Concepto

Poesía Vasca en el siglo XX

El término Renacimiento Vasco se utiliza para referir un espacio amplio dentro de la historia. Se sitúa junto al movimiento Renaixença catalán o al Rexurdimento gallego. Es un movimiento cultural y político, muy unido con las ideas románticas en sus comienzos. El renacimiento vasco trajo consigo el principal cambio del sistema literario: surgieron nuevas causas de inducción, por ejemplo premios, revistas, ayudas para publicaciones, etc. Por consiguiente, aparecieron nuevos autores más perennes que dieron a conocer sus trabajos gracias, entre otras, a las revistas Euskal Erria (San Sebastián, 1880-1918), Euskal Esnalea (San Sebastián, 1908-1931) y Euskaltzale (Bilbao, 1897-1899) de Hegoalde y a la revista Eskualduna (Bayona, 1887-1944) de Iparralde.

La literatura y en especial la poesía tomaron gran impulso gracias a que se fomentaron los Juegos Florales o las Fiestas Vascas. Los últimos resultados presentados en los diferentes concursos se sumaron a los ya conocidos y difundidos mediante la poesía o los versos, y se publicaron dentro del cancionero de finales del siglo XIX. En consecuencia se dio un fenómeno de condensación que revistió la producción literaria con cierta importancia, dejando de lado épocas pasadas endebles y diseminadas en el tiempo.

Dentro del contexto de cambios socioeconómicos de finales del siglo XIX, la ideología nacionalista de Sabino Arana Goiri se aferró con fuerza en las zonas donde se estaban dando esos cambios vertiginosos. Sabino Arana Goiri (Sukarrieta, 1865-1903) afrontó con espíritu renovador los planteamientos literarios derivados del fuerismo. Dentro del contexto nacionalista cambian las funciones de la lengua o la literatura, ya que uno de los cimientos del proyecto nacionalista pasaba por tener una cultura propia y particular. Por otra parte, debido a los comportamientos puristas, surge entre los escritores el deseo de apartar los préstamos léxicos y morfosintácticos de origen castellano, siguiendo el neologismo de Arana Goiri y otro tipo de purismo más propio, propuesto por R.Mª. Azkue. Por consiguiente, una de las características de los escritores renacentistas fue el tratamiento estricto de la lengua, un deseo de crear una estructura lingüística más pura, propia y culta. Esa influencia llegó, en cierta medida, hasta los escritores de Iparralde, y se cita a Jules Moulier Oxobi (Bidarray. 1888-1958) como el mejor poeta vasco de la época, creador de la excelente colección Alegiak (1926).

Se les nombra como Olerkariak (poetas), en la cúspide del Renacimiento Vasco (1926-36). El poeta Jose Maria Agirre, Xabier Lizardi (Zarauz, 1896-1933), fue el primer dirigente de la asociación Euskaltzaleak y a partir de 1930 las actuaciones de dicha asociación se reforzaron y se promovió una literatura vasca de culto, a la vez que, entre otras cosas, se investigó el arte de los bertsolaris. Los concursos literarios fueron el eje principal de los denominados Olerti Jaiak. Jose Ariztimuño "Aitzol" (Tolosa, 1896-1937) se encargó de la organización de los concursos y promovió principalmente la literatura vasca de culto, para así, fortalecer el prestigio de la lengua vasca y la identidad cultural del pueblo. Del mismo modo, se publicaron los trabajos de los premiados, se anunciaron los eventos realizados y se publicaron los comentarios de dichos trabajos, tanto en euskara como en castellano. Los periódicos El día y Euzkadi así como la revista Yakintza fueron los portavoces de los actos realizados por la asociación Euskaltzaleak. Los escritores que se dieron a conocer en las plataformas culturales creadas por Euskaltzaleak (Lizardi, Lauaxeta, Orixe y Loramendi) tomaron el nombre de olerkariak (poetas). Esos poetas aportaron una cuidada métrica, una atención por la forma y un punto de vista renovador, a la vez que realizaron un intenso esfuerzo por enriquecer las referencias simbólicas de la literatura vasca.

José Maria Agirre, Xabier Lizardi (Zarauz, 1896-1933), es el poeta más mencionado y publicó un único libro, Biotz-begietan (1932), la colección de sus mejores poemas. Escribió muchos artículos de prensa, desarrollando también en prosa un estilo de gran identidad. En 1934, se publicaron a título póstumo sus últimos poemas sueltos bajo el título de Umezurtz olerkiak. Además se editó el trabajo Hitz lauz, una colección seleccionada de los artículos en euskara. De todas maneras, se pueden leer todos sus artículos en el trabajo Xabier Lizardiren kazetari-lanak (1988). En prosa buscó sobre todo la naturalidad, el placer y la expresividad; sin embargo, a medida que fue afinando su estilo desarrolló una prosa más literaria y se erigió como un escritor a seguir. Sin embargo, en las poesías, buscaba la capacidad de la lengua para expresarse o una expresividad mucho más elaborada; dio prioridad a las estrofas de estructira reducida y cuidó el ritmo del verso, la musicalidad y la variedad por encima de todo.

Valiéndose de la estilización creó un lenguaje poético especial, eliminó los componentes morfonsintácticos que sobraban y utilizó un lenguaje elíptico, dejando atrás verbos, conectores y demás. Siguiendo la misma línea, evitó los adornos descriptivos e intentó sugerir de una forma sintetizada y elegante el mensaje que quería expresar. Su estilo literario responde a un gusto personal y alguna vez se ha recurrido a los modelos clásicos para buscar sus fuentes estilísticas, mencionando las similitudes que guarda con Arnaud Oihenart, pues les une el estilo conceptista y culto, la rigurosidad métrica y las estrofas breves. Por otro lado, respecto a la métrica, hay que apuntar que cumplía rigurosamente las reglas de sinalefa dadas por Sabino Arana. Adapta las rimas inusuales, encaminándose hacia una literatura culta y utilizando diversos y diferentes recursos rítmicos. Alejándose de los moldes del lenguaje común, solía producir un efecto de novedad, mediante profundas adaptaciones morfosintácticas. El equilibrado nivel de calidad que encierran los poemas de su trabajo Biotz begietan (1932) es una razón más que suficiente para afirmar que es una obra magistral. Puso de manifiesto su intención de romper con los modelos de poesía romántica vigentes hasta entonces: no hay rastro de las comparaciones y modos metafóricos tradicionales, deja a un lado el sentimentalismo y las fórmulas de expresión que se centraban demasiado en la persona; dosifica y margina la emotividad en el texto con maestría, para poder intensificar la expresividad. Su temática se centra en tres áreas: área afectiva (familia, niños, amor), área socio-política, es decir, el euskara y el compromiso del pueblo, y por último, la proyección placentera de la existencia que halla en la naturaleza en el yo subjetivo del poeta.

Estepan Urkiaga Lauaxeta (Laukiniz, 1905-1937). Lauaxeta abrió un nuevo camino en la poesía vasca. Con el empuje que le dio recibir el primer premio de poesía de la Primera Fiesta de Poesía de Rentería, publicó el trabajo titulado Bide Barrijak (1931) trayendo una importante renovación a la literatura vasca. El libro es del período de formación y en él se pueden apreciar poemas de diferentes tendencias, algunos se acercan más al romanticismo de Heiner. Otros, en cambio, son fruto de una literatura más racionalista, yendo por el camino del parnasianismo. Los trabajos de Lauxeta provocaron fuertes debates y afloraron una disputa entre la tendencia literaria renovadora del Renacimiento Vasco y la que era más popular.

Como él mismo declaró en las anotaciones que hizo en Bide barrijak, Lauaxeta trató de plasmar en euskara la belleza que emanaban los modelos europeos contemporáneos y en sus mejores poemas la influencia del simbolismo queda patente gracias a las metáforas renovadoras utilizadas, los intentos por manifestar las sensaciones y estados de conciencia y la expresión de las reflexiones estéticas. Respecto a su segundo trabajo, Arrats beran (1935), según la crítica, se mejoró notablemente cualitativamente. Utiliza varios procesos rítmicos y sintácticos de la lírica popular, especialmente de la copla antigua y de las baladas en su poesía y en sus temas en cierta manera vuelve al repertorio del cancionero tradicional: medievales, piratas, caballeros...Son destacables, por ejemplo, "Amaiur gaztelu baltza" adaptado al modo de los cantos épicos o "Langile eraildu bati", el cual has sido comparado la poesía narrativa con el Romancero Gitano de Federico Garcia Lorca.

Juan Arana Ezpeleta Loramendi (Bedoña, 1907-1933). A pesar de que su obra fue bastante breve, es digno de mención por la sensibilidad simbolista que utiliza en su obra. Sin embargo, Nicolás Ormaetxea "Orixe" (Orexa, 1888-1961), como poeta, no se clasifica dentro de los olerkariak (poetas), ya que debido a sus características no se sitúa en la misma poética que el resto. Fue poeta y prosista reconocido antes de la guerra y después, y escribió una obra extensa, debido a que fue colaborador profesional para la prensa vasca. La poesía fue uno de los géneros que más trabajó, siendo los más destacables la poesía mística de Barne muinetan (1933) y los largos poemas de Euskaldunak (1950). El segundo lo escribió a petición de la institución Euskaltzaleak, con el objetivo de convertirse poesía vasca nacional. Para ello, tomo como referencia Mireio del poeta provenzal Frederic Mistral, el cual ganó un premio Nobel, introduciendo elementos similares al contenido folclórico del canto Kalevala del poeta finlandés Lonrott. Siendo testigo del espíritu anterior a la guerra, se publicó en 1950, cuando la sociedad vasca estaba completamente inmersa en otra fase. Pronto vendrían las poesías de Mirande, Txillardegi, Juan San Martin y Aresti, dejando de manifiesto que la época del proyecto renacentista había pasado, y que el tradicionalismo y el bucolismo de la obra ya no representaban la visión de la sociedad vasca. Sin embargo, tal vez el propio modelo del lenguaje de Orixe fue el obstáculo principal, pues hasta el lector más experto tenía que recurrir a la traducción sin cesar. El resto de las poesías de Orixe tienen características cultas, tratan de alejarse de los modelos del bersolarismo, organizando estrofas, rimas, pausas y ritmos según los modelos latinos. Su sensibilidad y emotividad se alejan de los escritores románticos de principios de siglo y a lo largo de su trayectoria podemos apreciar también una época simbolista (en varios poemas de 1930 a 1955). Los poemas de postguerra muestran claramente el mundo interior de Orixe; su especial sensibilidad emana de su experiencia religiosa y su mundo afectivo.