Los concursos y certámenes literarios euskéricos comienzan en 1609. El obispo de Pamplona, D. Antonio Venegas de Figueroa tuvo la feliz idea, no imitada posteriormente, hasta dos siglos más tarde, de convocar un concurso literario en lengua vasca, latina y romance, en honor del Santísimo Sacramento. Se celebraría el día de Corpus Christi. El certamen se realizó saliendo premiados Pedro de Ezcurra, con el primer premio por su poesía Aldareko gorputz sanduari. El segundo premio lo obtuvo Miguel Aldaz por su poesía Gorputz Sanduari. El tercer agraciado fue Joan Elizalde y su poesía se titulaba igual que la del anterior. Este concurso se repitió en 1610. La poesía premiada puede verse en "Revue Lingüistique de Paris" (t. XII, 1879, p. 314). En 1665 el Consejo Real de Navarra, con motivo de las honras fúnebres en memoria de Felipe IV premió al P. José de Alesón, cronista de Navarra. A partir de 1853, Antoine d'Abbadie es el promotor de los nuevos certámenes vascos, celebrados ya regularmente todos los años, primero en Urruña, Laburdi, después en Sara, Laburdi, para pasar a Navarra (Elizondo), a Gipuzkoa (San Sebastián e Irun), a Bizkaia (Bilbao, Durango) y Álava (Aramaio). Posteriormente las Diputaciones forales, ayuntamientos, entidades euskeristas, Cajas de Ahorros y otras entidades y aun particulares, se encargan de estos certámenes según se detalla en la nómina que se da a continuación. Pero ha de hacerse la advertencia que el premio no quiere decir que la composición galardonada sea la mejor, la de más calidad, sino la preferida del jurado de cada momento. El caso es que varias de las composiciones no premiadas en los primeros certámenes d'Abbadie se cantan aún hoy día y las premiadas yacen en el olvido más absoluto.