Concepto

Historia del Arte

Las primeras manifestaciones artísticas importantes que se crearon en Euskal Herria pertenecen al estilo que denominamos como románico, un estilo que crearon la Iglesia, la nobleza y la realeza porque necesitaban símbolos que manifestasen la unidad de los territorios cristianos de Europa occidental. Y es que ante la diversidad geográfica, económica y política, la Iglesia utilizó el arte como elemento unificador a la hora de ejercer el poder en el mayor número posible de territorios. De ahí el carácter homogéneo y el componente didáctico del arte románico; en una sociedad rural dedicada a la agricultura y a la ganadería, con escasa población y una situación política inestable, condicionada por continuos cambios en el poder, el románico se convirtió en el principal punto de referencia cultural, en el estilo que aglutinó al resto.

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Los monjes benedictinos de la orden de Cluny en Francia fueron los encargados de crear y difundir el románico, un estilo que debía garantizar la cohesión y la uniformidad del mundo cristiano occidental. Para ello tejieron una compleja red de monasterios, obispados y caminos de peregrinación que, en el caso de nuestro territorio, se constituyó en torno al Camino de Santiago. De hecho, tanto a través del mismo como a partir de él, en Euskal Herria comenzaron a crearse diferentes manifestaciones artísticas que resolvían ya no sólo las necesidades religiosas sino que respondían a un estilo, a unos principios que buscaban a través de la expresión artística alcanzar unos objetivos concretos; de ahí que el románico sea el primer estilo del que podamos hablar expresamente como de arte realizado en Euskal Herria. Sin embargo, el románico que se desarrolló en Euskal Herria se caracterizó por su sencillez.

Hasta la llegada a partir de finales del siglo XII de una nueva corriente cultural que se denominará gótico y que progresivamente sustituyó al románico, el estilo se expandió por Euskal Herria con desigual incidencia. En Navarra la influencia fue mayor ya que el principal camino a Santiago transcurría por territorio navarro. La proximidad de Álava e Iparralde al camino principal propició también un mayor desarrollo del románico, mientras que en Gipuzkoa y en Bizkaia la influencia fue menor. En cuanto al estilo, dependiendo de la zona de Euskal Herria, encontramos elementos y rasgos combinados del románico francés, aragonés y castellano. El predominio de la arquitectura sobre las artes plásticas y la preeminencia del arte religioso sobre el civil fueron rasgos que caracterizaron a todos los territorios.

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En cuanto a las principales manifestaciones artísticas de este período, en arquitectura hay que destacar el Palacio de los Reyes de Navarra en Estella, los recintos amurallados de las localidades navarras de Viana, Rada y Artajona, el monasterio de San Salvador de Leyre y la iglesia de San Miguel de Aralar, el monasterio de Irache y la iglesia de Santa María de Ujué, en Estella la iglesia de San Pedro de la Rua, las iglesias de Santa María de Eunate en Muruzabal y el Santo Sepulcro en Torres del Río, las iglesias de Nuestra Señora de Estibalitz y San Prudencio en Armentia, y la iglesia de Sainte-Engrance en Zuberoa.

En cuanto al resto de disciplinas plásticas que se conservan, los mejores son escultóricos y decoran las portadas y los claustros de las iglesias. Destacar los capiteles del claustro de la catedral románica de Pamplona, la portada del Juicio Final de la catedral de Tudela, la portada lateral de San Miguel de Estella y la portada principal de Santa María La Real de Sangüesa, en la que se encuentra el conjunto más completo e interesante. En las demás iglesias, tanto en Navarra como en el resto de Euskal Herria, predominan simples y elementales decoraciones geométricas.