Montes

INTXORTA

Durante la guerra de 1936-1939 los Intxortas fueron escenario de encarnizados combates. Constituían uno de los más firmes baluartes de la línea defensiva vasca tras la ocupación de Guipúzcoa por los nacionales. En la ofensiva de octubre de 1936 los nacionales fueron rechazados con fuertes pérdidas. Durante el invierno las posiciones permanecieron inalteradas. Era jefe del sector el comunista defensor de Irún Errandonea. A principios de marzo del año siguiente el batallón "Muñatones" fue reemplazado en la defensa de Elgueta y los Intxortas por el "Martiartu", cuyo comandante, Pablo Beldarrain, reorganizó totalmente la defensa del sector. Un nuevo batallón, el "Kirikiño", ocupó las posiciones entre Basalgo y Elgueta, quedando el "Martiartu" encargado de la línea Elgueta-Intxortas. El sistema de defensas quedó radicalmente reestructurado, como nos lo describe el periodista británico Steer (que visitó el frente en aquella época) (El Arbol de Guernica, pp. 101 y ss): "En octubre las trincheras vascas a lo largo de la línea frontal de los Intxortas habían sido trazadas de forma rigurosamente rectilínea, quedando así convertidas (...) en un blanco ideal para cualquier ataque de la artillería enemiga." "Beldarrain hizo un barrido completo de las viejas fortificaciones de los Intxortas.Las trincheras rectilíneas, de las cuales había dos hileras, fueron rellenadas hasta la mitad para que continuaran engañando a la artillería enemiga pero no para proteger a la infantería. Detrás de estas tumbas abandonadas Beldarrain construyó nuevas defensas, entrelazadas e irregulares, que se cubrían unas a otras en líneas paralelas y en sesgo. Las trincheras de comunicación que unían las diversas posiciones estaban perfectamente disimuladas bajo el césped y se hacían invisibles desde el aire. Sobre las posiciones en forma de llave Beldarrain colocó camouflage natural: extendió hierba incluso sobre los sacos de arena. Se construyeron túneles suficientemente profundos para proteger a todo el batallón y se establecieron puestos de observación alejados del principal sistema de defensa. Hasta entonces la penetración en las líneas vascas había tenido lugar siempre después de un bombardeo aéreo. El tuvo que desarrollar un sistema de defensa dispersa para evitar los desastrosos efectos de lo anterior. Lo logró colocando el grueso de sus hombres en posiciones escondidas tras la cresta del monte. Su sistema constaba de una serie de pequeños fortines de tierra frente a los Intxortas, invisibles desde el aire e inexpiables desde Asensiomendi, y de profundos refugios cubiertos cortados en forma de galerías en la ladera detrás de los Intxortas. No había nada que sobresaliera. Hasta las alambradas de púas habían sido liadas alrededor de ramas y arbustos para hacerlas invisibles. Elgueta y los Intxortas eran el único sector de las líneas vascas preparado para enfrentarse a un ataque moderno contra cualquier arma, excepto el gas. Beldarrain fue el único comandante que se dio cuenta de que los vascos no disponían de hombres suficientes para defender un frente continuo de 189 kilómetros en terreno accidentado y de que las cumbres de las montañas no eran posiciones ideales si los senderos de los pinares a sus pies estaban desguarnecidos. Cerró todos los pasos, por los que se podían mover los tanques, con minas.Su sistema unido a su ejemplo personal, demostró que la flota aérea alemana era ineficaz si se le sabía combatir." El 20 de abril se inició el ataque nacional contra los Intxortas. 24 bombarderos lanzaron su carga sobre el sector de Elgueta causando muy pocas bajas entre los defensores ocultos en las invisibles trincheras. La preparación artillera fue igualmente ineficaz.Tras esto vino el ataque de la IV Brigada de Navarra. Beldarrain esperó a tener a los atacantes a una distancia inferior a los 300 metros antes de dar la señal de disparar, obligando a las fuerzas nacionales a retirarse con más de trescientas bajas.Otro nuevo ataque frontal fue igualmente rechazado. Ese día los Intxortas sufrieron tres intensos bombardeos de aviación y artillería. Los días 21 y 22 se produjeron nuevos ataques aéreos. El 23 de abril la IV Brigada nacional intentó nuevamente el ataque frontal tras preparación aérea y artillera, siendo rechazada una vez más. La excelente defensa de los Intxortas resultó, sin embargo, inútil. La defección, por razones políticas, de dos batallones de la C. N. T. de su posición en el Udala dejó el paso libre a la I Brigada de Navarra que el día 24 ocupaba la villa de Elorrio, quedando así los Intxortas dominados desde su retaguardia. Beldarrain tuvo que ordenar la evacuación de sus efectivos antes de quedar completamente bloqueados. El batallón "Martiartu" había permanecido sesenta días ininterrumpidos en el frente. Ese mismo día ocupó la IV Brigada de Navarra los Intxortas así como el pueblo y el puerto de Elgueta. La defensa de los Intxortas había retrasado en cinco días el avance nacional por Vizcaya. Ref. Steer: El Arbol de Guernica, pp. 101 y ss.; M. Bande: Vizcaya, pp.93-94; A. de A.: "H. D. G. E.", p. 278. Beldarrain, P.: Los asaltos al monte Intxorta, Bidasoa inguraztiak, Geu, 1980, 139 pp.

Germán CORTABARRIA IGARTUA