Cantantes

Gayarre Garjón, Sebastián Julián

Sabido es que Gayarre conocía perfectamente el "euskara" roncalés y con él se entendía en sus viajes por Zuberoa, Baja Navarra, etc. Y además que en Guipúzcoa perfeccionaba el suyo para soltarse en aquella tierra donde la densidad euskérica era enorme. A este respecto se cuentan varias anécdotas. Se decía que en la corte del Zar de Rusia daba las gracias en un idioma desconocido. "Según una de esas anécdotas el padre de Gayarre fue a Madrid por vez primera y sin previo aviso a presenciar la actuación de su hijo en el Teatro Real. Cuando Gayarre, ya en escena, advirtió que su padre estaba sentado en primera fila, en el hueco del pasillo, en sillón apresuradamente agenciado, le habló en euskera roncalés, entre tanto todo el público escuchaba en impresionante silencio el misterioso diálogo". (E. G. I. del País Vasco, Lit. I). El antropólogo Telesforo de Aranzadi, entonces estudiante, oyó a Gayarre cantar el Adiyo Euskalerria, en el Real, en una función de la Estudiantina. Y que, ante la insistencia de los aplausos, volvió al escenario con "un anciano de melenas blancas y vestido con modesta americana: era el autor del zortziko, el mismísimo Iparraguirre". ("E. Alde." S. S. Año IV). En las funciones de despedida, generalmente, solía terminar con el Gernikako Arbola, principalmente en Madrid, Barcelona, París y alguna ciudad italiana. Según su sobrino Valentín "hablaba bastante bien el vascuence y lo entendía perfectamente". En San Sebastián organizó un concierto para socorrer al pueblo navarro de Jaurrieta. Aquí habría cantado algunas canciones euskéricas. Isidoro de Fagoaga nos cuenta que el tenor navarro Antonio Paoli (Irulegui) en una sesión de espiritismo en Roma, invocaba al espíritu de Julián en euskara: "Errazak bai edo ez gure maixu maitia". Todo el mundo del arte sabía, no hacía ningún misterio de la euskaldunidad de Gayarre. Como broche de oro sobre este tema. Fagoaga, en su viaje a Roncal, en 1950, encontraba la perla negra, una carta euskérica de Julián que comenzaba así: Ene tía Juana maitia. ("Retablo Vasco", I. de Fagoaga. Col. Auñamendi n.° 6. 1959).

MEL