Léxico

MARINA

La Guerra de los Cien Años (siglos XIV y XV). En 1337 se inició una larga serie de conflictos, conocida como Guerra de los Cien Años, que enfrentaría a Inglaterra y Francia hasta 1453 por la posesión de los territorios atlánticos franceses y que tendría repercusiones en otros países europeos, especialmente Castilla y Flandes. La intervención inglesa en las guerras civiles de Castilla a favor de Pedro el Cruel hizo que, a la muerte de éste, la Corona de Castilla pusiera sus fuerzas al lado de Francia. Al estar bajo dominio inglés los puertos de Bayona y San Juan de Luz se dio nuevamente el caso de que vascos del Norte y del Sur se enfrentaron entre sí, unos al lado de Inglaterra y otros al lado de Castilla. La flota de Castilla, compuesta por naves vascas bajo el mando del almirante Antonio Bocanegra, fue enviada para apoyar a los franceses que sitiaban La Rochelle. Los ingleses enviaron otra flota bajo el mando de Lord Pembroke para levantar el sitio pero fue completamente destruida en aquellas aguas por la de Bocanegra y Lord Pembroke cayó prisionero (22/23-6-1372). En 1375 se estableció una primera tregua que duró varios años. Las hostilidades prosiguieron en forma de ataques piratas y acciones de represalia. El 10 de agosto de 1375 la flota vizcaína destruyó la de Bayona y Burdeos hundiéndole cerca de 37 barcos. En otoño, la flota inglesa capturó en Bourgneuf a los buques Santa María, de Bilbao, y San Nicolás, de Ondárroa, cuando regresaban de Flandes. En 1377 los corsarios vascos apresaron 21 buques ingleses en el canal de la Mancha a costa de importantes pérdidas. En años sucesivos se generalizaron estos ataques piratas en el canal de la Mancha hasta el punto de que en 1387 los marinos vasco-cántabros, franceses y flamencos organizaron en Brujas un gran convoy armado bajo el mando del flamenco Jean de Bucq para abrirse camino a través del Canal, pero la flota británica del Conde de Arundel les atacó cerca del Támesis, logrando capturar muchos buques, entre ellos por lo menos dos de San Sebastián, el Santa María y el San Juan (25-3-1387). Los primeros años del siglo XV fueron muy numerosos los apresamientos de barcos vascos por piratas ingleses; por ejemplo, el mes de octubre de 1403, uno de los peores, fueron asaltados cuatro barcos de Bermeo, uno de Lequeitio, uno de Deba, uno de Plencia, uno de Orio y otro de Bilbao. En respuesta a estas acciones, Castilla organizó en 1405 una flota de 40 naves bajo el mando del vizcaíno Martín Ruiz de Avendaño que fue enviada a Bretaña para ayudar a Francia y velar por la seguridad de aquellas rutas. Un grupo más pequeño de 3 galeras cántabras y 2 naves francesas se dedicaron a atacar a los piratas ingleses recorriendo la costa y quemando sus villas. En 1415 se reanudó la guerra de forma generalizada. En 1418 Castilla armó una nueva escuadra de naves, construidas en su mayoría en Guipúzcoa, para auxiliar a los franceses. Esta flota atacó Bayona (14-8-1419) después de quemar San Juan de Luz y Biarritz. En 1420 se firmó otra tregua pero a los pocos años se reanudó la guerra y también la piratería. En 1448, se produjo un hecho curioso a raíz del apresamiento por el armador de Motrico, Gonzalo Ibáñez, de un mercante inglés. Tiempo después era el propio Gonzalo Ibáñez el que veía capturado uno de sus buques, cargado de mercancías genovesas, por los ingleses. El soberano inglés dispuso su devolución una vez que se hiciera compensación de pérdidas a los dueños del mercante inglés capturado primero. Después de acabada la guerra, en 1473, los vizcaínos llegaron con Inglaterra a un acuerdo de mutuo buen trato, protección y libertad de navegación y comercio que fue borrando paulatinamente las discordias aún existentes entre unos y otros y haciendo prosperar las relaciones comerciales. En adelante, los corsarios vizcaínos centraron su actividad principalmente sobre barcos franceses y portugueses.