Concepto

Literatura infantil y juvenil en euskara

Hoy en día, sobre todo por la influencia que tiene el sistema escolar en la lectura infantil y juvenil, la mayoría de las publicaciones de LIJ son narraciones (los cuentos y novelas suponen más del 95% de las obras), lo cual hace que exista un gran desequilibrio entre los distintos géneros literarios. Asun BalzolaPor lo que respecta al teatro, las obras teatrales para niños y jóvenes, al igual que ocurre en la literatura para adultos, no llegan al 1% de los libros publicados. Xabier Diaz Esarte, Aizpea Goenaga, Alaitz Olaizola o Enkarni Genua son algunos de los escritores de obras teatrales infantiles y juveniles en euskara; un género minoritario y en el que, como se puede apreciar, predominan las mujeres.

Mucho más distinta es la situación con respecto a la poesía; desde que en 1992 Juan Kruz Igerabide escribió el poemario Begi-niniaren poemak de clara influencia oriental, el panorama con respecto a la poesía cambió radicalmente. Elena OdriozolaEste género literario que tan amplia y rica tradición ha tenido en nuestra literatura oral, comenzó a tener importancia tras la publicación del libro escrito por Igerabide, autor asimismo de varias libros de poemas posteriormente en los que, además de la influencia de los haikus japoneses, podemos apreciar también otros estilos e influencias (desde la poesía culta española hasta la tradición oral europea o los limerick y nursery rhymes).

Otros autores juegan con el lenguaje, las definiciones, los juegos de palabras... en sus obras; así tenemos, por ejemplo los poemarios Hitzak jostailu, -Juegos de palabras- 1994, o Irri eta barre, -Sonrisa y risa- 2002, de Joxantonio Ormazabal o el libro para primeros lectores Denboraren kanta-kontuak, -Canciones y cuentos del tiempo- 1995, escrito por Yolanda Arrieta e ilustrado por una de nuestras principales ilustradoras: Asun Balzola). En la obra de Jon Suarez Ilbete dilindan -La luna meciéndose-, Xabier Olaso. Pupuan trapuapor su parte, podemos apreciar cómo busca la complicidad del lector en el constante juego que hace con la literatura y la tradición, mientras que la influencia de la literatura oral está muy presente en el poemario Pupuan trapua -Un trapito en la pupa- (2004) con el que su autor, Xabier Olaso, obtuvo el premio Euskadi de Literatura Infantil y Juvenil.

Hoy en día a la hora de analizar la situación de la Literatura Infantil y Juvenil en euskara, además de tener en cuenta la calidad de los textos, hay que hacer lo mismo con la de las ilustraciones. En los libros para los más pequeños es esencial la ilustración y la labor de los ilustradores; más aun, en algunos libros tiene más importancia la parte gráfica que la escrita. Así, en la LIJ vasca, junto a ilustradores "clásicos" como Asun Balzola, Antton Olariaga y Jon Zabaleta por ejemplo, podemos encontrarnos con otros más jóvenes y que han realizado una gran carrera entre nosotros como pueden ser J. Mitxelena, E. Odriozola, E. Eibar, M. Valverde o A. Villate, por citar algunos. Todos ellos han aportado una gran riqueza de estilos y técnicas a la ilustración de libros en euskara y, en algunos casos, (Mitxelena, Valverde, Odriozola,...) también a los libros en otras lenguas.

zergatik bizi da basoan... Genua eta Zabaleta

Últimamente hay una nueva generación de nuevas e interesantes ilustradoras en el ámbito de la Literatura Infantil. Ahí están Estibalitz Jalon, Iraia Okina, Maite Gurrutxaga, Aitziber Alonso... todas ellas con nuevos e interesantes estilos y aportaciones. Cada una desde su estilo están produciendo unos libros de gran calidad, adecuados a la sensibilidad de los niños. Así, gracias a la labor de estos ilustradores y, sobre todo, a las traducciones se está produciendo un pequeño boom en relación a los álbumes. A la labor de la editorial gallega Kalandraka (y posteriormente también a la de OQO) debemos añadir la producción propia de álbumes (hecho en el que ha influido decisivamente el premio Etxepare a la creación de álbumes en euskara). Las obras Gerlari handia -El gran guerrero- (2007), irri eta barra. OrmazabalOtsoa, axeria eta ahuntzak -El lobo, el zorro y las cabras- (2009) o Mila magnolio lore -Mil flores de magnolio- (2010), por citar obras de tres editoriales distintas, con etilos y autores diferentes, son un ejemplo claro de lo anteriormente indicado.

Y al igual que son mujeres las que están llevando a cabo estos cambios en la ilustración, también hay un grupo, cada vez mayor, de mujeres que está haciendo lo mismo en la escritura, como son Leire Bilbao, Yolanda Arrieta, Ana Urkiza, Miren Agur Meabe,... que están realizando una labor muy interesante y con una producción literariamente muy cuidada.

A comienzos de la década de 1980 casi nadie podía imaginarse que la Literatura Infantil y Juvenil vasca pudiera estar en una situación como la actual, con tantas obras y de gran calidad literaria. Ipuinen haría ipuinekoa da, Elena Odriozola ilustratzailea, 2008Casi nadie podía pensar que en Corea, Estados Unidos, Alemania o Méjico se publicasen obras de LIJ escritas en euskara, o que los best-seller mundiales se pudieran disfrutar también en lengua vasca, y es que, además de todo lo anteriormente indicado, también debemos destacar la labor de calidad realizada por los traductores durante estos años.

Por supuesto que también hay claro-oscuros en la LIJ vasca, su excesiva dependencia con el mundo de la enseñanza, la reducción en las tiradas de ejemplares, la saturación del mercado, el número cada vez mayor de profesionales que desean vivir en este mercado reducido, el arrinconamiento de la crítica,... pero a pesar de todo, distintos organismos (como por ejemplo la asociación Galtzagorri o la asociación de bibliotecarios), los medios de comunicación, las editoriales (entre las que deberíamos destacar la labor que realizó durante tantos años el editor Joxean Ormazabal, fallecido en el 2010) y los autores, continúan trabajando por una Literatura Infantil y Juvenil de calidad, trabajando en favor de la cultura vasca.