Monarquía y Nobleza

Juana II de Navarra

Los nuevos monarcas residieron en París y, al igual que sus predecesores, volvieron a dejar el gobierno del reino en manos de gobernadores y funcionarios.

Entre las medidas que adoptaron Felipe y Juana, al comienzo del reinado constituyeron un tribunal con el fin de investigar y castigar a los culpables de los asaltos y matanzas producidas contra los judíos en marzo del año 1328. Este tribunal, formado por el mariscal Juan de Rame, el caballero Guiralt Doignon y el canónigo Vast, rector de la iglesia de Aibar, culpó de los sucesos a ciertas villas, poblaciones y particulares del reino. Se encarceló a bastantes personas acusadas de participar en los actos, entre ellos a Fray Pedro de Ollogoyen, el cual fue inculpado de haber incitado la persecución. Algunos de los detenidos fueron ejecutados, si bien, muchas de estas personas arrestadas quedaron en libertad al poco tiempo sin fianza. Por otro lado, más de 83 villas y poblaciones de Navarra fueron condenadas a pagar multas, y se ordenó la devolución de todas las pertenencias, ropas y bienes que fueron robados a la población judía. Las aljamas de los judíos aportaban unos ingresos considerables al reino y con las multas impuestas a poblaciones y a particulares los monarcas resarcían en parte las pérdidas ocasionadas a su fisco; las sumas de dinero procedentes de las multas no fueron destinadas a indemnizar a los judíos supervivientes, sino que pasaron a aumentar las arcas del reino. Es más, la reina, como garante de la protección real que recibían los judíos por parte de los monarcas navarros, era a su vez la heredera de los bienes de todos aquellos judíos que morían sin descendencia.

Por otro lado, durante el reinado de Juana y Felipe de Evreux fue aprobada la reforma de los fueros cuyo resultado es conocido como el Amejoramiento de los Fueros de Navarra. Durante el gobierno de Teobaldo I comenzó a compilarse el Fuero Antiguo y, desde entonces, éste se había ampliado con disposiciones procedentes de otros fueros como el vigente en Pamplona, en Estella, diversos usos locales, etc. Al parecer aconsejado por personas cercanas, Felipe constituyó una comisión que tenía como fin tratar algunos capítulos de los fueros; aclarar algunos de ellos, rectificarlos en su caso, y añadir nuevos capítulos. El año 1330 la comisión se reunió en varias ocasiones y la reforma fue aprobada en las Cortes de Pamplona del 10 de septiembre de ese año. Desde ese momento las cortes fueron convocadas en distintas ocasiones para llevar a cabo mejoras en este cuerpo legislativo y esta labor se completó con la aprobación de sus últimas modificaciones en las Cortes de Olite de 1342.