Religiosos

Javier, Francisco de

La figura de Francisco de Javier, que tan maravillosamente cuadraba con el impulso expansivo y conquistador que caracterizará a la Iglesia postridentina, se aureoló y agrandó asombrosamente bajo la pluma y los pinceles de los literatos y artistas del barroco. "Francisco de Javier se convirtió, a partir del s. XVI, en el ideal del misionero en tierra pagana. Las numerosas ediciones y traducciones de sus cartas, la considerable bibliografía que le concierne (más de 3.000 libros o artículos), las 15.000 cartas conservadas en los archivos de la Orden, en las que los jesuitas de los siglos XVII y XVIII pedían a sus superiores generales se los destinase a los puestos de misión entre los paganos (de entre ellas, más de 2.000 aluden expresamente a Javier como a ejemplo que los atrae), son un índice de la profunda influencia apostólica y espiritual del santo" (G. Schurhammer, art. François de Xavier [saint], en el Dictionnaire de Spiritualité). Hoy mismo, cuando las formas postridentinas de llevar a cabo la evangelización están siendo revisadas, y cuando por otra parte la historiografía ha tenido que cumplir en la persona del navarro la obra de desmitificación que la crítica moderna exigía, despojándola de su fastuoso aparato barroco, sigue interesando la figura de Francisco de Javier como el iniciador de las modernas maneras de misionar por su adaptación a los diversos ambientes exóticos y su visión de los métodos. No se echa en olvido, desde luego, que fue Javier uno de los primeros en admirar sin reservas la civilización sutil y refinada de los nipones; que fue él quien creó en Goa el primer seminario de misiones, propugnando las vocaciones indígenas al sacerdocio; que propugnó igualmente la catequización más directa y la traducción de textos catequéticos y bíblicos en lenguas vernáculas, etc.