Territorios

Nafarroa Beherea

En toda la Baja Navarra, salvo una zona lindante con el Adur, se habla el euskera en su variedad dialectal llamada bajonavarro desde que el Príncipe Bonaparte confeccionó su Mapa. Este dialecto con afinidades al labortano y al suletino se habla, no solamente en el actual territorio bajo navarro, sino también en los valles de Salazar, Aezkoa, Valcarlos y algunos pueblos laburdinos como Cambo, Mendiondo, Macaya, Espelette, etc. La lista de pueblos de esta variedad bajonavarra comprende a los siguientes:

Ahatsa (Ahaxe) Hiriburu (Saint-Pierre-d'Irube)
Abaurrea, Aiherre, Ainhize-Monyolose (Ainhice-Mongelos) Irissarry, Irulegi (Irouléguy)
Ainzila (Aincille) Isturits, Ithorrotz, Itsasu (Itxassou)
Aiziritse (Aicirits) Izal, Izalzu, Izíz, Izpura (Ispoure)
Aldude (Les Aldudes) Izura (Ostabat)
Haltsu (Halsou) Jatsu (Jatxou)
Alzieta-Barkazane (Alciette-Bascassan) Jutsi (Juxue)
Alzumarte (Sumberraute) Kambo, Kamu, Labetze (Labets)
Amenduze (Amendruix) Lakarre, Landibarre (Lantabat)
Amorotze (Amorots) Larresoro (Larressore)
Anhauze (Anhaux) Larribarre (Larribar)
Arbendaritse (Armendarits) Larzabale (Larceveau)
Arberatze (Arberats) Lasa (Lasse)
Arboti (Arbouet) Lehonza (Lahonce)
Arhantsuse (Arhansus) Lekuine (Bonloc)
Arnegi, Aria, Aribe, Arrosa (Saint- Martin-d'Arrossa) Lekhunberri, Lohitzune, Luhoso (Louhossoa)
Arrueta-Sarrikota (Arraute-Charrite) Lukuze (Luxe)
Azkarate (Ascarat) Luzaide (Valcarlos)
Azparne (Ahazparne, Hasparren) Makaia (Makea, Macaye)
Baigorri, Banka, Bardotze (Bardos) Martsueta (Masparraute)
Behaskane (Béhasque) Mehaire (Méharin)
Behauze (Béguios) Mendibe, Mendiondo-Lekorne (Mendionde)
Behorlegi, Beskoitze (Briscous) Milafranga (Milafranga, Villefjranque)
Bidarray, Bitirine (Mithiriña, Beyrie) Mugerre (Mouguerre)
Bunuze (Bunus) Onaso (Oneix)
Bustinze-Iriberri, Buzunaritze, Dominsaine (Domezain) Orabarre (Oragarre, Orègue)
Donaisti-Ibarre (Saint-Just-d'Ibarre) Orbaizeta, Orbara, Oronz, Orzaize (Ossés)
Donamarthiri (Saint-Martin-d'Arberoue) Otsankoa (Orsanco)
Donapaleu (Saint-Palais) Otxagabia, Hozta (a)
Donazaharre (Saint-Jean-le-Vieux) Sarries, Suhuskune (Suhescun)
Donesthiri (Saint-Esteben) Uharte (Uhart-Mixe)
Donibane-Garazi (Saint-Jean-Pied-de-Port) Uhartehiri (Uhart-Cize)
Eaurta (Jaurrieta) Urepele (Urepel)
Eiheralarre (Saint-Michel) Heleta (Hélette) Urketa (Urcuit)
Elizaberri, Erripalda, Esparza, Esterenzubi, Eskaroz, Ezpeleta (Espelette) Urkudoi (Urcuray)
Gabadi (Gabat) Uztaritze (Ustaritz)
Gamarte, Garayoa, Garralda, Garruze (Garroze, Garris) Zaro, Zibitze (Cibits)
Gerezieta (Gréciette) Zozueta (Sussaute)
Guesa, Ibarla (Ibarrolle) Zuraide (Souraide)
Ibilzieta, Igal, Ilharre, Iholdy, Iriberri (Villanuevs)  

Un peregrino francés que hizo el viaje a Santiago entre 1726-1727, Guillaume Manier, nos da un claro indicio de hasta qué punto la población, en pleno siglo XVIII era aún cerradamente vasco-parlante:

"En Irissarry, un viejo peregrino y yo nos acostamos en una buena casa de las afueras, cuya dueña, con todo lo vasca que era (toute biscayenne qu'elle était), chapurreaba un poco de francés...".

No es la lengua vasca, sin embargo, la que se empleó como idioma oficial en la Baja Navarra, sino el gascón, lengua usual en el Béarn y algunas comunas navarras como Labastide-Clairence, Bidache, etc. Las actas de los Estados, los documentos civiles y eclesiásticos, el Fuero mismo, están redactados en esta lengua romance que fue sustituida por el francés al instituirse el Parlamento de Navarra en 1624. En las Juntas Generales el castellano tiene un papel interesante y sobre todo en la documentación eclesiástica debido a la dependencia de bastantes parroquias bajonav. del monasterio de Roncesvalles; en Saint-Jean-le-Vieux las actas del registro civil de la parroquia no se redactan en francés hasta 1707. En Baigorry, el primer catálogo de los archivos está en castellano. La Convocatoria a Juntas Generales se hace en español hasta 1772. EL euskera era exigido para cargos oficiales, tales como consejero y procurador general de la Chancillería y notarios. Paradójicamente, el euskera inunda las calles bajonav. durante el largo proceso revolucionario que se abre en 1789; parroquias, villas y aldeas, siguen los vaivenes de la Revolución mediante la lectura de proclamas, panfletos, decretos, etcétera, en lengua vasca. El mismo Wellington se ve en la necesidad de hacer traducir sus proclamas a un pueblo cerradamente vasco-parlante. En Labastide- Clairence, colonia gascona desde sus comienzos, el euskera no ha sido nunca hablado mayoritariamente. R. Moreau recoge en su Histoire de l'ame Basque un curioso documento administrativo de San Juan de Pie de Puerto datado en 1843 en el que se puede leer que "les pauvres seront instruits en basque el les riches en francais.." En 1865 el Ministro lee un informe de los Bajos Pirineos: "Se señala con pesar que el clero vasco continúa a enseñar el catecismo en vasco, lo que perjudica a la propagación del uso del francés".

BEL