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Nafarroa Beherea

Es un bajo navarro el autor que inicia la literatura vasca: Bernart Dechepare. El famoso Linguae Vasconum Primitiae es el primer libro impreso en lengua vasca. Su mismo título lo dice: "Primicias de la lengua de los Vascos". Poesías amorosas y poesías religiosas componen esta singular obra impresa en Burdeos en 1545. Para L. Michelena es un

"autor realista que no perseguía bellezas ideales, añadiendo que su descripción, tan rica y variada en su brevedad, de las relaciones entre los enamorados es escueta y precisa, y el diálogo que pone en su boca dramático y socarrón. El verso no constituiría nunca una atadura para él".

Aparte de estas poesías pueden ser de la misma época algunas "pastorales" o comedias de gran originalidad cuyos manuscritos permanecen inéditos en Burdeos. Es género muy de la Baja Navarra la denominada Tobera Mustra, especie de sketches improvisados sobre el tema de un juicio burlesco y también las Asto-Lasterrak de Cize, que recuerdan las clásicas carreras de burros, verdaderas comedias chariváricas, de realismo crudo. En el mismo siglo XVI la reina de Navarra, Juana de Albret, deseando extender la Reforma protestante en su pequeño reino bajo navarro, promovió las traducciones al vascuence de los textos bíblicos. Un suletino, Joannes de Leizarraga, fue quien tradujo la Biblia con el título Iesus Christ Gure Iaunaren Testamentu Berria. Se imprimió en La Rochela el año 1571.

En el género epistolar la primicia euskérica, en lo conocido hasta hoy, es también de un bajo navarro: la carta del obispo de Bayona, Bertrand d'Echauz, natural de Baigorry, y fechada en 1584. El euskera también se ha empleado algo oficialmente. En el tomo I de esta obra, p. 118, reproducimos una carta sobre asuntos municipales fechada en Orzaize, a 25 de agosto de 1792 y también las comunicaciones oficiales cruzadas entre ayuntamientos laburdinos, baztaneses y bajo navarros. Entre los autores más antiguos en lengua vasca se pueden citar: Jean Etchegaray (siglo XVI) de San Juan de Pie de Puerto, autor de la pastoral Arzain gorria, escrita hacia 1565. Arnaut de Logras (siglo XVI), Prior de Utziat y Vicario general de Mixe y Ostabarret, cuyas poesías se han perdido. Mongongo Dassança (...1692...), autor de un tratado de Veterinaria escrito en bajo navarro con algunas expresiones labortanas. López (...1782...), párroco de Ibarra, traductor de "Práctica para la perfección cristiana", escrita en la variedad del bajo navarro oriental. Salvat Munho (1751-1821), de Isturits, un fértil versificador satírico. El vizcaíno Moguel, en su famoso "Peru Abarka", trae un notable diálogo entre un soldado bajo navarro, de Baigorri y su personaje, maese Joanes.

Del tiempo también de la Revolución Francesa es el canto de Perkain, aquel ya legendario pelotari refugiado en el sur de Euskalerria, y que cruzó la frontera para recoger un reto pelotístico en Saint-Palais (Baja Navarra). Entrado ya el siglo XIX revive la literatura vasca con el Príncipe Bonaparte. Uno de sus colaboradores fue M. Salaberry, de Ibarrola. Hizo una traducción del San Mateo que no resultó lo que el príncipe se proponía. El abate Cazenave, en cambio, tradujo al euskera de Cize el mismo Evangelio. Lacombe califica esta traducción de preciosa. El abate Ibarnegaray hizo la misma traducción a la variedad baigorriarra. Los concursos de poesía vasca convocados por D'Abbadie también llegaron a los pueblos de esta región. En 1877 se celebró uno en Donapaleu (Saint-Palais) saliendo premiado Darrupe Harluz. En 1894, en Donibane Garazi, con primer premio a Baigurako bi artzain.

Es de señalar que casi todos los concursos se celebraron en Urruña y en Sara donde concurrían habitualmente los poetas bajo navarros. Uno de estos poetas, Oxalde (Otsalde, 1814-1897), natural de Bidarray, fue popularísimo. Sus versos se han publicado por Oxobi. Pierre Erramuzpe (...1908...), de Banca, era un poeta muy amante de la naturaleza y fue premiado en 1908. Jean Etchepare, de Saint-Palais, es autor de una serie de "bertso-berriak" sobre sucesos, crímenes y raptos de jóvenes de Marsella, Filipinas y otros lugares. El siglo XX comienza con un concurso literario en Saint-Palais, el año 1903, saliendo premiado el vizcaíno Zamarripa y otro en Baigorry, en 1905, pero esta vez fue premiado u garaztarra por su poesía Bi soldado baigorriarrak, Jean Pierre Arbelbide (1841-1905) autor de Bakazionea edo Jainkoaren Deia y otras obras de estilo y forma de cierta elegancia y lenguaje depurado y selecto. En 1909 el bersolari Zubiat cantaba sus improvisaciones ante el rey Eduardo VI de Inglaterra que manifestó deseos de presenciar un acto de estos. En 1912, tres bajo navarros, ganan los tres primeros premios del certamen literario de San Juan de Pie de Puerto.

Al año siguiente, 1913, se celebraba otro concurso en Iholdy. Pierre D'Ibarrart (1838-1919) llena con sus preciosas poesías toda una época. Sus composiciones poseen ya colorido de novedad en la alegría que expresan y corrección formal en sus estrofas. Fue un bersolari temible. Fue premiado en varios certámenes desde 1879 hasta 1896 En esta ocasión obtuvo el primer premio con una composición muy inspirada: Aitaso baten solasak bere ilobaso xumeari. En 1920, Jean Barbier, uno de los mejores literatos de esta región, obtenía el primer premio en el certamen de Iholdy. Natural de Isturits es Basile Joannategui (1831-1921), autor especializado en hagiografía, que emigró en 1903 a Guip. durante la represión religiosa francesa. Harrichabal es un poeta cuyas poesías pueden leerse en "Gure Herria". Fue premiado (2.° premio) en 1924. El abate Laurent Apesteguy (1887-1928), de Doriezaharre (Saint-Jean- le-Vieux), cofundador de "Gure Herria", redactaba la sección "Ilabetekoa". De Ayherre es Julien Heguy (I860- 1930), correspondiente de la Academia, y autor estudiado por P. Lafitte en la citada revista. Jean Barbier (1875-1931) es un literato excelente, de estilo muy personal y merece citarse, tanto como poeta y como prosista en primera línea. Inició su producción en 1908. Su última obra se imprimió en 1931. Arnaud Aguirre Iribarnegaray (1850-1932), de Hélette, además de colaborador del semanario "Eskualduna", es autor del diccionario trilingüe vasco-español-francés. Beñat Bidart ("B. Ochkach") autor de varios ensayos y bertsolari entre 1903 y 1936.

En 1949 se celebraron "Días del Euskera" en casi todos los pueblos de Baja Navarra. Aprovechando esta jornada Eskualtzaleen Biltzarra convocó Juegos Florales de Teatro y Poesía euskéricos. Al año siguiente hubo un importante concurso de bertsolaris en San Juan de Pie de Puerto en medio de fiestas vascas. Posteriormente, con la decadencia del labortano como lengua literaria, ha cobrado brío el bajo-navarro. De los autores actuales se pueden citar a Ernest Bidegain (Aldudes), Jean Gracien Haritschelhar (Director del Museo Vasco de Bayona, de Baigorry), Emile Larre (Baigorry), Marie Jeanne Minaberry (Banca), Abbé Joseph Camino (Arnéguy), Jean Erdozainzy (Ibarrola), Enaut Etchamendi (Esterençubi), Jean Pierre Curutchet (Hélette), Manex Pagola (Lantabat), Abbé Gexan Alfaro (Urepel), François Erramuspe (Aldude), Daniel Landart (Saint-Esteben).

El repertorio de cuentos y leyendas de la Baja Navarra es rico. Un exponente de su calidad lo constituyen estos que Azkue selecciona y reproduce en su Euskalerriaren Jakintza:

  1. Aetz ta Saraitzuarren artean
  2. "Entre Aezkoanos y Salacencos"
  3. Alkate bat zeruko atarian, "Un alcalde en el portal del Cielo"
  4. Hamabi apostoluak, "Los doce apóstoles"
  5. Beorra ta putxoak, "La yegua y los potros"
  6. Egia ta Fedea, "La verdad y la Fe"
  7. Hil-berria, "Noticia de la muerte"
  8. Lakuntzako mandazaina, "El arriero de Lacunza"
  9. Lamina bat eta Homeroren kiklops (cíclope), "Una lamia y el cíclope de Homero"
  10. Ledeako zubian, "En el puente de Ledea"
  11. Meza misteriozkoa, "Misa misteriosa"
  12. Otsoa artzain, "El lobo pastor"
  13. Salbatoreko ganderailua, "El candelero de la iglesia del Salvador"
  14. Ardi zahar bat, "Una oveja vieja"
  15. Arrosako zubia, "El puente de Arrosa"
  16. Azeria ta baxeraketaria, "El raposo y el botero"
  17. Basayaunaren ganderailua, "El candelero del Basajaún"
  18. Eiherazaina, "El molinero"
  19. Iru egia, "Tres verdades"
  20. Naurri gaitzeko zer bat, "Una cosa desmesurada"
  21. Orbarako akerra, "El chivo de Orbara"
  22. Senargai galdez, "En demanda de novio".

La literatura vasca impresa no se inicia con la Biblia como ocurre con la mundial. Sin embargo, el Linguae Vasconum Primitiae de D'Echepare es un texto de contenido excepcional que puede encabezarla, a tono con lo bíblico, bajo un punto de vista no advertido por los numerosos comentaristas de esta obra. Desde luego choca a todos el triple contenido de poesías amorosas, religiosas y patrióticas. Julio de Urquijo asegura que hay algunos versos excesivamente libres que difícilmente se comprenden bajo el nombre de un sacerdote. Para Pierre Lafitte es una mezcla sorprendente de piedad e impudor; Luis Michelena dice que es ante todo un realista y que no perseguía bellezas ideales. Luis Villasante le disculpa situándolo y midiéndolo con los valores de su propia época y no con los de la nuestra. José de Aristimuño da un poco más en la diana al señalar que latía en sus poesías el alma de un enamorado. Tres cosas, distintas e importantes, se pueden señalar: el amor a la mujer, el amor a Dios y el amor a Euskalerria. D'Echepare se hizo sacerdote hacia los 40 años y no falta quien suponga esta tardía vocación sacerdotal a causa de un desengaño amoroso. Los partidarios del rey de Navarra le consideran de "avilítat, suffiçiençia y letras y otras virtudes y buena fama". (Véase, Lit. I, p. 130). Hechas estas observaciones, veamos ahora qué dimensiones filosóficas pueden descubrirse en su obra. Los títulos de las poesías se pueden agrupar perfectamente entre los tres amores antes señalados.

1). Amor a Dios: "Doctrina Christiana", "Hamar Manamenduyak", "Iudicio Generela" y "Amorosen Gastiguyar".

2). Amor a la Mujer: "Emazten favore", "Ezconduyen coplac", "Amoros secretugui dena", "Amorosen particia", "Amoros gelosia", "Potaren galdacia", "Amorez errequericia", "Amorosen disputa", "Amore gogorraren despitar".

3). Amor o Euskalerria: Contrapas: "Heuskara ialgui adi campora, Sautrela: "Heuskara da campora, eta goazen oro dançara".

Hay otra poesía titulada Mossen Bernart Echepare Cantoya. La poesía y el pensamiento poético que animan estos versos no son secos ni formalistas: el autor ama y pide amor. Se sitúa primeramente en el medio euskaldun, lanzando a la imprenta naciente su arenga, razonada sí, pero desde el corazón. Hay entrega personal y, al haberla, quiere sentirse una sola cosa con ese pueblo vasco al que quiere conmover, unir en un anhelo y salvar. Este planteamiento vital presupone una entrega total, espontánea y libre. El amor es estrictamente una atracción personal, la única fuerza capaz de superar los obstáculos de toda unión auténtica. Echepare sabe lo que vale y lo que no vale en el amor entre el hombre y la mujer. Se muestra feminista.

Zuhur gutik, andre gatik, gaizki erran diroiteHaiez hongil erraitea onestago lizake.Emazteak zerongatik gaiz erranen dirate?Handi eta txipi, oro ahietarik girade"

Dice que pocos sabios han hablado mal de las mujeres puesto que ellos aman lo honesto. ¿Por qué habría de hablarse mal de ellas si todos procedemos de la mujer? Esta aproximación del sabio y del honesto se acerca, sin advertirlo, a aquello de "quien busca y ama la verdad, escucha mi voz". Por contra, al hombre que no se acuerde de ellas o las difame, le llama estúpido y sin buenos sentimientos. El amor, amodioa, tal como aparece en sus poesías implica el riesgo de un mal empleo que le sirve de tema crudo y realista. Dice que consume al hombre con más rapidez que las llamas y que el mar no podría calmar con él su sed.

Suiak bano gaizkiago erra diro gizona,itxasoak ez iraungi eratxegi dadina.

Esta ardiente apología de la mujer y la condena del pecado de la carne, cuando es tal, lo colocan en un punto difícil como es el del Bien. El amor de las poesías de Echepare es el "real" entre el hombre y la mujer que se aman bien o mal. El fraude biológico en su época, era rústico y sin perfecciones. El aludir a cómo todos, grandes y pequeños, proceden de las mujeres, viene a ser como recordar que el hombre se "perpetúa" en la "especie" mediante la reproducción. Hoy diríamos, en la sincronía y por amor entre seres coespecíficos. Pero condena el mal uso del amor que no es, en esencia, sino un puro engaño. Las poesías amorosas están íntimamente conectadas con las relígiosas. La perpetuación directa, no ya en la especie, sino en la "propia persona" late en toda su poesía devota. Ahora diríamos, en la diacronía y por amor entre seres de especie distinta, el Hombre y Dios. Habla Echepare de sus amoríos, al fin resueltos en muchas penas, en la pérdida del alma y hasta añade que hay mil dolores en un sólo placer de amor.

Amoretan plazer baten mila dira dolore.

Y se dice para sí mismo que es ahora cuando quisiera que todo hubiera sido por Dios.

Orai oro nahi nuke liren Jeinkoagatik.

Muy humano, pero no termina aquí todo. Echepare conjuga su gran capacidad para concebir o vivir el amor con el que siente por su pueblo vasco. Prematuramente lanza al Euskara de su valle de Garazi hacia el ancho Mundo.

Heuskara,ialdi adi kanporaGaraziko erritik.

Ama al pueblo vasco y al mundo. Es un precursor en potencia, un embrión de unidad. No quiere la unión que absorbe a las partes, sino aquella unidad fecunda que diferencia. Ama a su pequeña comarca de Garazi, a su Navarra, a Euskalerria, y al Mundo. Esta conjunción se ve clara cuando salíéndole del corazón se dirige al Euskara, a la lengua vasca personalizada, diciéndole cariñosamente que alabe al país de Garazi puesto que de él ha salido el impulso que necesitaba.

O hueskara, laude ezak Garaziko herria,Zeren kautik ukhen baitut behar huian thornuia.

Que todo vasco alce su cabeza ya que su lengua es una flor hermosa. Así se expresa Echepare en 1545. Y vuelve a insistir en su enraizamiento en Garazi, su regazo nativo.

Heuskaldun den gizon orok altxa beza buruiaEzi huien lenguajia izanen da floria.

Ese sentimiento patriótico no agota el alma de este poeta que personifica y representa a toda su tierra. No se recata en expresar su reconocimiento al impresor de Burdeos que desde sus prensas lanza al mundo al "Heuskara".

Eta haren adiskide orai Bordelen denak.

La amistad, "adiskidetasuna", ese amor que se extiende entre los hombres de bien. Podíamos sintetizar el pensamiento echepariano en una cruz.

Pensa, othoi, nola gauden bi bideren erdian.

"piensa, por favor, que estamos en el centro de dos caminos".

Como se hace en el moderno estructuralismo: la línea horizontal representaría lo sincrónico, lo contemporáneo, o sea el amor reproductivo entre hombre y mujer, en este caso; la vertical seria lo diacrónico, lo sucesivo, la mutación, en este caso el amor salvador entre cada hombre y Dios, naciendo un hombre nuevo. Vemos en la filosofía de Echepare una comprensión de la vida, del hombre real, no exclusiva para 1545, sino válida, muy válida para ahora y para el futuro.

BEL