Concepto

Literatura vasca en el siglo XX. 1900-1975

Aunque se han utilizado diversas denominaciones para nombrar al grupo literario que aparece en la literatura vasca en el periodo 1930-1937, preferimos en nuestro análisis utilizar un nombre histórico, la época de la República, y no una denominación literaria.

Por ejemplo, Jokin Zaitegi (1906-1979) llamó al grupo literario que apareció en esa época "la generación de Aitzol". Ese título presenta problemas, sobre todo porque José Ariztimuño, Aitzol (1896-1936) fue un promotor y editor de ese grupo literario, pero no fue un creador. Además utiliza el concepto "Generación", un concepto que solo se utiliza en las historias literarias de España que cada día es más difuso y que se utiliza menos en las investigaciones de alto nivel. Para el grupo se acuñó un segundo membrete: "la época del renacimiento". Esta segunda denominación, aunque fue utilizada por los propios escritores para nombrar la época y en algunos casos a sí mismos, crea problemas dentro de la historiografía literaria vasca, ya que con el término "renacimiento" se describen dos épocas distintas: el renacimiento romántico que tuvo lugar a finales del siglo XIX y que Joseba Intxausti (1992: 135) coloca entre los años 1876-1903 y el renacimiento que se produce en la época de la República.

Si denominamos este movimiento con un nombre histórico, "la época de la República", no nos referimos solo a un momento de la historia sino que describimos también estéticas innovadoras que se produjeron en la época.

Desde el punto de vista estético, y sobre todo en la lírica, el grupo muestra una característica fundamental: el acercamiento a las formas modernistas y simbolistas que se producen en España y en Europa. La literatura vasca se encuentra en un momento en el que quiere conectar con la modernidad, y en ese proceso modernizador son muy determinantes movimientos estratégicos e ideológicos que se producen dentro del partido nacionalista EAJ-PNV. En el pensamiento de los escritores existe una ambición para acercarse a la literatura contemporánea Europea (quizás sea necesario matizar que se trata de la literatura Europea conservadora). El modernismo acabó en España antes de que empezara la Primera Guerra Mundial y por tanto los escritores vascos comenzaron tardíamente su acercamiento al modernismo (a la obra de Francisco Villaespesa (1877-1936), a la primera época poética de Juan Ramón Jiménez (1881-1951)) o al ejemplo del simbolismo (Antonio Machado (1875-1939), sin olvidar al poeta que fue muy leído y poco citado Miguel de Unamuno (1864-1936).

El comportamiento de José Ariztimuño, Aitzol fue muy importante en la renovación de la literatura y cultura vascas que se produce en esa época histórica. Su actividad más importante consistió en la creación del sistema literario vasco. Se denomina sistema literario al momento en que se produce una cierta autonomía literaria, cuando los lectores y otras organizaciones sociales ven la importancia de la literatura y cuando esas mismas organizaciones sociales aceptan a la literatura como una institución social. Aitzol vio claro que la sociedad vasca debía pronunciarse a favor de la lengua y la literatura vasca si se quería crear una sociedad euskaldun. Favoreció el prestigio de la literatura vasca en la medida en que quería una sociedad moderna. Por ello, es evidente que no pueden separarse los objetivos literarios de Aitzol de su ideología poética. Trabajó a favor del nacionalismo vasco y expresó en más de una ocasión que impulsando la literatura y la cultura vasca creaba las condiciones para la independencia de la nación vasca. Por otro lado, son conocidos los vínculos que mantuvieron los escritores vascos del momento con el partido nacionalista hegemónico, con EAJ-PNV. Aitzol, no se encontraba lejos de la ideología de este partido. José María Agirre, Xabier Lizardi (1896-1933) también tuvo importantes cargos en la ejecutiva de EAJ-PNV en Gipuzkoa. Esteban Urkiaga, Lauaxeta (1905-1937) se destacó entre la elite dirigente de ese partido. Y otro tanto podríamos decir de otros escritores de la época: Juan Antonio Irazusta, Abelino Barriola, Antonio María Labayen, Kepa Enbeita, Bernardo Garro, Andima Ibinagabeitia, Balendin Aurre Apraiz, Sabin Muniategi, Errose Bustinza, Sorne Unzueta, Francisca Astibia (Onintze)... Muchos escritores y agentes culturales del momento se movieron entre la literatura y la política. Como consecuencia, los debates literarios entre la ideología y la autonomía de la literatura son tan importantes como duros en esta época.

Aitzol utilizó como plataforma para impulsar la cultura vasca la asociación Euskaltzaleak, que se había fundado en 1928. Su intervención cultural agrupa varias actividades: fundó la revista cultural Yakintza (1933); organizó y financió el periódico nacionalista El día (1930), aunque no estaba unido orgánicamente al PNV; puso en marcha el Día de la Poesía Vasca (1930-1936) y más tarde el Día de los Bersolaris (1935-1936). Aunque los libros que se publican tras esas jornadas se llaman Bertsolari Guduak [Guerras de Bersolaris] estas iniciativas se organizaron como unos modernos Juegos Florales. Pero eran días que unían objetivos distintos: la creación literaria y las actividades culturales y políticas.

Bajo la influencia de la "Institución Libre de Enseñanza" (1876) la organización pedagógica Krausista, Aitzol afirmaba que la cultura podría renovar la vida social, que la cultura empujaría a la persona a buscar y crear un mundo nuevo: "Es tan elevada y esencial la misión de crear una cultura indígena, que para suscitarla es menester poner en actividad el patriotismo de todo el grupo étnico" (19-02-1932). Situado en el núcleo del Idealismo, Aitzol confió a la creación de un poema nacional la consecución de ese objetivo, creyendo que el pensamiento de un pueblo podría cambiarse por medio de la poesía y afirmando en último lugar que la cultura y la poesía favorecían la independencia del País Vasco. Ha quedado una frase como el resumen de su pensamiento: "Es un fenómeno general que se observa en el renacimiento literario de todas las lenguas. En la vanguardia figuran los poetas". Si en un principio Aitzol defendía que la poesía era la vanguardia de un renacimiento literario, en poco tiempo amplió su objetivo y para defender que la poesía era capaz de iluminar la conciencia popular: "la coincidencia de la inspiración poética y la concepción de resurgimiento patrio en esos genios restauradores de las modernas nacionalidades" (24-04-1932), "la mayoría de los genios que alumbraron a sus naciones oprimidas fueron poetas" (25-11-1932) o de forma más clara, "la poesía es uno de los factores más importantes en el resurgimiento nacional" (05-10-1933). Su modelo preferente fue en un principio, hacia 1930, el poeta de Provenza Frederik Mistral (1830-1914), y en fases más avanzadas de su pensamiento, desde 1933 en adelante, junto a Mistral situará como ejemplo al poeta Finlandes, Elías Lönnrot (1802-1884). Sin embargo, hará una defensa seria de la poesía popular y confrontará la estética de Mistral con la de Baudelaire, Lamartine y Victor Hugo, porque el primero era panteísta, el segundo un escéptico y el tercero un revolucionario. Buscaba una poesía basada en las formas populares, por eso, por encima de los problemas que tuvieron, entronizó a Nicolas Ormaetxea, Orixe (1888-1961) como el ejemplo de poesía vasca (en el artículo "El cantor de la vida vasca" 12-10-1930). Y le encargó la redacción del poema nacional Vasco, Euskaldunak, que Orixe terminó en 1935 pero que no se publicó hasta 1950. Aitzol continuó con su labor de examinar el papel de la poesía en la creación de la conciencia nacional en Cataluña, en Galicia, en Flandes, en Letonia y en Finlandia.

Aitzol puso la literatura a favor de la ideología nacional. Y de aquí surgió el mayor malentendido sobre su función y los debates de la época. Aitzol quería y buscaba una poesía que despertara al pueblo, épica, fácil de leer y unida al folclore popular. En cambio, Lizardi y Lauaxeta realizaron una poesía diferente que buscaba la autonomía literaria.

Jose María Agirre, Xabier Lizardi (1896-1933) representa a la poesía de la época. Publicó una sola obra Bihotz-begietan / En el corazón y en los ojos (1932). No era fácil publicar libros en euskara en aquel momento, pero éste consiguió una fama merecida. En el título puede observarse cuáles son los objetivos de su poesía. Al parecer se basa en las teorías filosóficas de José Ortega y Gasset (1883-1955). En opinión del filósofo madrileño la realidad se construye cuando se unen el mundo exterior (ojos) y el mundo interior (corazón). La poesía de Lizardi busca esa instancia de realidad, uniendo y completando el mundo interior y el mundo exterior y creando una experiencia de realidad. Como sucedía con otros libros del momento el el autor contaba la historia de su evolución poética. Además, se reunían poemas que había publicado con anterioridad. Si el libro apareció en 1932 se constata que algunos poemas los había firmado en 1917 como el que sirve de introducción, el soneto "Jaun errukiorra".

Desde el punto de vista cronológico pueden verse las siguientes épocas en su poesía. Época de aprendizaje: 1917-1929, en esta primera época Lizardi recoge los poemas publicados con anterioridad. La poesía vasca de principios de siglo había propugnado la creación de sonetos y en este contexto se sitúa el poema religioso "Jaun errukiorra" que escribió con veintiún años. "Oia" es una composición de estilo irónico que anuncia el humor del autor. A partir de 1920 el autor trabaja con el tema que definirá su poesía: el tratamiento simbólico de la naturaleza. En el poema "Mendi gaña" aparece por primera vez la imagen que luego será general de un poeta de la naturaleza. Su tratamiento de este tema no es solo descriptivo sino que en él se abre paso una lectura simbólica y de esa manera el camino que el poeta recorre hasta la cima del monte es un símbolo de su ambición por llegar al ideal. "Zeru azpia" es un ejemplo de la importancia que le dio al bersolarismo 13609 y a la improvisación. En 1927 Joseba Altuna publicó la traducción de los cuentos de Oscar Wilde en una recopilación que llamo Ipuñak [Cuentos] y el poema de Lizardi "Aldakeri" parece ser un fruto que debe mucho a esa influencia. El poema "Xabiertxo'ren heriotza" habla de la muerte de un hijo, tema que fue muy tratado en la literatura española de principios de siglo. Los siguientes tres poemas del libro "Neskatx urdin-yantzia", "Bultzi-leiotik" y "Parisko txolarrea" testimonian la influencia del modernismo y de las lecturas de Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez.

Época de madurez: 1930. En los poemas firmados en ese año Lizardi profundiza en el tema y el tratamiento de la naturaleza. Describe una naturaleza cercana y se convierte en un poeta de la naturaleza. Los elementos que utiliza se convierten inmediatamente en símbolo y construye una poesía de plena madurez. En "Otartxo utsa" realiza una descripción del objeto para convertirlo en símbolo de la sociedad. En el poema "Agur!" profundiza en la reflexión sobre la muerte. Lizardi había escrito sobre su hijo y de su única hija pero a partir de este momento tratará el tema fundamental del simbolismo: la muerte, a través de una mención directa del paso del tiempo ("Biotzean min dut (illeta-Eresi)") o representando la muerte a través del tiempo en la naturaleza ("Urte-giroak ene begian").

Poemas sobre la lengua: 1931. Los últimos cuatro poemas que se firman un año antes de la edición del libro son textos analógicos. El primero "Izotz ondoko eguzki" mantiene el tema de la descripción simbólica de la naturaleza. Pero los tres siguientes versan sobre la lengua Vasca y de su pervivencia. En este periodo, el poeta prefiere hablar de la eternidad de la lengua y no de la vida y la muerte de las personas. La poesía que se expresa en los versos: "Hizkuntza larrekoa,/ nahi aunat noranahikoa/ yakite-hegoek igo" [Idioma campesino,/ te quiero para todo lugar/ elevado por las alas de la ciencia] simboliza de manera clara la situación que vive el euskara y la preocupación del poeta por ella.

Nueve años más joven que Lizardi es Esteban Urkiaga, Lauaxeta (1905-1937) quién publicó una poesía menos elaborada pero más atrevida que la del primero. La poesía de Lizardi se basaba en las características estilísticas de la lengua y por eso ha recibido el calificativo de "conceptista", porque siguió las reglas estéticas de Orixe y porque fue capaz de ofrecer en pocas palabras un significado amplio. En cambio, Lauaxeta, basó su poesía en las referencias externas y en la fuerza de la novedad. Recibió el premio del I Día de la poesía vasca por su poema "Maitale Kutuna" y se hizo famoso ese mismo día. Sin embargo, Lauaxeta poseía otros resortes para ser conocido en la sociedad vasca. Era director de "Euskal orria" [Página vasca] que se publicaba diariamente en Euzkadi y ocupaba importantes cargos en el partido EAJ-PNV. Aunque en Gipuzkoa no era muy conocido, y el centro del sistema literario se encontraba allí, en Bizkaia tuvo mucha influencia por su trabajo como periodista y por sus responsabilidades dentro del partido, tanto como orador en los mitines, como profesor de euskara. Tras recibir el premio en Rentería publicó en 1931 su libro Bide Barrijak/ Rumbos nuevos. El título representaba una metáfora de su proyecto renovador y en palabras del poeta quería ser "un nuevo Odiseo" dentro de la literatura vasca. Lauaxeta quería ver un mundo nuevo en los cambios políticos de la época y en la nueva situación política que se creaba tras la unificación del Partido Nacionalista y Comunión Nacionalista presentaba un proyecto optimista. En ese primer libro el poeta recoge tendencias poéticas distintas: en él se pueden leer poemas que escribió mientras estudiaba en los jesuitas, poemas escritos bajo la influencia de la música ("Lied"), textos de influencia romántica y pequeños juguetes como "Txakurtxuba" / "El perrito" que bebe de "La vaca cega" de Joan Maragall, que Unamuno tradujo al castellano y que Orixe vertió al euskara. Pero el poemario que comienza con el verso de influjo modernista: "Zer dodan ez dakit, baña gexo nago" / "No sé lo que tengo pero estoy enfermo" introdujo en la lírica vasca el tema de misterio/ "zadorra". Orixe le respondió diciendo que esos poemas eran "blandos" y que además él ya había trabajado esa estética con anterioridad, aunque no los dio a conocer en un libro. Lauaxeta en la última parte del libro presentaba una poesía que reflexionaba sobre la inmortalidad, como lo hacían otros poetas que se situaban en la estética de la "poesía pura". Siendo un nacionalista confeso, seguía las normas gramaticales de Sabino Arana, sobre todo en los aspectos léxicos y morfológicos y ello provocó la opinión de que Lauaxeta era un poeta oscuro y difícil.

Arrats beran/ Atardeceres (1935), el segundo libro de poemas de Lauaxeta, sigue las pautas que Aitzol había programado en 1933 para que la lírica culta se acercara a la poesía popular. Lauaxeta siguió las pautas de la poesía folclórica pero como su estilo se basó en la elipsis, su poesía siguió siendo difícil para los lectores. Tuvo en cuenta el barroquismo del momento y siguió la poesía de García Lorca, aunque en el libro se pueden encontrar ecos estéticos de otros poetas como Rafael Alberti, Manuel Machado, Paul Valéry, Arthur Rimbaud... Lauaxeta era un buen lector de la poesía europea y su proyecto consistía en unirla con la lírica vasca, como propugnaban los modernistas. En esa lírica vasca de pre-guerra no se encuentra mucha poesía vanguardista, y los únicos ejemplos están en la poesía de Lauaxeta: el Futurismo en "Langille eraildu bati" / "A un trabajador asesinado" o el surrealismo en el poema poco conocido que se titula "Neska lixunaren urte giroak" [Las estaciones de la muchacha licenciosa].

Nikolas Ormaetxea, Orixe (1888-1961) es el tercer poeta del grupo "Olerti", un escritor que dejó una honda huella en el mundo de la literatura vasca sobre todo por la riqueza de su lenguaje. En palabras de Aitzol, con quien tuvo profundas diferencias a partir de que no fuera premiado en el I Día de la poesía vasca, Orixe era el autor más capacitado para expresar la esencia del alma vasca y convertirla en literatura. Por eso, la sociedad Euskaltzaleak le encargó a partir de 1931 la redacción del poema "Euskaldunak", que pretendía ser un poema nacional y terminó siendo un poema idílico. El libro estaba terminado en 1935 pero no se editó a tiempo, y cuando apareció en 1950 eran otros los tiempos y eran otros los lectores. Orixe publicó muchísimos trabajos en las revistas de la época. Fue el traductor de Mireio/ Mireia al euskera y todos los escritores de la época conocían su maestría en la escritura. Él describió la preceptiva para escribir en un euskara conciso y conceptista. Aunque por desgracia solo publicó un libro en el tiempo que describimos. El autor la llamó Barne muinetan (1934) un ejemplo de la exploración en la poesía del pensamiento y de los valores expresivos de la lengua que Orixe buscaba sin descanso.