro del convento de los PP. Capuchinos. Después, la historia de esa corona ha sido muy accidentada. Fue hecho un diseño y enviado a Montfaucon, autor de Les Monuments de la monarchie française. Se trataría de una corona formada por dos cintas de cobre que se unen en semicírculo con señales de pedrería en los puntos donde están remachadas y por encima de cada uno de ellos una flor de lis. En total hay cuatro flores de lis, pues hay que añadir una en la parte delantera de la corona y otra en la opuesta. Una parte del cráneo se hallaba fuertemente unido a la corona en el momento de encontrarla. La corona figuró en el Museo de los Soberanos fundado por Napoleón III en 1852, pero después de la supresión de este depósito en 1872 fue a parar al Gabinete de Antigüedades de la Biblioteca Nacional. Siempre ha habido dudas sobre a quién perteneció esta corona, si a Eudón, a Hualdo, su hijo y sucesor, o a otra personalidad. Por otra parte la que existe en el citado Gabinete de Antigüedades no se corresponde con la descrita en 1730. El historiador Bladé observa que la flor de lis fue usada por primera vez en Francia por los reyes capetos en tiempo de las primeras cruzadas como signo de sangre real. No es una prueba contundente ni mucho menos.

Bernardo ESTORNÉS LASA