Pintores

Monzón, Rafael Juan de

Pintor del siglo XVI vecino de Tudela (Navarra).

Nacido en Valencia, aprende su arte, o cuando lo menos lo perfecciona, en Aragón, muy posiblemente en Zaragoza, donde debe residir durante un periodo de tiempo significativo. Al poco de finalizado su adiestramiento, recién inaugurada su maestría o casi, se desplaza a Tudela hacia fines de 1552 o principios de 1553 buscando abrirse camino, una opción que, en ese momento, tenía futuro.

Años después, en febrero de 1563, se casaría con María de Ocio y Miranda, natural de Ocio, en Castilla. Tuvieron varios hijos.

Participó en la realización de varios retablos: el retablo de San Blas con la feligresía de San Jaime de Tudela (en 1553), el de la parroquia de la Santísima Trinidad de Tudela donde debía pintar y dorar el retablo (1553), la pintura de un retablo para el pueblo de Yéqueda convenida en Huesca con el cabildo catedralicio local en enero de 1571, un retablo para la parroquia de Murchante en 1554, para la de Fustiñana, para la parroquia de Obanos en 1554, para la hoy desaparecida iglesia de San Jaime de Tudela, el retablo mayor de la iglesia del monasterio de la Orden de la Merced, un retablo para la iglesia monasterial de siglo Francisco y empezó a pintar el retablo de la capilla de los Tornamiras. De toda esta producción no subsiste hoy en día más que el retablo mayor de Fustiñana (1561) en el que sin embargo la participación final de Monzón fue mínima, y el de la capilla de los Tornamira de la iglesia de San Nicolás de Tudela, capitulado en 1564, en el que sí se verifica su mano. Sin embargo, la entrega de este trabajo se demoró tanto que finalizó la labor Diego González San Martín.

De toda la trayectoria artística de Monzón destaca el retablo mayor de la parroquia, hoy de la Asunción, en el siglo XVI de Santa Maria, de Fustiñana. Esta fue la comisión de mayor empaque de la carrera de Rafael Juan de Monzón.

Monzón trabajó también para el concejo tudelano, del que cobraba 16 ducados en 1556 por la pintura de doce escudos para las honras fúnebres del mariscal de Navarra, más 25 reales por la de otros dos para el pendón de las alegrías por la subida al trono de Felipe II. A fines de 1559 cerraba otro trato con el monasterio mercedario de San Nicasio de Tudela para la ejecución de un mueble dedicado a Nuestra Señora de los Dolores, para la capilla mayor. Llevó a cabo también otros trabajos: una fábrica para la capilla de Pedro Cerdán en el templo tudelano de San Francisco (1566), talla y pintura de un niño Jesús para el altar del Hospital de Gracia de Tudela (1566),...

A pesar de todo estos últimos trabajos, el año 1566 fue un año terrible para el artista: estrechos colaboradores que se convierten en adversarios, sus contratos más importantes son cancelados,... De hecho, hoy por hoy no consta que, con posterioridad a 1566, Rafael Juan de Monzón volviese a captar un solo trabajo relevante en la Ribera tudelana. Así pues, no le quedó más remedio que emigrar. Así parece que fue, pues recibió un encargo oscense en enero de 1571.