Poetas

Gazteluzar, Bernard (1619-1701)

Ziburu, 1619-Paue, 1701.

Nacido en Ziburu el 12 de marzo de 1619, Bernard Gazteluzar fue uno de los más hábiles versificadores en lengua vasca del siglo XVII. Siendo jesuita desde 1640, tomó parte activa en los trabajos de afianzamiento y expansión de la Compañía de Jesús en Lapurdi. Cuando se hallaba predicando para crear un colegio, fue llamado a Baiona junto a tres compañeros, pero la burguesía de la capital labortana, mayoritariamente jansenista entonces, no acogió a los jesuitas, que optaron por hacer un segundo intento en Begogne. Sin embargo, la sombra de Saint-Cyran se mostró demasiado larga y el segundo intento también fracasó. Bernard Gazteluzar falleció el 15 de abril de 1701 en Pau, ciudad en la que había residido durante varios años.

El labortano publicó una única obra: Eguia Catolicac Salvamendu eternalaren eguiteco necesario direnac (Pau, 1686) [=Verdades católicas necesarias para realizar el salvamento eternal]. Se trata de una obra religiosa dividida en ocho partes y escrita, con alguna pequeña salvedad, en verso. Siguiendo las explicaciones de Lino Akesolo (1983: 16), el poeta canta en verso los misterios de Cristo y de la Virgen María, desde Belén hasta el Cielo, pasando por el Calvario. El autor acompaña al cristiano a tomar el sacramento del perdón y a aproximarse a la eucaristía. La doctrina cristiana al completo es expuesta mediante una enación de preguntas y respuestas realizadas en verso.

La gran mayoría de las coplas recogidas son del propio autor, pero en la obra también hallamos algunas traducciones. Se trata de un trabajo con pretensiones didácticas, de un trabajo escrito para enseñar al pueblo llano (marinero principalmente) lo que a la doctrina cristiana compete mediante versos. Precisamente, son esas características las que nos llevan a clasificar a Gazteluzar y su obra en la senda de otros autores de comienzos del siglo XVII: Etxeberri Ziburukoa (Recordemos su Manual devotionezcoa -Burdeos, 1627- [=Manual de devoción]) o Joannes Haranburu (Debocino escuarra, mirailla eta oracinoteguia -Burdeos, 1635- [=Devoción manual, espejo y oracional]) son buenos ejemplos.

La crítica ha valorado positivamente la obra de Gazteluzar. Francisque Michel calificó de excelentes sus textos y mencionó la elegancia del Ezquerra del labortano. Ya en el siglo XX, tanto Piarres Lafitte como Koldo Mitxelena reafirmaron lo expuesto por Michel. En las reseñas literarias sobre Gazteluzar ha solido mencionarse, principalmente, la variedad y riqueza de sus versos, y es que consiguió importar numerosos modelos latinos al campo de la poesía vasca. Parece, asimismo, que el de Ziburu tenía un buen sentido de la estética, ya que dominaba el ritmo que creaban las palabras. Como ha señalado Patxi Salaberri, Gazteluzar rompe el molde poético practicado por Oihenart cuando deja de lado la oscuridad poética y el monocromatismo empleados por el suletino. Todas las críticas no han sido, de todas formas, laudatorias: cabe recordar las palabras de Iñaki Aldekoa (2004: 50), que no otorga valor poético alguno a la fuerte devoción de Gazteluzar.

  • Armiarma. literaturaren Zubitegia. "Bernard Gazteluzar". [Fecha de consulta: 27-04-2012].
  • AKESOLO, Lino. "Bernard Gasteluzar (1619-1701)", in Gasteluçar, B. (1983). Eguia catolicac salvamendu eternalaren eguiteco necesario direnac. Bilbo: Euskaltzaindia, 1983.
  • ALDEKOA, Iñaki. Euskal literaturaren historia. Donostia: Erein, 2008.
  • LAFITTE, Piarres. "Bernard Gazteluzar olerkaria (1619-1701)". Gure Herria 1974-XLIV.
  • MICHELENA, Luis. Historia de la literatura vasca. Madrid: Minotauro, 1960.
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  • SALABERRI, Patxi. Iraupena eta lekukotasuna. Euskal Literatura idatzia 1900 arte. Donostia: Elkar, 2002.
  • VILLASANTE, Luis. Historia de la literatura vasca. Bilbao: Sendo, 1961.