Los gentiles no se limitan a ofrecernos un modelo para la vida. También nos ofrecen otro para después de la muerte. El mito del fin de los gentiles guarda las huellas del mismo. El mito del fin de los gentiles es conocido sobre todo por el nombre de Kixmi que aparece en una de sus versiones, y que supuestamente sería el modo en que los gentiles designaban a Jesucristo. Siguiendo con dicha versión, la leyenda cuenta que los gentiles vieron en el cielo una estrella maravillosa, y que el más viejo de entre ellos profetizó al verla que su tiempo se había acabado ya que la estrella anunciaba el nacimiento de Jesucristo. Sin embargo, el análisis de la leyenda permite conocer que el famoso Kixmi es un añadido posterior sin relación con el mito original. Ni Kixmi ni Jesucristo ni la estrella ni el cristianismo son elementos originales, sino injertos, cuya inclusión se ha visto favorecida por el contexto cristiano. Lo que cuenta la versión original de la leyenda es que hallándose los gentiles reunidos celebrando una fiesta vieron aparecer una nubecilla de vapor, ante lo que se asustaron, pues era del tipo de las que propagan epidemias. Llamaron a un gentil vidente que vivía solitario y al mirar a la nubecilla cayó en trance con los párpados girados hacia arriba, y profetizó el fin de todos los de su raza. Los gentiles despeñaron al vidente y se enterraron bajo un dolmen que tenían allí construido. El mundo quedó vacío durante generaciones, hasta que aparecieron los humanos.
La leyenda del fin de los gentiles introduce el modelo de enterramiento colectivo en mega-sepulturas muy aparentes, estructuras dolménicas cubiertas con un túmulo, que ya están previamente construidas, y que destacan en el paisaje. Y lógicamente, el modelo se ofrece para que sea reproducido por los humanos, que a su vez construirán sepulturas semejantes y enterrarán en ellas a sus difuntos. Ese es, y no otro, el objeto del mito del fin de los gentiles. Inaugurar y legitimar el enterramiento colectivo en tumbas aparentes y el culto a los difuntos aparejado al mismo.