Pintores

Izu, Teresa

Pintora navarra nacida en Pamplona en 1965 que falleció en la capital navarra en el año 2000.

En 1984 se graduó en la Escuela de Artes Aplicadas de Pamplona y asistió al taller de pintura de Mariano Royo también en Pamplona. En 1985 asistió al Taller de Arte Actual Josep Guinovart en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y ese mismo año obtuvo una beca del Gobierno de Navarra. En 1987 asistió al curso Estagio en el taller de Liberto Molina en Lisboa y al curso en el taller de Antonio Inverno, en Lisboa. En 1990 recibió una de las Ayudas a la creación en Artes Plásticas del Gobierno de Navarra. Sus cuadros forman parte de colecciones de arte de instituciones como la Universidad Pública de Navarra, el Museo de Navarra, el Ayuntamiento de Zaragoza o el Ayuntamiento de Pamplona. Además de su trabajo pictórico trabajó como ilustradora. Realizó las ilustraciones para el libro Poemas a tu belleza de Rosa Barásoain; la colección de collages para las portadas de la colección de monográficos sobre agricultura ecológica editados por la Asociación Bio Lur de Navarra; las ilustraciones para la publicación Qué es un alimento ecológico, editado por la Asociación Bio Lur de Navarra y las ilustraciones para el cuento La niña de agua y su amigo el mar, de Rosa Barasoain, editado en castellano, euskera y alemán. En el año 2001 el Ayuntamiento de Pamplona le dedicó una exposición retrospectiva Teresa Izu. Café colectivo, en un homenaje en el que también participaron una veintena de artistas locales con una obra creada para ella.

Con sólo 35 años, esta creadora ocupaba un espacio propio dentro del panorama pictórico navarro, con una expresión plástica muy personal marcada por la utilización del color, a través de pigmentos, en una técnica mixta difícilmente clasificable. Desde su primera exposición en el año 1986, participó en varias muestras individuales y colectivas. Teresa Izu no fue nunca una artista de muchas palabras pero sí de una gran fuerza expresiva y comunicativa. Se comunicaba a través de su pintura y el color era casi siempre el espejo de su estado de ánimo, de su vitalidad y su energía. En su trayectoria artística coincidió con otros muchos artistas, porque colaboró en múltiples proyectos colectivos, algunos impulsados por ella. El estudio de Teresa Izu siempre estuvo en el desván de la casa familiar de Biurrun, donde ella pasaba todos los veranos, un lugar que determina sin duda la presencia de la naturaleza, de la tierra y de la infancia en su trabajo. Su primera exposición individual en Pamplona, fue Café Colectivo, (1987) y la última en esta misma ciudad Espacios Privados, (1999).

Trabajó distintos soportes y técnicas fundamentalmente técnica mixta sobre lienzo, pero también xilografías. En algunos de sus cuadros, como los de las series Piezas mecánicas o Partes intercambiables para grandes máquinas se intuyen referencias a elementos como las herramientas agrícolas y en general a la vida en el campo. Distintos son los motivos que se aprecian en su siguiente trabajo El niño, en la serie Aurelia y el viento, y en Cuatro o Espacios Privados en las que pinta las estaciones, el agua, torres divisadas en sus viajes, faros, molinos, flores eólicas, casas... Por ello su pintura nunca fue abstracta a pesar de la apariencia formal no figurativa de muchos de sus cuadros. En cuanto a su método de trabajo se puede apuntar que Teresa Izu pintaba casi siempre en series de varios cuadros que a su vez se agrupaban en dípticos o trípticos. Ella creaba las mezclas con muchos materiales diferentes, sobre todo pigmentos, ceras y aceites y así conseguía una expresión personal y unos colores irrepetibles que una vez sobre el lienzo dejaba secar para luego rascar buscando nuevos matices.