Bersolaris

Lizaso Iraola, Sebastián

Bertsolari guipuzcoano nacido en el barrio Landeta de Azpeitia, el día 20 de enero de 1958. Hijo del famoso bertsolari José Lizaso. En los años 66-68, Radio Popular de Loyola organizaba anualmente un concurso de bertsolaris noveles, en el bar que regentaba José Lizaso. En este ambiente, y por los aires que respiraba en un bar tan popular como era el de Landeta, Sebastián empezó también a realizar sus primeros pasos con Txapel (Eusebio Eizmendi), Lazkano, Agirre, Lizaso, Artañola, etc. Cantó por primera vez en el cine "Zelaitxo" de Azpeitia en la final del campeonato de noveles antes citado, en el año 68, entregando una copa a Azpillaga. Sebastián Lizaso, sin embargo, no quiso actuar en los concursos que se organizaban en los pueblos, hasta el campeonato de 1982-83 organizado por Euskaltzaindia, donde realizó un papel sobresaliente. Quedó clasificado entre los ocho mejores. En el año 85-86 participó nuevamente en el Campeonato Bertsolarien Txapelketa Nagusia, proclamándose campeón de bertsolaris, con lo que se reconocía, oficialmente, su valía y la tradición de la escuela del Urola.

JIU

Hoy en día (2002) trabaja de publicista en el periódico vasco "Euskaldunon Egunkaria".

Ha vuelto a ser finalista en los Campeonatos Nacionales de 1993 dónde quedo tercero y en 1997 proclamándose subcampeón. Declinó su participación en el del 2002 y se dedica a recorrer toda la geografía del País Vasco participando en festivales y sobremesa. Es uno de los bertsolaris que más actuaciones de todo tipo realiza a lo largo del año en estas dos últimas décadas, pudiendo ser catalogado como un todoterreno, amoldable a todas los públicos y escenarios. Ha sido nexo entre generaciones. Junto con los bertsolaris más clásicos o con los nuevos valores la potente voz y el saber estar de Sebastián han tenido siempre un sitio predominante. Su estilo ha destacado sobre todo por su rapidez de ideas y agudeza en la respuesta y aunque sobre todo es un maestro en la controversia o intervención en pareja también en la improvisación en solitario ha sacado a relucir su grandes dotes de bertsolari, con pocas complicaciones y siempre con razonamientos potentes y claramente elaborados.

FIA