Religiosos

IRASTORZA LOINAZ, Javier

Obispo guipuzcoano, nacido en Donostia-San Sebastián el 27 de febrero de 1875. Se doctoró en la Universidad de Valladolid en el 1902. Tras ocupar los cargos de capellán de Religiosas del Sagrado Corazón y coadjutor de la parroquia de San Vicente en su ciudad natal, en 1905 pasó a Ciudad Real como secretario de cámara del obispado priorato de las órdenes militares y, más tarde, como canónigo penitenciario de la catedral. En 1909, el obispo vasco Remigio Gandásegui, que regía dicha diócesis, le designó como su Provisor y Vicario General de la Diócesis. Un año antes (13 de mayo de 1908), se le había concedido la dignidad de Arcipreste de la Iglesia Prioral y la Acción Social Popular de Barcelona le había nombrado miembro consultor de la misma. En estos mismos años realizó importantes reformas y obras de carácter social. Fue director del "Boletín eclesiástico" y fundó la obra "Las Doctrinas", cuyo objetivo era el mejoramiento moral y social de la clase obrera. Para la juventud creó el Patronato de la Santísima Virgen del Prado. Desempeñó también los cargos de examinador sinodal de la diócesis de Ciudad Real y presidente de la comisión diocesana de la Liga de Defensa del Clero. El papa Pío X, por Breve del 24 de mayo de 1912, le confirió la dignidad de protonotario apostólico. El rey Alfonso XIII le designaría en 1914 capellán de honor de la Real Capilla. Nombrado obispo prior de las órdenes militares, recibiría su consagración en Donostia-San Sebastián el 22 de noviembre de 1914. Nueve años más tarde (1923) sería trasladado a la Sede de Orihuela. Era académico correspondiente de la Academia de Santo Tomás de Valladolid y de la Sociedad de Amigos de las Artes de San Sebastián.

En 1935 la Santa Sede la impuso un Administrador Apostólico "Sede plena", D. Juan de Dios Ponce y Pozo, probablemente por las acusaciones de estar implicado el obispo Irastorza en el delito de evasión de divisas. Autorizado a residir fuera de su diócesis, el obispo Irastorza pasó en Gran Bretaña la mayor parte de la última Guerra civil española. No firmó la Carta colectiva del Episcopado español (1937), según un sacerdote alicantino por ser nacionalista vasco. Asesinado en 1936 el Administrador Apostólico de Orihuela y finalizada la guerra, el obispo Irastorza regresó a Orihuela-Alicante y asumió sus funciones episcopales, con sorpresa general pero con el beneplácito de la Santa Sede. Murió en 1943.

Ref. Andía, I.: Semblanza. Javier Irastorza, revista "Euskal Erria", 1914, LXX, pp. 298-299; Echegaray, C.: Un nuevo obispo guipuzcoano. Recuerdos históricos que evoca su consagración, revista "Euskalerriaren Alde", 1914, IV, pp. 746-751.

Urbano ASARTA EPENZA
Alberto GARATE GOÑI

  • Raguer, Hilari: "La pólvora y el incienso. La Iglesia y la Guerra civil española (1936-1939"). Barcelona. Edcs Península. 2001.